Capítulo 7

532 34 15
                                    

Narrador

Luego de la inesperada bienvenida de Drago Manodura a la isla de los defensores del Ala, la reina Mala aumento la seguridad ante todo, tratando de averiguar como pudo ocurrir aquello. Todo el pueblo estaba alterado pues nadie sabía que ocurría a excepción de los Berkianos, los jinetes y la reina, comentarlo con todos causaría pánico en la isla y eso era algo que querían evitar a toda costa.
Estoico junto a Bocon se puso a pensar en lo que buscaba hacer Drago con todos esos dragones capturados, pues el no se olvidaba que fue el causante de perder a su amada Valka hace años atrás. Y aunque quería ir a buscarlo no podría derrotarlo sólo, quizá años anteriores lo hubiera hecho pero a raíz de todo lo ocurrido, su gente era importante, los dragones y su familia.

Todos tenían duda respecto a algo, nadie comentaba ni una sola palabra del porque Astrid se puso de esa forma, eran preguntas que rondaban la cabeza de muchos principalmente la de Hipo, quien no se despegó de ella en toda la noche al momento qué la dejó en su habitación. Sabía que lo que dijo Astrid de no confiar en el le dolió. No iba a negar que ella tiene razón pero tampoco no se ponían a pensar en el sufrimiento de el, ser la deshonra de todo un pueblo, de su padre, sentir que no valía para nada lo destruía siempre.
Astrid fue siempre su lugar feliz, con solo verla todo mejoraba siempre, y aunque eran diferentes los momentos que compartían juntos cuando eran niños lo hacía valer cada momento. Pues si antes de que ella se metiera mucho al mundo de los guerreros, se pasaba parte de su tiempo con Hipo, escuchándolo hablar de como sería un gran guerrero con las cosas que inventaria; el amaba dibujarla en su cuaderno, detallar a la perfección sus ojos azules como el cielo eran algo que lo volvía loco, hasta que llegó el distanciamiento, ella se centro más en volverse fuerte, pasaba más tiempo con los gemelos, Patan y Patapez e Hipo fue "olvidado".

Hipo

Veía como sus respiración era lenta al dormir, por lo que me comentó Brutilda hace apenas unas horas es la primera vez que duerme tan plácidamente después de muchos años, quiero saber el porque le está pasando todo esto, sus ataques, su mal sueño, mal alimento ¿Qué fue lo que sucedió contigo Astrid? Acaso, ¿Fui yo el causante de ésto?
Siento como mi corazón comienza acelerarse al momento que pongo mi mano von la suya y me sorprendo, creía que el sentimiento estaba apagado, no es solo por el momento nada más.

-¿As... Qué te sucedió?-Susurro en voz baja mirándola con tristeza, su piel es mas pálida que antes, las ojeras que tiene se notan mucho pero eso jamás deja atrás su belleza.

-Seren...Gisli...Tormenta, no se vayan -Comenzo a susurrar unos nombres al momento que lágrimas empezaron a salir, parecía que cada vez su sueño se volvía peor de lo que era trataba de moverla para despertarla pero no me hacía casó, hasta que abre los ojos y grita un nombre que me deja helado- ¡Zephyr No!

-Astrid...-Su cabeza gira encontrándose conmigo, sus ojos siguen soltando lágrimas, sin esperar un segundo más algo la trae de vuelta aca y comienza a secarse las lágrimas de forma rápida. -¿Que es lo que sucedió?

-No te importa Hadocck. -Quita su mano de forma rápida alejándola de la mía.

-Astrid, Drago Manodura va a por ti e incluso por todos nosotros, pero dejo en claro que eres su blanco ¿Por qué? ¿Que fue lo que le hiciste para provocar tanto su ira? -Mi tono de voz va elevandose un poco al no obtener respuesta en nada pero su mirada sigue igual de Tenue ante mi. -¿¡Por amor a Thor puedes responderme!? Debo salvar a mi pueblo los defensores del Ala, a los dragones.

-Que hayas vivido cinco años aquí olvidando a todos no quiere decir que dejamos de ser tu pueblo también Hadocck. - su mirada fría y con tristeza me hizo darme cuenta que me pase al gritarle, me acerco a ella pero se aleja.

𝑽𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒂 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒓  (𝑯𝒊𝒄𝒄𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora