El sendero de tu piel

Trece

Al abrir la puerta no puedo creer quien esta al otro lado, sonrío y me lanzo a sus brazos, no e sabido cuanto lo e extrañado asta ahora que lo tengo entre mis brazos, derramo unas cuantas lágrimas - esto de estar embarazada me pone siempre cencible _ se retira de mi y limpia mis mejillas.

_hey, no llores, peque 

al escuchar ese apelativo que me dio al dejarme y él crecer mas que yo- de altura porque es obvio que sigue siendo mi hermano pequeño-, me provoca aun mas lágrimas. Lo veo y no lo reconozco, en tan poquito tiempo mi hermanito ha cambiado mucho, ahora es un muchacho bien vestido y con el pelo bien recortado, sus ojos verdes brillas y sus sonrisa crece a un mas al sentir que le lleno de besos la cara.

_¡Te e extrañado, tanto!

_Y yo a ti peque...

_¡Pero miren quien decidió volver! _ exclama Claudia tras de mi.

Ellos se abrasan.  Claudia es una señora ya de unos cincuenta años, ella desde que quedamos solos Fran y yo, ha estado al pendiente de nosotros, ya que ella fue la mejor amiga de mi padre. Fran nos cuenta de como le va en donde trabaja que resultó al fin que es para una empresa que se dedica a importar y exportar y él, por el poco estudio que tiene le toca solo llevar el café o hacer mandados, pero que con el sueldo que gana, ya se ha metido a la prepa abierta para después la universidad y hacer su carrera en administración de empresas.

Yo por mi parte no le quise contar nada, ya que cuando se fue yo estaba sola y ahora que regresa sigo sola, no le digo que estoy embarazada, tampoco que me casé y que el divorcio esta a la vuelta de la esquina, de lo que si hablamos es de Flor... Aun que no me guste, mi hermano como otros hombres del pueblo han babiado por ella.

_hací que se caso _ dice con un matiz de tristeza

_Fran, se caso antes de que te fueras, además oportunidad con ella no tenías.

_Lo se peque, pero aun así, no deja de... Bueno no importa igual soy muy joven para ella.

Es verdad, si a mi flor me gana con cuatro años a mi hermano le gana con seis

Se escucha nuevamente el timbre y al ver que Claudia y Fran se han enfrascado en una charla muy amena, yo voy a atender.

Al abrir, la sangre abandona mi cara. ¿Que diablos hace Julio aquí? El frunce el ceño en señal de confusión al igual que yo.

_Ali...

_¿Que hace aquí?

Claudia sale y nos interrumpe.

_Oh, Don julio, no pensé que vendría hoy, pero pase, pase_ nos hacemos a un lado para que entre _ ya le tengo lo que me pidió, no fue difícil, ya que mi niña es un poco descuidada.

Claudia se refiera a flor como su niña  ya que ella fue su nana. No sé que diantres le vaya a dar pero ellos se van rumbo a un pequeño cuarto que tiene Claudia y ahí se pierden.

_Veo que jamás tuve oportunidad con ella _ murmura Fran refiriéndose a flor _ el hombre tiene porte y con solo su mirada intimida.

Si es vedad, julio es un hombre fuerte, es por eso que me fije en él... Me deslumbro. Sonrio y le pellizco sus cachetes a Fran

_Pero si tu eres guapísimo, con esos ojasos verdes y ese pelo negro y ondulado, sin hablar de tu estatura, cualquier jovencita se derretirá frente a ti.

El se carcajea y niega con la cabeza. El timbre vuelve a sonar y de nuevo voy a atender. Esta ves ahogo un grito de horror... No puedo creer mi mala suerte. Me sonríe y me tiende una rosa roja.