⠸Third ⠸

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— Intentemos algo, Saki, veremos si te gusta — soltó Hanma, con un tono de voz que no llegaba a ser un susurro, pero era lo suficientemente bajo como para alborotarle las hormonas al rubio

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— Intentemos algo, Saki, veremos si te gusta — soltó Hanma, con un tono de voz que no llegaba a ser un susurro, pero era lo suficientemente bajo como para alborotarle las hormonas al rubio. Kisaki asintió de manera instintiva, él confiaba en Hanma, sabía que él sería incapaz de dañarlo. Kisaki confiaba en Hanma ciegamente.

Hanma se encargó de acortar la distancia entre ambos cuerpos, tanta era la cercanía que Kisaki podía sentir la calidez del cuerpo de su contrario tan cerca del suyo propio. Y de pronto, el cuerpo del rubio comenzó a temblar, no sabia si era por los nervios de saber que era lo que Hanma quería intentar o si era por la casi inexistente distancia que había entre ellos.

No contento con la corta distancia entre sus cuerpos, Hanma decidió acortar la distancia entre sus rostros también. Cuando sus rostros estuvieron lo sufrientemente cerca, Hanma dio una calada a su cigarrillo, instintivamente Kisaki cerró los ojos y el pelinegro quedo fascinado ante la imagen de Kisaki con las pestañas reposando pacíficamente sobre su rostro cubriendo el bello color de sus ojos, con sus labios sutilmente abiertos, su piel canela con aquel suave rubor pintando sus mejillas y su cabello algo desordenado por la brisa con algunos mechones rebeldes cayendo sobre su frente.

Hanma se quedo apreciando a Kisaki por unos segundos más, tratando de grabar en su memoria hasta el más pequeño e insignificante detalle de la imagen que le daba el rubio, quien hasta ese momento había permanecido en la misma posición durante todo ese tiempo, aspirando por la boca la mayor parte del humo que le era posible; termino embriagándose con el aroma del humo combinado con el aroma del perfume de Hanma.

Cuando el humo se disipó completamente, Kisaki abrió los ojos lentamente y se topó con Hanma sonriendo suavemente. Su corazón se aceleró, como cada vez que contemplaba el rostro del pelinegro, que su corazón se acelerase de esa manera era algo muy normal, casi cotidiano.

— ¿Y bien, que te pareció? — interrogó Hanma, sacándolo de su ensoñación.

— S-se sintió bien, ¿Podrías volver a hacerlo? — Kisaki volvió a mostrar una tímida sonrisa, haciendo que Hanma sonriera enternecido por milésima vez.

Sin dar una negación o afirmación, Hanma posó su mano sobre una de las mejillas de Kisaki y volvió a acortar la distancia. Una vez ambos estuvieron a una distancia lo suficientemente corta volvió a dar una calada del cigarrillo y retuvo el humo, para luego acercarse aún más al rostro del chico contrario hasta hacer que sus labios tengan un ligero roce, sin llegar a ser un beso, ambos cerraron los ojos disfrutando del placentero roce que tenían sus labios entre si.

 Hanma liberó el humo retenido, pero a diferencia de la anterior vez, liberó el humo dentro de la boca de Kisaki. El humo abandonó por completo la boca de Hanma y parte de este se instalo al interior de la boca de Kisaki, quien libero el humo lentamente en el aire y a pesar de que el humo había desaparecido, Hanma seguía tomando a Kisaki de la mejilla, mientras su otra mano sostenía el cigarrillo. 

Para este instante Kisaki había olvidado como respirar, por ello temía desmayarse en cualquier momento por la falta de aire en sus pulmones, que con cada segundo que pasaba comenzaba a hacerse más notable.

Kisaki se hallaba en un debate mental, por un lado rogaba a los dioses para que le permitieran quedarse así junto a Hanma por más tiempo y por el otro lado rogaba a los dioses para que Hanma lo soltara, porque sentía que estaba a nada de desmayarse.

Y para suerte y desgracia de Kisaki, Hanma se alejó en un movimiento suave y tranquilo, pero aún sostenía su mejilla.

— Eso...eso fue...

—  Yo...tengo que irme, te veo luego ¿si? Humm gracias por el cigarrillo y...todo lo demás —  habló Kisaki, interrumpiendo a Hanma, mientras se ponía de pie rápidamente. 

Hanma pudo notar como los nudillos de Kisaki perdían un poco de su color por la fuerza que ejercía al tomar su mochila entre sus manos, y mientras su nudillos perdían color, Hanma noto que sus mejillas se coloreaban de un rojo intenso, una imagen muy bella en su opinión.

— Kisaki... — Hanma se puse de pie, en un intento de detenerlo con sus palabras, pero Kisaki solo levanto una mano en señal de que se callara.

—  No, hablo en serio, tengo que...ir a la biblioteca para terminar una tarea en lo que empieza la siguiente clase y aja....bueno, nos vemos, Hanma —  se paró sobre las puntas de sus pies y sin pensarlo ni una sola vez, dejó un pequeño beso en la mejilla del pelinegro muy cerca de la comisura de sus labios y se fue corriendo de allí.

Hanma se quedó estático en su lugar, sonrió y soltó una leve risita.

'¿Debería seguirlo a la biblioteca?' pensó.

Luego de meditarlo unos segundos descarto la idea y negó con la cabeza volviendo a poner su cigarrillo entre sus labios, terminaría con ese cigarrillo y luego entraría a la siguiente clase, justo como se lo había prometido a Kisaki, a pesar de que él no haya cumplido su promesa del todo bien.

'Talvez, deje la clase a la mitad, después de todo él me dejo a mitad de la hora...si, parece buena idea.' pensó, mirando hacia el cielo, exhalando el humo del cigarrillo con una sonrisa.

Y mientras contemplaba las nubes, Hanma no pudo evitar pensar en lo tímido que Kisaki podía llegar a ser, tenía cierto aire de inocencia pero a la vez tenia cierto aire de frialdad...pero a la final no podía quejarse u oponerse a ello, porque así era su forma de ser, porque después de todo fue eso lo que le llamo la atención de él, porque eso fue lo que le gustó tanto.

Hanma podría parecer alguien despistado para muchos, pero contrario a esas ideas, Hanma era un chico perceptivo y siempre trataba de prestar atención a cada detalle de su alrededor y de si mismo. Por esa razón Hanma era consiente de lo mucho que observaba a Kisaki a la distancia, incluso antes de su primer encuentro formal y ahora más que nunca se había convencido de lo mucho que gustaba de Kisaki Tetta.

 Por esa razón Hanma era consiente de lo mucho que observaba a Kisaki a la distancia, incluso antes de su primer encuentro formal y ahora más que nunca se había convencido de lo mucho que gustaba de Kisaki Tetta

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Por fiiin! Por fin ya termine con los exámenes de admisión, no ingrese pero estuve cerca, ni modo.

Aquí el tercer capítulo. No sé qué estoy haciendo....

Hanma y Kisaki ya sabian de la existencia del otro mucho antes de su primer encuentro pero....¿Como así?

Nos leemos luego :D

Cigarettes ⠸𝔥𝔞𝔫𝔨𝔦𝔰𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora