Último recurso

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-¿Por qué traes todas tus cosas?

-Bueno...
Emilie dio un paso hacia Benny dando un toque en su hombro.

-Me echaron de mi habitación de hotel y me quedaría con Harry, pero no hay suficiente espacio en su habitación de hotel ni para colocar una toalla

-Puedo darte dinero si lo necesitas.

Dijo Benny agarrando su mano para alejarse de ella.
Harry decidió que este era el momento perfecto para intervenir.

-Bueno, pensamos, pensé que tenían algunas cosas con las que lidiar, así que ¿Qué mejor manera que vivir en lugares cerrados?

Harry terminó su declaración con una sonrisa incómoda que mostró sus carísimos dientes.

-¿Es este tu último recurso?
Dijo Benny, volviéndose hacia Emilie. 

Ella asintió tan inocentemente como pudo, realmente estaba tratando de no terminar teniendo que compartir una cama con harry.

-Está bien, puedes usar el mismo colchón de aire que usó Beth.

-¡Oh, gracias a Dios!
Dijo, a punto de ir a abrazarlo, pero se detuvo antes de que realmente lo hiciera.

-Es solo por una semana más.

-¿Sigues ocultando todo esto a Beth? Harry apareció de nuevo para preguntar.

-Mhm, quiero que sea una sorpresa. Que sea especial. Ella no ha estado teniendo los momentos más fáciles últimamente. Harry asintió.

-Hablando de esto, hay menos de nosotros otra vez, así que estaba pensando en llamar a los gemelos.

-¿Los gemelos?
Preguntó Benny.

-Sí, probablemente tengas un rango demasiado alto para haberte dado cuenta o preocuparte por ellos, pero Mike y Matt estuvieron allí en el primer torneo de Beth. De alguna manera siguieron siendo amigos, viéndose ocasionalmente en torneos y esas cosas.

-Pensé que habían dejado de competir.  Intervino Harry.

-Bueno, lo hicieron, pero aun así fueron bastante buenos y necesitamos toda la ayuda que podemos conseguir.

Harry asintió de nuevo en acuerdo.

-Te importa si...?
Emilie hizo un gesto hacia el teléfono.

-Bueno, por supuesto, siéntete como en casa.
Dijo pasiva-agresivamente.

Benny había notado el pequeño insulto que ella le lanzó antes de pedirle usar el teléfono, después de que él accedió a dejarla vivir con él por un tiempo, gratis.

Mientras Emilie estaba al teléfono, Benny y Harry se sentaron en silencio.

Harry le dio a Benny un pulgar hacia arriba, lo que hizo que Benny respondiera con una mirada que decía "qué diablos" sin necesidad de decir una palabra.
Harry luego le hizo un gesto a Emilie y luego repitió el gesto de pulgar hacia arriba, lo que hizo que Benny le diera una mirada que decía qué carajo.

-Está bien, ahora están en Kentucky, así que les llevará un par de días llegar hasta aquí.

-Suena bien.
Comentó Harry rápidamente, ahora evitando la mirada de Benny.

-¿Vienen los chicos hoy?

-¿Los chicos?
Preguntó Benny, no porque no supiera de quién estaba hablando sino por la forma en que lo dijo.

Harry se convirtió en un chico de fraternidad en medio de la oración por alguna razón.

-¡Sí, los chicos! Arthur, y el otro.

-No, no vendrán hoy.
Aclaró Benny con otra mirada confusa.

-Ah, ok.

Hicieron más trabajo ese día que los demás, principalmente porque solo estaban ellos, fue mucho menos divertido.
Al final del día, llegó un momento en el que Harry tuvo que volver a su habitación.
Tardó mucho en despedirse, más por el bien de Emilie que por el suyo propio.

Emilie tuvo que ponerse pijama, así que él entró en su habitación para darle un poco de privacidad y le dijo que simplemente llamara a la puerta para hacerle saber que estaba decente.

Se cambió a un pijama rosa brillante. Tenía volantes y era algo que usaba cuando era adolescente. Simplemente resultó ser una de sus pijamas favoritas, así que la trajo con ella.
Mientras miraba a través de su ropa, encontró algo en su bolso que había olvidado que había traído.
Empujó una pila de cartas viejas al fondo de su maleta.

Llamó a la puerta y cuando Benny abrió desde el otro lado, se echó a reír.

-¿Qué?

-Lo siento, es solo que-
No pudo terminar su frase sin reírse más.

-Ugh. Eres un...

-Lo siento, es solo que esa es una pijama muy bonita para alguien con dos dólares a su nombre.

-Cállate, me voy a dormir.
Dijo tratando de inflar más el colchón de aire.

-Espero que no te ahogues en toda la tela rosa fuerte.

-¡Pareces más sorprendido por esto que cuando me viste desnuda!

-Bueno, mira, eso no fue un desastre rosa fuerte, tal vez todavía un desastre caliente, pero al menos no era rosa.

-Idiota.
Dijo Emilie en voz baja mientras se metía debajo de las sábanas para ignorarlo en rebeldía.

-Buenas noches, Emmy.

Fue lo último que dijo Benny mientras apagaba las luces y cerró la puerta de su habitación.

Emilie se quedó sintiendo frío. Un poco mentalmente pero más físicamente.

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