Capítulo 5

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Astrid.

Luego de la charla qué tuve con Heather me quedé pensando en lo qué dijo, aunque simplemente lo ignoré ya no hay espació para la diversión en mi vida y jamás lo habrá. Me levantó admirando cómo todos hablaban felices, mis amigos comían como si no hubiera un mañana lo cuál me hizo reír.
La música sonaba muy alta recordaba los días de Berk en los cuáles celebrabamos el Snopgeltol. Mi risa desaparece al instante, los cazadores asesinaron a muchas personas aquél día, madre...padre..hermanos, ¿Por qué no pude estar ahí? Tal vez habría logrado salvarlos.

Cuándo Hipo me dejó horas después qué hayamos tenido una noche apasionada mi corazón se rompió en pedazos, pero eso no fue lo peor semanas después me sentía demasiado mal, vomitaba, tenía mareos, cambios de humor, etc sabía lo qué sucedía mama una vez me habló de aquello.
No quería decepcionarlos por lo qué inventé una excusa de qué me dejarán irme sola a entrenar durante unos meses, recorrer otros lugares. Por supuesto me dejaron ya qué pensaban qué era buena idea volverme más fuerte, cuándo emprendí mi viajé con bastante comida y oro no esperaba que todo fuera tan complicado desde ése instante.

Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos concentrandome en la caminata disfrutando cómo todos están felices, hasta que se escucha cómo unos niños discuten por algo, captando la atención de todos hasta qué un niño llora entré ellos y los demás se empiezan a reír eso me enojó mucho.
No pude evitarlo y me acercó esquivando a todos, la reina Mala trata de saber qué pasó pero simplemente los niños se reían del qué estaba llorando.

-Argur no tiene dragón patético -Dijo una niña riendo.

-Ja, es porque eres inútil. -Menciona un chico.

-Si encima qué eres muy flaquito, no comprendo porque entraste para entrenar y ser un Jinete. -Habló el más musculoso de esos pequeños.

Apenas tiene como 10 años ¿Y ya hacen ese tipo de burlas?

-Dejen de molestarlo cabezas de carnero. -Una niña de pelo rubio y ojos azules grisáceos se paró enfrenté mirándolos sería, sonrió de costado al recordarme así de pequeña.

-Aaaah una mini Astrid -Grita Brutacio a lo cuál mis amigos le dan la razón.

-Oh por favor Freyja, solo bromeamos lindura. -Le guiña su ojo.

-Ahg imbécil -Le dio un puñetazo haciéndolo caer y generando risas.

-Recuerdos de cuándo Astrid hacia lo mismo con Patan- Menciona patapez.

-¿En serio era así de niño? Agradezco ya no serlo, es realmente patético.

La niña extendió su mano al chico éste se sonrojó y con una sonrisa trato de agradecerle, es como ver a un mini Hipo.

-G-gracias Freyja yo bueno, lamentó qué me hayas ayudado.

-¿Por que fue qué esos cabezas de carnero te molestaron Argur?

-Aún ningún dragón me ha elegido, pero se qué llegará el indicado,-hablaba con mucha confianza lo cuál hizo sonreír a la mini yo.-y también porque quería darte un regaló de cumpleaños. -Detras suyo sacó una caja estaba por dársela cuándo el mismo niño de antes se interpuso.

-Deiger ya basta, eso no es apto de un Jinete -Lo regaña la Reina, a lo cual el tal Deiger asiente devolviendo lo qué le sacó al otro chico.

𝑽𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒂 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒓  (𝑯𝒊𝒄𝒄𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora