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Las citas nocturnas eran la mejor opción para SungHoon, y SeonWoo estaba completamente de acuerdo con ello. Ambos acordaron primero ir al río Han, tomar algunas bebidas, aunque SungHoon comiera y bebiera muy poco, después los dos irían a ese lugar que tanto le gusta a SeonWoo: Pink TIger, un centro de juegos con lo mejor de tecnología que a pesar de ser pequeño SeonWoo sabía que juegos tomar para pasarla bien.
SungHoon amaba el sonido de las risas de su novio mientras lo veía por la pantalla del celular, sonreía levemente mientras a unos cuantos metros SeonWoo tenía el casco de realidad virtual puesto, levantaba sus brazos manoteando con los controles y en la pared reflejada por un proyector estaba el personaje en un escenario colorido atrapando lo que al parecer eran mariposas, el objetivo era atrapar la mayor cantidad en un tiempo de un minuto y medio.
Cuando SeonWoo hubo acabado su turno se quitó el casco y sus cabellos se levantaron por unos segundos en diferentes direcciones haciendo sonreír más a SungHoon que aún seguía grabándolo.
-Ahora es tu turno. - ofreció el casco que tenía un largo cable arriba. -Oh, no, no, no me apetece. - SungHoon dio un paso atrás mientras todavía apuntaba el celular a su novio. -Bueno... - hizo un puchero y vio por sobre el aparato que el otro sostenía. -Aun así fue divertido.
El mayor solo asintió sin dejar de grabar, quería guardar cada segundo de él en aquel moderno aparato. Cabe decir que SungHoon y los celulares no son una buena combinación, hace apenas unos cuantos años que los smartphones habían sido inventados y él no se llevaba tan bien con la nueva tecnología, prefería, como él decía, todo a la vieja escuela, si era posible, escribir cartas y no esos horrendos mensajes tan cortos y sosos que se enviaban hoy en día. Por supuesto que podría uno, JungWon le había regalado uno muy recientemente, exactamente desde que conoció a SeonWoo y lo había ayudado con todos los pormenores de aquel moderno aparato.
Salieron de la sala de VR y caminaron por el pasillo que daba a otros lugares de juego, estaba ambientado con una temática de Halloween, en la pared habían pósters promocionales invitando a otras salas y encima de estos había huellas de manos con una pintura barata que simulaba la sangre; del techo de ese pasillo colgaba un fantasma, hecho al parecer de papel y cuando salieron a un vestíbulo más amplio unas bolas naranjas colgaban por casi todo el cielo raso.
-Vayamos a esos. - SeonWoo apretó la mano de su novio al mismo tiempo que levantaba la otra apuntando a unos raros aros del otro lado del lugar, caminaron aprisa hasta ellos.
Al menor le tomo menos de un minuto convencer a su novio de subir y jugar, "Si no lo intentas una vez no sabrás si eres bueno o no," y SungHoon se sentó frente a la amplia pantalla y coloco sus manos sobre el volante. SeonWoo explicó paso a paso y de forma emocionada como es que debía jugar y no se olvidó tampoco de grabar desde un ángulo favorecedor.
