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Hanma volvió a confirmar por quinta vez la dirección escrita en el papel que Mikey le había dado, aunque se le complico llegar al lugar correcto lo logró

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Hanma volvió a confirmar por quinta vez la dirección escrita en el papel que Mikey le había dado, aunque se le complico llegar al lugar correcto lo logró. Miró la casa y junto todo su valor para llegar hasta la puerta y tocar, rogando que no saliera el padre de Kisaki, aunque tenia una frase perfecta para lidiar con él.

Antes de tocar la puerta sacó uno de sus confiables cigarrillos y lo encendió, ahora si estaba listo para tocar esa puerta. Llamó a la puerta mientras negaba con la cabeza, ahora que lo pensaba detenidamente, era absurdo que verdaderamente haya corrido por casi todo el distrito para llegar a la casa de Kisaki; nunca de los nunca se habría imaginado a si mismo haciendo eso por alguien, pero ahí estaba él, con el corazón latiéndole a mil por segundo y con un cigarrillo en la boca. Hanma había corrido hasta llegar a la dirección dada, cuando posiblemente Mikey le pudo haber mentido respecto a lo de Kisaki y el tal Choji.

Rogaba que Mikey le estuviese mintiendo.

Sin embargo, su plegaria no fue oída, Mikey no mentía. Lo comprobó en cuanto vio a un chico completamente desconocido abrirle la puerta con una gran sonrisa estampada en el rostro, sonrisa que rápidamente se desvaneció al analizar a Hanma de arriba a abajo con la mirada. Hanma notó como los ojos del chico se posaban en su cigarrillo y sintió inmensas ganas de reír a carcajadas al ver como el chico fruncía el ceño con desagrado.

— ¿Y tú, quién eres? — interrogó el chico, cruzando los brazos y arqueando una ceja.

— La cucaracha — contestó Hanma con burla —. ¿Esta Kisaki?

— Contesta mi pregunta, ¿Quién eres?

— Que te — respondió con la mayor seriedad posible.

— ¿Qué te?

— Que te valga un carajo quien soy —, respondió mirándolo con desdén — ahora, déjame ver a Kisaki, Choji.

— ¿Cómo sabes mi nombre? — volvió a preguntar y Hanma soltó un bufido, en señal de lo harto que estaba de ese chico.  

— Muchas preguntas, que no responderé. Solo quiero ver a Kisaki, así que vuelve adentro y ve a avisarle que estoy aquí —, ordenó con el cigarrillo consumiéndose entre sus largos y finos dedos.

— Aléjate de él, no eres buena influencia —, pidió Choji, ya con una expresión mas suave y relajada.

— No puedes afirmar una cosa así, ni siquiera me conoces —. Se llevó el cigarrillo a los labios y le dio una larga calada, mientras soltaba el humo retenido, tiraba la colilla de cenizas al suelo con un grácil movimiento y volvió a darle otra calada al cigarrillo.

— El cigarrillo que llevas entre los dedos me permite conocerte muy bien y bueno, no importa si no eres tú quien se aleje de Kisaki, el mismo se alejara por su cuenta en cuanto se entere de que fumas.

— ¿Perdón? — Hanma casi se atragantó con el humo retenido en su boca, es difícil disimular una carcajada con un montón de humo retenido.

— No espero que lo entiendas pero para mí, Kisaki es alguien muy importante y lo adoro demasiado, lo conozco desde siempre. Así que sé que siempre le han disgustado las personas que fuman, tú nunca podrás gustarle por ese simple hecho, así que te pido que tomes la poca dignidad que tienes y te alejes de su vida antes de que él te saque de ella.

Cigarettes ⠸𝔥𝔞𝔫𝔨𝔦𝔰𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora