𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 7.

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 ||    𝐏𝐚𝐬𝐚𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨𝐬, 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬𝐭𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨 𝐲    𝐜𝐞𝐥𝐨𝐬.||

𝑯𝒐𝒈𝒘𝒂𝒓𝒕𝒔, 10 𝒅𝒆 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒅𝒆 1976.

Los pensamientos pueden llegar a ser tan agotadores, nadar en ellos por tanto tiempo la hacían sentir ahogada y por ello trataba de contraatacar. Era ahogarse en sus pensamientos o ahogarse en pasatiempos, y ella definitivamente prefería la segunda.
Alessia siempre ha sido amante todo, dentro de ese todo se encontraban los colores y la joyeria. Y tenía un pasatiempos que amaba y juntaba sus dos amores ya mencionados. Armar pulseras.

Lo hacía desde hace tanto que ya no recordaba bien que otra cosa hacía antes de ello. Solo recordaba que un día su tío llegó con una enorme caja, caja que entró inmediatamente en las cosas que ella amaba.

Era transparente y con detalles en color lila con muchas secciones llenas de distintos materiales para hacer distintas pulseras. Desde cuentas de colores hasta largos hilos para brazaletes tejidos y distintas herramientas. También recordaba lo histérico que se puso su papá al ver que su hermano era tan irresponsable como para darle unas tenazas y alicates a una niña de tan solo 5 años, el trató de calmarlo alegando que al darle eso haría más amigos, la verían como la niña cool de las pulseritas, que equivocado estaba.

En su defensa el pensaba que su sobrina usaría unas cuantas de sus creaciones de vez en cuando, no que las usaría todas al mismo tiempo. Pero nadie le dijo nada, ella se veía feliz así, y era lo que importaba.

Con el tiempo Alessia aprendió a usar todo eso, perfeccionando y creando cosas distintas cada vez. Al principio eran pulseras, luego fueron también collares, anillos y aretes, cualquier cosa y de cualquier material ella las hacía y usaba, o también las regalaba.

Se dió cuenta que era algo que la mantenía ocupada y que le fascinaba, era relajante para ella y por ello estaba haciéndolo justo ahora, lo necesitaba, necesitaba distraerse para no caer en la desesperación y ansiedad.

Empezó a pensar en la persona a la cual se lo regalaría, pero dejo de hacerlo cuando pensó en todos los posibles  "y si"...

"¿Y si no le gusta?", "Y si piensa que es patético" eran unas de las cosas que pasaban por su mente.

Pero era mejor dejar de lado los "y si" he ir a por todo... Eso diría si fuese otra persona, pero era Alessia y sin darse cuenta se estaba ahogando en sus pensamientos nuevamente.

Al terminar con el brazalete salió de su alcoba y se dirigió a ningún lado en específico. Ni siquiera sabía dónde podría encontrarse el y si es que estaba en su sala común entonces estaría jodida.

Iba bajando hacia su sala común, había una cantidad considerable de personas y algunos al verla bajar por la escalera se le quedaron viendo, para luego empezar a cuchichear. Desde tal vez su segundo año se dió cuenta de que varias personas murmuraban cosas sobre ella, y en su tercer año esos murmullos aumentaron, agregando muchas más cosas, como el uso del horroroso guante que cargaba o el echo de que ahora se veía más rara de lo que ya era.

¿Era normal? Tal vez no, pero Alessia ya estaba familiarizada con ello. No le dió tiempo de salir por la puerta del lugar cuando alguien la llamó.

Al voltearse se encontró con un chico, bastante más alto que ella, aunque bueno, toda persona de su edad era más alta que ella.

—Lamento interrumpir su caminata, señorita, pero quería saludarle.- dijo el joven.

—Eh, pues hola.- le habló con nerviosismo la niña.

𝖯𝗎𝗋𝗉𝗅𝖾 𝖯𝖺𝗂𝗇.- 𝖱𝖾𝗀𝗎𝗅𝗎𝗌 𝖡𝗅𝖺𝖼𝗄.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora