Ganadores y perdedores

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-Beth, necesito ir al baño, inscríbete.

-Em, tú también deberías registrarte, puedes comprar ese lindo juego de carbón y papel.

-No soy tan buena contigo en el ajedrez.  La expresión del rostro de Beth se convirtió en algo que Emilie no pudo rechazar

-Está bien inscribiénos a las dos, pero cuento contigo para ganar.

- Sabes que me encanta ganar. 

Fue lo último que Emilie escuchó decir a su hermana antes de comenzar a hablar con los gemelos en la inscripción.  

Los juegos que jugaron fueron bastante fáciles.
Terminaron en menos de veinte movimientos, tuvieron que regresar al día siguiente para más juegos ya que ninguno de ellos había sido eliminado.

Ella tuvo que jugar al campeón reinante Harry Beltik primero.

Él parecía ser un poco  mayor que ella y bastante segura de que él ganaría este juego, por supuesto, ella todavía tenía algo de seguridad en sí misma y de que él al menos no la desintegraría por completo.

Ella puso en marcha su reloj  jugando con las blancas, ya tenía ventaja.  Él parecía "ir fácil" con ella, lo que honestamente la ayudó, pero una vez que se dio cuenta de que ella no era una completa inválida en el ajedrez, aumentó un poco la dificultad y ella cometió un error.  Había tantas cosas en esa habitación, juegos sucediendo por todas partes, hombres adultos que parecían estar a punto de llorar después de perder contra su hermana de quince años, y Beltik seguía abriendo la boca, lo que mostraba sus horribles dientes.
La caída de Emilie en su juego contra Beltik ocurrió cuando enrocó.  Ella no debió haber enrocado, en retrospectiva, debió haber sido fácil recuperarse, pero una vez que lo hizo, la sacó de su ritmo.

La emparejó en unos cinco movimientos, ella había perdido, no esperaba ganar todo, y al menos perdió ante el actual campeón en Kentucky, pero igual perdió como siempre, porque cometió un error. 

Terminó llegando en tercer lugar, su hermana entró primero.
E. Harmon perdió ante Beltik, mientras que el otro lo venció.

Em siempre supo que Beth podía vencerlo. El cerebro de Elizabeth Harmon hablaba muy bien el lenguaje del ajedrez.  A veces, cuando todavía estaban en el orfanato de Methuen, Emilie levantaba la vista de sus dibujos y veía a Beth mirando al techo durante horas después de tomar las píldoras verdes. 

A veces podía jurar que podía ver las piezas moviéndose en el reflejo de sus ojos.  El cerebro de Beth y Beth en su conjunto serían famosos algún día, ganando todos los torneos que se proponía, convirtiéndose en la primera de algo en ganar este título o la más joven en ganar este o aquel título.  Emilie probablemente terminaría como su madre adoptiva, la Sra. Alma Wheatley. 

 El único futuro que realmente podía ver por sí misma era uno en el que terminaría atrapada en un matrimonio, tal vez embarazada, perdiendo a su hermana en este mundo completamente nuevo mientras está atrapada en el mismo suburbio por el resto de su vida, o en  al menos así eran sus pesadillas.

Checkmate Benny Watts x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora