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Eda Yildiz

Hoy me quedaría con Kiraz. Le había prometido enseñarle a montar bicicleta. Convencí a Serkan luego de una cantidad de especificaciones de su parte.  No tenía idea de que fuera un obsesionado de la salud y la seguridad, podía llamarlo hasta hipocondríaco. Kiraz debía llevar todo tipo de protección casco, coderos y rodilleras. Eso para mi era claro pero él quería que colocará almohadas alrededor por si caía que no se hiciera daño, estaba loco.
Luego de convencerlo por fin nos dejó, no sin antes advertirnos que llamaría cada 10 minutos, era bajo sus condiciones. Llegamos al parque bajamos la bici del coche y rápidamente nos pusimos a prácticar. Kiraz aprendía muy rápido estaba contenta. Cuando ya podía mantener el equilibrio tome mi teléfono y comencé a grabarla, quería que atesorara ese recuerdo. En eso pasó lo que no debía. Aunque había aprendido un poco todavía era muy pronto, Kiraz perdió el equilibrio y aunque en sólo segundos estaba a su lado llegó más rápido al suelo que yo a ella y se hizo un rasponazo en el antebrazo. Me asusté muchísimo, estaba soltando demasiada sangre y obviamente lloraba tanto por el dolor como por el susto.

- Tranquila mi vida, vamos a que te revisen- dije nerviosa cargandola para llegar al coche.

En minutos estábamos en el hospital bajo la mirada de un doctor.

- Señora puede estar calmada sólo fue un rasponazo- dijo el médico.

- Entonces por que tanta sangre doctor?- pregunté con ojos llorosos mientras sostenía la manito de Kiraz.

- Es normal, le puedo asegurar que no es nada grave con lavar la herida y aplicarle una crema en unas semanas su hija estará como nueva- dijo de manera tranquilizadora- ahora la enfermera curará y vendara su brazo y podrán irse.

- Estoy bien abla no te preocupes no ha sido tu culpa- me dijo Kiraz lo que hizo que la besara y cayera una lágrima por mi mejilla.

En eso empezó a sonar mi teléfono y era esa llamada que no quería contestar, era Serkan. Le dije lo que había sucedido y que estábamos en el hospital. Maldijo mil veces por teléfono y nos fue a recojer.  En el camino sólo hablo con Kiraz y yo sabía que esa era la calma que anteponía a la tormenta.

Cuando llegamos a la casa estába Aydan y Seyfi, Enguin y Piril junto a Ceren que querían ver a Kiraz. El la bajo del auto y la sentó en la terraza con todos alrededor y allí fue donde se dirigió a mi con los ojos que más que verdes ahora estaban oscuros de la rabia.

- Puedes explicar que fue lo pasó Eda- dijo duramente.

- Estábamos en el parque y.... - No me dejo terminar.

- No te dije que tuvieras cuidado, te dije que la protegieras que no debía pasar nada malo con ella, te lo dije o no te lo dije- gritó.

- Serkan tenía toda la protección pero perdió el equilibrio y por mucho que trate de llegar a ella no pude- respondí llorando.

- Porque no haces nada bien, eres descuidada. Un dia Eda, un día te confío a Kiraz y mira con lo que me encuentro en donde tienes la maldita cabeza- grito y yo sólo lloraba y temblaba, nunca lo había visto así.

- Serkan- intervino aydan hamim- es suficiente, son cosas que pasan con los niños. A fin de cuentas Kiraz está bien no fue nada. Controlate!- sentenció.

- No pasó nada gracias a Dios no le pasó nada, debo confiar en Dios porque en Eda no puedo confiar cuando de cuidar a Kiraz se trata- eso si me dolió no quería escuchar más.

- Serkan no puedes decirme eso, no después de todo lo que eh hecho por Kiraz, ya me siento lo suficientemente culpable como para que me insultes, yo eh puesto mi vida a tu disposición por Kiraz- le dije en sollozos.

Always together Always with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora