Capitulo 1

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"Odio la escuela" pensaba Zeta mientras veía a la maestra tomar lista de los alumnos presentes.

Zeta era una persona muy parlanchina y distraida por lo que los profesores, después de 4 semanas de clases, decidieron cambiarla al lado de un asiento vacío al frente del salón para tenerla más controlada.

"Zeta Utori".

La mencionada dejo de hacer sonidos golpeando la mesa con sus dedos "Presente."
La profesora al oír las palabras de la adolescente asintió y siguió con la lista hasta que la puerta se abrió dejando la entrada libre a un delincuente... o al menos eso parecía ya que el pelo mal teñido, los pantalones bajos, la mochila colgando de un solo hombro y las manos en los bolsillos eran todos los puntos que marcaban el estereotipo del delincuente juvenil.

"Tu debes ser Haitani Rindou, ¿Verdad?" Dijo la profesora ignorando la actitud rebelde del chico. "Siéntate al lado de Zeta." Apuntó a la chica que levantaba la mano ilusionada por tener un compañero de mesa.

"Genial, me tocó sentarme con la loca" Pensó Rindou mientras la profesora seguía tomando lista a los alumnos.

"Hola, me llamo Zeta, es un gusto conocerte, espero y nos hagamos buenos amigos."

Rindou sólo asintió y volvió su vista al frente, él no estaba en la escuela para hacer amigos.

Zeta iba a seguir intentando sacarle charla a su nuevo compañero, pero una mirada de la profesora la hizo retroceder y prestar atención a la pizarra. Al fin logró tener un compañero de mesa, no lo iba a perder tan rápido.

La clase pasó volando y en un parpadeo Zeta no sólo había rellenado la hoja de su cuaderno, sino que también los bordes con dibujos bastante extraños y un tanto oscuros haciendo que Rindou cada vez le tenga menos estima.

Al tocar el timbre del recreo, Zeta iba a hablarle a su compañero pero antes de que pudiera reaccionar al sonido de la campana, un joven de pelo trenzado abrió la puerta del salón interrumpiendo la clase.

"Ya es recreo." Dijo con el sonido del timbre de fondo.
Rindou, su compañero de mesa, se levantó y se fue, dejandola sola... aunque no tanto ya que segundos después el banco de Zeta se rodeó de su grupo de amigas como de costumbre.

Ya sentadas en el patio de recreo una de sus amigas sacó aquel tema de conversación que ninguna sabia como afrontar.

"Zeta se que es bastante difícil para ti pero, ten cuidado con tu compañero de mesa" Dijo una de sus amigas mientras partía a la mitad su turrón de maní y le convidaba a Zeta.

"¿Por?" Preguntó mientras mordia el turrón por el que tanto le había insistido a su amiga en dar un mordisco.

"¡¡Es un delincuente!!" Dijo ante lo despreocupada que se veía su amiga. "¿Qué no viste su forma de vestir?" Suspiró al recibir una mirada confusa de su amiga Zeta.

"¿Qué tiene? Choji también se viste así" Zeta expresó su disgusto ante la discriminación hacia el haitani.

"Y terminó en un reformatorio por rallarle el coche a la maestra" Su amiga le respondió sin entender como era que Zeta no se daba cuenta del posible riesgo que representaba Rindou Haitani.

"Zeta, oí un rumor sobre los hermanos Haitani, según este rumor ellos mataron a una persona sólo por diversión" Decía otra de sus amigas mientras se aplicaba un lápiz labial que llevaba en los bolsillos que le había agregado a su uniforme.

Ante eso último Zeta decidió escuchar las advertencias de sus compañeras, una cosa son maldades como el rallar un auto por una nota injusta, o pintar un graffiti en la fachada de la escuela quejándose por el respectivo director de esta, pero otra es matar.

Asintió mientras se comía el último pedazo de turrón y después de un breve silencio el timbre para entrar a clases se volvió a oír. Las tres chicas se levantaron y comenzaron a caminar de vuelta al salón, sin darse cuenta que ambos Haitanis las miraban con asco ya que las habían escuchado previamente hablar mal de ellos.

El último en entrar al salón fue Rindou quien, como todo maleante, entró 10 minutos tarde y no sólo se sentó bruscamente en el asiento, sino que en vez de mover la silla para ajustarse al banco, movió el banco para ajustarse a la silla, golpeando así a Zeta quien simplemente lo había ignorado.

Desde ese día en adelante Rindou comenzó a ser hostil ante Zeta.
Desde golpear el banco con el pie con impaciencia, hasta mover el banco cada que se sentía incómodo con su postura.
Zeta al contrario de lo que Rindou pensaba, era una persona con bastante paciencia y aunque realmente a veces le molestaba algunas cosas que el chico hacia, no iba a quejarse ya que esta probablemente seria su última oportunidad para tener un compañero de banco.

Generalmente después de las dos semanas del inicio de clases comenzaban los problemas para Zeta, este año no iba a ser distinto.

"El trabajo práctico se deberá entregar en dos semanas y se hará con su compañero de banco, pueden empezar desde ahora"

AUBonten - OC x Los BontenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora