⚜️CAPÍTULO XL⚜️

46 2 0
                                    

Parte 40

◁━━━━◈✙◈━━━━▷

Final. Coronación real

Muchos dicen qué depues de la tormenta venía la calma, pero para Victoria, sentía que aún estaba en medio de la tormenta. Pasó exactamente dos meses desde la muerte de William y todo parecía tener calma en el reino. Todos se enteraron de todas las injusticias y las corrupciones que éste ha venido ejerciendo desde su llegada al trono, cosa que Liam, cuándo le dió la cara a su pueblo, pidió perdón en nombre del que era su padre de sangre.

Las personas se alegraron cuándo lo vieron, supieron que estaba vivo y qué no estarían solos, pues iban a ser testigos de un nuevo rey que sería justo con ellos.

La temporada de nieve disminuyó en su totalidad, ahora las montañas de Tristám se vestían de hermosos paisajes de la primavera en lugar de las gruesas capaz de nieve frías y extensas.

El cielo brillaba en Tristám pero para Victoria habían sombras en cada rincón del castillo; las pesadillas qué la acompañaban después de esa noche cuándo asesinó a William la perseguían y el recuerdo que ella vivió en ese lugar no la dejaban en paz. Trataba de seguir su día normal para no preocupar a su prometido, pero era inútil. Liam sabía el esfuerzo que Victoria hacía cada vez que se iban justos a la cama y trataba de dormirse, pero cada vez que lo intentaba, despertaba empapada en sudor y con sus ojos llenos de lágrima. Quería terminar con esa pesadilla, deseaba mucho qué su amada pudiera descansar en paz, pero no estaba seguro que hacer con ella.

Liam fue paciente, le dió su espacio mientras que él arreglaba cada problema económico que su padre había dejado en el reino antes de su muerte. Declaró que el comercio volvería a Tristám y se expandiria por todos los reinos vecinos para volverlo más rico, ahora con la unión que estaba pronto a suceder, Khandura y Tristám se convertiría en uno solo y ambas naciones recibirá el nombre de Klarstein, el reino de la unión.

Los sirvientes preparaban todo para la boda real mientras qué los dos futuros esposos, compartían su desayuno en el comedor.

—Todo el mundo está corriendo —mencionó Victoria.

—Es por nuestra boda.

Victoria no dijo nada, en lugar de eso apartó la mirada hacía la puerta dónde veía correr con mucha prisa a dos de las cocineras con platos y bandejas en las manos. Aunque se sentía feliz porque pronto Liam se convertiría en su esposo, ella no se sentía bien consigo misma, se sentía enferma, sin aliento alguno y de verdad quería irse a casa, dónde Mariana podría hacer algo para ayudarla.

—¿Sucede algo, querida? —Liam dejó los cubiertos a un lado y la miró.

—Quiero ir a Khandura.

—Nuestra boda es mañana

—Por favor —rogó.

—No te ves nada bien, ¿Hay algo qué me quieras decir?

Compartieron miradas. Era evidente que no se sentía nada bien. Últimamente no comía nada de lo que le servían, no dormia bien y siempre sentía náuseas. Sus ojeras cada vez aumentaban cada noche y el color de su piel era más pálido que el día anterior. No quería preocupar a su prometido, no cuándo es él quién ha tomado el reino y ha modificado cada cosa que su padre había sentenciado hace años, además él estaba preparando su boda y el día de la coronación, no quería sonar tan egoista, no en ese momento.

Hilo Carmesí [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora