Capítulo 8

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-DAVID-

Llevábamos alrededor de 30 minutos corriendo en la pista, porque según el Sr. Connor, el entrenador, habíamos perdido nuestra forma física durante el verano, y a hasta que no la recuperáramos no empezaríamos las prácticas  con el balón. Este sería mi segundo curso como capitán, desde hace 5 años nuestro equipo había obtenido el primer lugar en la liga deportiva que se realizaba entre las ciudades vecinas donde participaban un total de 50 colegios, y este año estábamos dispuestos a mantener el puesto como los mejores, por lo que si el entrenador decía que nuestra forma física no era la adecuada y ese era el entrenamiento que necesitábamos lo cumplíamos sin rechistar y con la mayor disposición, a él le debíamos permanecer invictos en el último quinquenio, antes de él ni siquiera  a semifinales había llegado el equipo.

-En cinco minutos terminan esta ronda- dijo por el megáfono, entonces recibió una llamada, al ver su cara de angustia y preocupación dejamos de correr y nos acercamos hacía donde se encontraba, cuando estuvimos a su alrededor dos lágrimas rodaban por su mejilla
-Me acaban de llamar del hospital, encontraron a mi hijo en un callejón apartado desangrándose luego de recibir varios disparos, lo van a entrar de urgencias al salón, no pudieron decirme la gravedad de su situación- nos dijo tratando de sonar lo más firme posible- David quedas a cargo del equipo en los próximos días, demuestra por que eres el capitán- y sin más salió apresurado a recoger sus cosas para marcharse.
No recordaba su nombre, pero si lo había visto varias veces en algunos clubes, era conocido por vender drogas y por las continuas peleas en las que se metía, toda una joyita pero era el único hijo del entrenador y su esposa, los tiros que recibió seguramente fueron por un ajuste de cuentas, ya era el sexto evento de este tipo en la ciudad en lo que iba de año, ninguno había sobrevivido para contar lo sucedido y lo hacían sin dejar ningún tipo de pruebas, por lo que nadie sabía con exactitud lo que estaba sucediendo.
Traté de calmar los ánimos de mis compañeros y continuamos con el entrenamiento durante una hora más, al terminar nos dirigimos a las duchas, para llegar hasta los baños debíamos pasar por el gimnasio donde se encontraban las pistas de básquet que en ocasiones también se utilizaban para otros deportes en los turnos de educación física, cuando entramos me detuve al ver el gran número de chicas que aún se encontraban ahí para las audiciones del equipo de porristas, luego de los logros de nuestro equipo muchas chicas se sentían interesadas por ser nuestras animadoras y disfrutar de cerca de nuestras victorias, ellas nos acompañaban a todos los partidos, y tenían gran aceptación entre los jugadores, tanta era la aceptación que habían varias parejas entre porristas y basquevolistas, en mi caso había sido novio de Kate, la capitana femenina, esa relación comenzó cuando fui elegido como líder, a partir de ese momento fui muy popular entre las chicas y aproveché ese subidón de autoestima para conquistar a Kate, solo duramos tres meses, en ocasiones sentí que sus sentimientos hacia mí no eran sinceros y que solo se aprovecha de nuestra relación para aumentar su estatus social, luego ella también fue elegida como capitana y a las pocas semanas cortó conmigo, no les voy a negar que esto  me dolió, pero preferí que cortáramos por las buenas y permanecer como amigos y no una ruptura tóxica.

Kate era una chica con un carácter fuerte y dominante, de pelo castaño lacio que llegaba hasta sus caderas, con unas curvas de impacto, siempre conseguía ser el centro de atención cuando salía a la pista con su minifalda y sus pompones. Seguí caminando y me situé  a su lado, permaneciendo de pie, en una mesa donde se encontraba con otras 4 chicas, las audiciones consistían en improvisar una coreografía con la pista que saliera en aleatorio, y luego entre las mejores elegirían 5 para comenzar en el equipo. La chica que estaba bailando en ese momento no lo hacía muy bien, se escuchaban varios comentarios negativos, ya Kate se veía extenuada.

-Jane Stuart tu turno- digo por el megáfono con voz cansada, me sorprendió ver a Jane ahí, no me parecía del tipo de chicas fan al deporte y las competiciones, desde hace algunas semanas la había estado observando en su trabajo de medio tiempo, aunque no había cruzado palabra con ella hasta hoy en el almuerzo, me parecía muy linda y tenía cierta atracción hacia ella, además de que no entendía el interés que tenía mi padre con esta chica.

La música aún no había comenzado y Jane se veía algo nerviosa, se encontraba mirando al piso si hacer contacto visual con nadie, llevaba unas mallas rojas que se ajustaban muy bien a su cuerpo remarcando sus curvas,  una camiseta blanca y el pelo recogido en un moño alto, comenzó a sonar por los altavoces Swalla de Jasson Derulo, me gustaba mucho esa canción, así que no mi iría de ahí sin ver ese baile. Me quedé boquiabierto cuando empezó a moverse con tanta destreza y sensualidad, no me imaginé que fuera  tan buena, para ahorrar tiempo solo bailaban por dos minutos por lo que pararon  la música y todas las chicas que estaban a la expectativa le dieron un aplauso, al que me uní y ahí fue cuando su mirada hizo contacto con la mía, y algo apenada enseguida cambió la vista hasta Kate, quien sin inmutarse tomó el megáfono para llamar a la siguiente, vi a Jane perderse entre la multitud y yo me dirigí hacia las duchas antes de que alguna de las presentes se dieran cuenta de la erección que tenía, al llegar ya todos mis compañeros se habían marchado y aproveché para satisfacerme mientras me bañaba como puberto hormonal.

Cuando me estaba terminado de arreglar recibí un mensaje de mi padre con la dirección de la casa en la que cenaríamos esa noche, ya estaba acostumbrado a ese tipo de cenas con sus socios donde fingíamos ser la familia perfecta, cuando a puertas cerradas no era así, mi padre era un mujeriego empedernido pero siempre había sido muy discreto para mantener su fachada de político exitoso, buen padre y marido, mi madre estaba enterada de todo ello y no le dijustaba, mientras no le faltara dinero en sus tarjetas de crédito para ir de shopping y spa con sus amigas seguiría siendo la esposa perfecta y primera dama de esta ciudad sin interponerse en los negocios turbios que agrandaban nuestra fortuna.

La dirección se encontraba a 20 minutos del instituto, era en la zona residencial de la ciudad un poco alejado de la costa, donde se encontraban los condominios más lujosos, cuando me estaba acercando el carro de mi padre también estaba llegado, lo seguí hasta llegar a nuestro destino, bajé y mi dirigí a abrirle la puerta a mi madre como todo un caballero, dándole un beso en la mejilla.
-Está usted muy hermosa hoy señora Richarson- le dije cariñoso. Mi madre era una mujer rubia de ojos azules muy hermosa, pero como si eso no fuera suficiente su mejor amigo era el cirujano plástico, aunque lo negara en público afirmando que su belleza era natural, la envidia de cualquiera, en varias ocasiones había discutido con mis compañeros porque no me gustaban como se referían a ella como la madre más sexy y apetecible de Villa Coral.

Al entrar a la propiedad fuimos recibidos por un mayordomo quien nos guió hacia el salón principal donde nos esperaba, el supuesto empresario y su esposa, nos recibieron con gran amabilidad realizando las presentaciones pertinentes e invitándonos a sentar, menuda noche de tedio la que me esperaba, me sentía como un inútil en ese tipo de cenas, mi padre no me dejaba participar del todo en sus negocios y sentía que me ocultaba cosas importantes.

Mi noche se alegró cuando la vi bajando por las escaleras con un vestido rojo de tela, de tirantes, y su cabello negro se encontraba suelto rosando sus caderas.-Disculpen mi tardanza- enseguida mi madre saludó a Jane con dos besos, mi padre solamente le dio una mirada como saludo, cuando estuvo frente tomé su mano y deposité un beso sobre la misma aspirando el olor de suave y delicada piel, pude ver como se ruborizó ante mi gesto, cambiando se expresión de sorprendida ante mi presencia a apenada.

Tienen una hija muy hermosa- comentó mi madre- de seguro será una digna heredera para los Hoteles Star.
No solo guapa sino talentosa e inteligente sin duda una digna heredera-comentó el Sr. Stuart lleno de orgullo, y en ese momento todo encajó en mi mente, este era el interés que tenía mi padre en esta chica y el  porque me había pedido que me acercara a ella, siempre había acatado las órdenes de mi padre y esta vez no sería la excepción solo que esta orden me gustaba y disfrutaría pasar tiempo cerca de Jane.

Cuando íbamos a pasar al comedor mi celular sonó, me aparté un poco para contestar la llamada. –
Disculpen per tengo que marcharme, me acaban de avisar que el hijo de nuestro entrenador no sobrevivió a la cirugía, y todos los miembros del equipo iremos hasta allá como muestra de apoyo- mi padre me fulminó con la mirada pero no había nada que pudiera hacer para retenerme, me despedí de todos y fui hacia el hospital.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2021 ⏰

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