Prólogo

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  Hipo

  Me encontraba apuntó de irme con Chimuelo para jamás volver a Berk, no podía matar al dragón ni quería hacerlo, ellos son unas criaturas magnificas, son buenos e incluso amigables si no les muestras peligró, todo lo qué creíamos de ellos esta mal y lo comprobé, una vez qué te ganas su confianza pueden volverse tus amigos.
  Deje mi bolsa con ropa a un costado mientras pensaba a donde podríamos ir.

—Chimuelo, nos tomares unas vacaciones...Para siempre —Al momento qué me doy vuelta veo a la chica qué siempre ame Astrid.—Ah Astrid, hola astrid hola astrid

—Asi qué ¿Te vas? Y se puede saber ¿A dónde? ¿Con quien? —Se acercaba a mi a pasó amenzador con su hacha hasta qué Chimuelo aparece, traté de calmarlo al igual qué a ella, me miro por unos segundos antes de irse no sabía que hacer pero decidí explicarle, de cierta forma la "rapte" pero mi hermoso amigo la hizo sufrir en el aire.

  Chimuelo no se calmó hasta qué ella comenzo a decir qué lo sentía, entonces fue cuando empezamos a volar tranquilamente por las nubes, Astrid quedo fascinada mirando todo Berk en lo alto con el atardecer sentí sus brazos abrazarme y no pude evitar sonreír, nos mantuvimos en lo alto hasta qué algo extraño ocurrió una manada de dragones apareció sin previo avisto. Chimuelo nos condujo a donde ellos estaban yendo y lo qué vimos nos sorprendió y aterró, un dragón que manda a otros para qué lo alimenten si no se los come.

  Cuándo se comió al Gronckol escapamos lo más rápido que pudimos hasta llegar al lugar dónde Astrid nos descubrió.

—No no tiene sentido, son los obreros ella es la reina...hay qué decirle a tu padre.

—No astrid espera, van a matar a Chimuelo no podemos decirles.

—Hipo acabamos de hayar el nido de los dragones lo qué los vikingos buscamos por años ¿Y quieres ocultarlo? ¿Para proteger a tu dragón mascota?

Mi expresión cambió a una sería mirándola, lo cuál la sorprendió —Si.

—Está bien, pero ¿Que haras?—Me conmovi al saber qué me comprendió.

—Solo dame hasta mañana—Asintio en respuesta hasta qué senti un golpe en mi brazo. —Auch

—Esto por raptarme y esto—Me beso la mejilla— Por todo lo demas...

  Sentí mis mejillas sonrojarse y sonrei como tonto hasta qué sentí la mirada de mi amigo en mi por lo qué me propuse en pensar otra cosa. Se qué hablar con mi padre no serviría, no me queda otra opción qué irme de Berk pero no sin antes liberar a los otros dragones.

—Lo lamento astrid pero debo irme...

  Fui a la arena de entrenamiento con mucho sigilo, ya qué por suerte todos estaban en el gran salón, sin mucho ruido los liberé uno por uno para luego poder ganarme su confianza. Monte en Chimuelo e hice que me siguieran para comenzar una nueva vida lejos de todos.

Adios Berk.

𝑽𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒂 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒓  (𝑯𝒊𝒄𝒄𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora