Capitulo 23

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Zeta caminaba junto a los hermanos Haitani, disfrutando de su compañía y riendo juntos. Sin embargo, la atmósfera cambió de repente. Ran y Rindou se volvieron serios, y a pesar de que Zeta intentaba seguirles el paso, la distancia entre ellos se hizo cada vez más grande. Intentó llamarlos, pero su voz no salía, y solo podía ver sus espaldas alejándose en el horizonte.

"..."

Zeta despertó, empapada en sudor. Aunque el sueño había sido simple, dejó una sensación amarga que perduraría durante todo el día.

Después de bañarse y cambiarse, se dirigió a la escuela decidida a no faltar. Ni la falta de sueño ni la fiebre podrían detenerla. Además, había decidido aprovechar su enfermedad para molestar a Rindou más de lo necesario y usarlo en su contra con Ran. Hoy se vengaría de todas las veces que había gastado su dinero comprándoles el almuerzo.

Sin embargo, para su sorpresa, los Haitani no asistieron a la escuela ese día, ni los siguientes. Zeta empezaba a pensar que tal vez tenía poderes sobrenaturales y que su sueño había sido premonitorio.

"No, es imposible", murmuró, imitando el gesto de lanzar telarañas de Spiderman.

El fin de semana llegó, y después de intentar contactar a los hermanos sin éxito, decidió ir a buscarlos a su departamento. Pero al llegar allí, solo encontró un periódico tirado en la entrada. Aunque no era algo inusual, ya que una de las extrañas manías que tenia el mayor de los Haitanis era leer el periódicosolo por el simple hecho de que el creia que se vería interesante y único, en fin cosas de personas excéntricas.

Zeta se enfocó en la foto de la primera página y su corazón se apretó. Reconoció el cabello blanco de una persona tendida en el suelo. "Pelea de bandas termina con 5 muertos y más de 20 heridos", decía el titular. Zeta tomó el periódico, que estaba húmedo por haber estado allí durante mucho tiempo, y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. En silencio, se sentó junto a la puerta del departamento de los Haitani y comenzó a leer el artículo.


eso no era una cosa anormal ya que una de las extrañas manías que tenia el mayor de los Haitanis era leer el periódico, no por que le interesara, era mas porque el decía que se vería interesante y único, en fin cosas de personas excéntricas.

La visión de Zeta se enfoco en el periódico, se había quedado bloqueada ante la foto que presentaba en primera plana, aquel cabello blanco que presentaba la persona tirada en el suelo lo conocía muy bien. "Pelea de bandas termina con 5 muertos y mas de 20 heridos" era el titulo de la nota. Decidió levantar aquel periódico húmedo a causa de estar tirado tanto tiempo allí y las lagrimas que se encontraba ahogando Zeta comenzaron a rodar por sus mejillas, de manera silenciosa se sentó al lado de la puerta de la vivienda de los Haitanis y empezó a leer.

"Definitivamente la inseguridad en Tokyo cada día crece mas y mas, la consecuencia de esto esta llevando a mucha gente a vender sus propiedades y mudarse a los alrededores así mantener su trabajo y al mismo tiempo contar con mas seguridad para la familia. Lastimablemente a día de hoy Japón se ha vuelto mas insegura haciendo que ni en una ciudad pequeña como Yokohama se este seguro, muchas pandillas se han formado y tomaron la suficiente fuerza como para dejar de ser solo "Un juego de niños" y lo que paso el día 2 de Diciembre fue una clara muestra de ello cuando dos pandillas con gran renombre se enfrentaron, hasta ahora se sabe de cinco fallecidos y mas de veinte heridos de gravedad.
Uno de los lideres, con descendencia filipina, cayo en batalla y aunque la autopsia esta siendo llevada a cabo se sabe que murió a base de tres disparos..." Zeta parpadeo varias veces en un claro estado de shock, sabia que Izana no era completamente Japonés pero el obviar aquel rasgo y decir solamente la descendencia filipina era una clara muestra de lo amarillista que era aquella prensa. "Los siguientes nombres son de algunos de los fallecidos, se cree que hubo muchos mas sin embargo todavía se esta llevando a cabo la investigación correspondiente..." A pesar de que le dolía leer aquel articulo decidió seguir, sabia a causa de la imagen para nada censurada que Izana era uno de los fallecidos pero... y si alguno de los Haitanis había caído? probablemente era por eso que habían dejado de asistir a la escuela... o también podrían estar en el hospital, todavía quedaba un poco de esperanza. "Kichiji Hiramine ,Kisaki tetta, Setsuya Miwa, Izana Kurokawa, Eisaburo Shinjo, Kakucho Hitto, Takahiro Sendo y Yasuhiro Muto son alguno de los fallecidos y heridos a gravedad producidos en esta tragedia..." Zeta dejo de leer, se preguntaba porque todas las personas con las que se relacionaba decidían dejarla, pensamientos negativos comenzaron a girar en torno a su cabeza haciéndola sentir que ella era la causa de la mala suerte de aquellos a quien amo, seguramente por eso sus padres la habían dejado sola.

Se levanto dispuesta a irse, dejando el periódico donde lo encontró y mientras se daba vuelta para comenzar a caminar a su casa un hombre mayor le llamo la atención.

"Oh jovencita, de casualidad vienes buscando a la familia que vivía en ese departamento?" Zeta asintió sin hacer el mínimo ruido, el hombre en respuesta comenzó a caminar hacia ella con la ayuda de su bastón. "Hace un par de días decidieron dejar el departamento, me dijeron que si llegaba a venir una jovencita de su edad le entregara esto" dispuso a sacar una pequeña bolsa celeste con detalles dorados de su bolsillo dejándosela en las manos a Zeta y dándose la vuelta comenzando a irse por donde había venido. "Probablemente a estas alturas ya estén fuera de Japon, al parecer decidieron ir a estudiar al exterior." Eso fue lo ultimo que había dicho antes de desaparecer por las escaleras dejando a Zeta mas que confundida, no dudaba que Ran quisiera irse a otro pais pero... Rindou? El mismo Rindou que deseaba comprarse un departamento en el centro de Tokyo solo para llenarlo de figuras coleccionables de sus dibujos animados favoritos.

Exhalo frustrada mientras guardaba la bolsita que le había dejado el anciano en uno de los bolsillos, se reusaba a ver lo que esta contenía mientras su corazón se encontraba adolorido, sus amigos se habían ido y esta vez para siempre.

"La inseguridad en Tokio está creciendo cada día más, llevando a muchas personas a vender sus propiedades y mudarse a las afueras en busca de seguridad para sus familias. Desafortunadamente, Japón se ha vuelto más peligroso, y ni siquiera ciudades más pequeñas como Yokohama están a salvo. Se han formado muchas pandillas que han ganado suficiente poder como para dejar de ser solo 'juego de niños'. El 2 de diciembre, dos pandillas de renombre se enfrentaron, resultando en cinco muertos y más de veinte heridos graves. Uno de los líderes, de descendencia filipina, cayó en la batalla y, aunque la autopsia aún está en curso, se sabe que murió por tres disparos...". Zeta parpadeó varias veces, en estado de shock. Sabía que Izana no era completamente japonés, pero omitir ese detalle y mencionar solo su descendencia filipina mostraba lo sensacionalista que era la prensa. "Estos son algunos de los nombres de los fallecidos; se cree que hubo muchos más, pero la investigación está en curso...". Aunque le dolía leer el artículo, decidió seguir. Se preguntó si alguno de los Haitani había caído en esa pelea. Tal vez por eso habían dejado de asistir a la escuela, o podrían estar en el hospital. Aún había una pequeña esperanza. "Kichiji Hiramine, Kisaki Tetta, Setsuya Miwa, Izana Kurokawa, Eisaburo Shinjo, Kakucho Hitto, Takahiro Sendo y Yasuhiro Muto son algunos de los fallecidos y heridos graves en esta tragedia...". Zeta dejó de leer. Pensamientos negativos empezaron a rondar su cabeza, haciéndola sentir que ella era la causa de la mala suerte de aquellos a quienes amaba. Seguramente por eso sus padres la habían abandonado.

Se puso de pie, decidida a irse. Dejó el periódico donde lo encontró y, mientras se daba la vuelta para empezar a caminar hacia su casa, un hombre mayor llamó su atención.

"Oh, jovencita, ¿viene a buscar a la familia que vivía en este departamento?", le preguntó el hombre. Zeta asintió sin emitir sonido. El hombre se acercó a ella, apoyándose en su bastón. "Hace unos días, decidieron abandonar el departamento. Me dijeron que si venía una jovencita de tu edad, le entregara esto". Sacó una pequeña bolsa celeste con detalles dorados de su bolsillo y se la entregó a Zeta. Luego, se dio la vuelta y comenzó a alejarse por donde había venido. "Probablemente ya estén fuera de Japón en este momento. Al parecer, decidieron ir a estudiar al extranjero". Fueron las últimas palabras que dijo antes de desaparecer por las escaleras, dejando a Zeta confundida. No dudaba de que Ran quisiera irse a otro país, pero ¿Rindou también? ¿El mismo Rindou que quería comprar un departamento en el centro de Tokio para llenarlo de figuras coleccionables de sus dibujos animados favoritos?

Exhaló frustrada mientras guardaba la bolsa que le había dado el anciano en uno de sus bolsillos. Se negaba a ver su contenido mientras su corazón se llenaba de dolor. Sus amigos se habían ido, y esta vez, para siempre.


AUBonten - OC x Los BontenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora