One Shots

Te necesito, Tee-tee

Cheryl Blossom:

- Sabes... - pasó sus manos por mis senos expuestos y comenzó a rozar su pulgar con mi pezón.

- Tee-tee... T-te necesito... - dije dejando mi orgullo a un lado. Sólo empeoró lo que dije y con su rodilla hizo una leve presión en mi centro.

- ¿Que quieres, pelirroja? - estaba jugando conmigo y sabía que me las iba a pagar, en éstas situaciones siempre me deja tan débil.

Llevé una de sus manos a mi intimidad y gemí por el tacto de su mano con mi caliente centro. Solté pequeños jadeos mientras Toni sólo presionaba contra mi intimidad.

- Necesito... N-necesito que m-me folles, Daddy - sabía lo que ese nombre hacia en ella. Tomó mis manos y las llevó arriba en mi cabeza mientras las recargaba en la cabecera de la cama. Sentí su intimidad chocar con la mía y gemí fuerte.
Una oleada de placer recorrió todo mi cuerpo cuando moví mi cadera y nuestros sexos rozaron.

- Quieta.... - en un movimiento rápido ya estaba atada de manos, mi excitación estaba a mil. Estaba completamente desnuda y lubricada sólo para mi futura esposa.

- Abre las piernas para Daddy, princesa... - mi cuerpo cumplió a su orden y abrí por completo mis piernas, dejando a la vista toda mi vagina.
Sentí como mi lubricante natural caía por mis pliegues.
No resistí más y cerré mis piernas con fuerza para calmar mi necesidad.

- ¡Ahhh! - Gemí cuando mis piernas fueron abiertas con brusquedad. Toni me miraba juguetonamente mientras yo sólo rogaba por sentir sus dedos en mí.
Se acercó con rapidez a mis senos y comenzó a morder mi pezón derecho y a dar lenguetazos en éste.
Llevó su mano a mi intimidad y metió dos dedos de golpe en mí, arquee mi espalda y eché mi cabeza hacia atrás con fuerza.

- Toni... T-toni... Toni... - gemia su nombre sin parar. Toni siempre fue una diosa en la cama y ésta no era la excepción.

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- ¡Toni! - gemí. Me desperté sudando y jadeando, mi corazón estaba a mil, mi respiración entrecortada era lo único que se escuchaba en la habitación.
Me giré y ví a Toni durmiendo como un bebe, tiene el sueño demasiado pesado y se molestará si la despierto. ¡Maldición!

Bajé mi short de pijama avergonzada por tener que pensar en lo que haré, tenía que calmar mi necesidad con Toni o sin ella.
Llevé mi mano nerviosamente hasta mis bragas y las hice a un lado para comenzar con mi propio placer.

- Hmmm - moví mis dedos en círculos mientras masajeaba mi clítoris, seguí frotando suavemente pero con un poco de brusquedad mientras evitaba gemir tan alto.

Pasé dos de mis dedos por mi entrada y agarré mi pecho por encima de la blusa de mi pijama. Ahogué un gemido y metí dos dedos en mi entrada haciendo un va y ven muy rápido.
Suspiré como nunca y evitaba gemir, no quería que mi comprometida me viera en éstas condiciones. Si bien teníamos intimidad y una vida sexual muy activa para tener apenas 26 años cada una, llevamos siendo pareja por 6 años, nos conocimos desde la preparatoria, fuimos mejores amigas y ambas teníamos sentimientos por la otra, fue hace algunos años que Toni se me declaró y desde ahí, mi vida fue mucho mejor al lado de ésta hermosa mujer.

Mordí mi mano mientras me retorcia en la cama con fuerza, algunos chillidos fueron inevitables de contener mientras tenía mi orgasmo.
Fui bajando la velocidad de mis movimientos mientras me recuperaba de ese orgasmo.

Me di la vuelta para ver a mi tee-tee y como si fuera posible, mi centro palpitó en busca de más.
Ésta vez necesitaria a Toni, sólo puedo sentir verdadero placer con ella, en lo sexual y fuera de lo sexual.

- T-toni... - me subí a sus piernas y moví mis caderas mientras mi centro se restregaba en su muslo. Me acerqué a besarla como nunca. Se tensó bajo mis brazos y abrió los ojos de golpe, iba a hablar pero metí mi lengua en su boca con fuerza, ganando una pequeña batalla que claramente gané yo.

- Amor, ¿qué pasa? Y por qué estás tan... Mojada - frunció levemente su ceño mientas jadeaba. Abrió los ojos como platos cuando vió la razón de por qué estaba mojada su pierna... Encontrar a tu futura esposa encima de ti, con sólo una pequeña blusa de pijama y excitada a tope a las 4 de la mañana no es muy usual que digamos.

- Tocame, tee-tee... Te necesito.... Hmm - gemí en su oído.
Me sujetó de la cintura y se percató de agarrarme del trasero mientras se sentaba en la cama, yo seguí sentada en sus piernas y disimuladamente busqué fricción en su pierna. Moví mis caderas soltando pequeños gemidos mientras Toni besaba mi cuello y lo succionaba como nunca. No me preocupan las marcas que deje en mí, soy muy feliz al saber como hacemos el amor.
Me quitó la camisa de pijama y observó fijamente mis pechos mientras se mordía el labio inferior.

- Te amo.. - murmuró mientras bajaba por mi clavícula, no respondí ya que apretó mí trasero con fuerza y lo único que salió de mis labios fueron gemidos. Toni tiene razón en que soy muy ruidosa a la hora de tener sexo pero no me preocupa, a ella le encanta que sea así.

- Hmm... También t-te amo... Ahh... - gemia cada vez. Comenzó a estimular mí clítoris mientras jugaba con mis labios vaginales, mordía mis pechos hasta dejarlos rojos y llenos de chupetones.

Metió tres dedos en mí haciendo que echara mi cabeza hacia atrás, dando más acceso para que pudiera hacer de mí cuello lo que quisiera.
Di leves saltos mientras que con su mano desocupada sostenía mí cintura para ayudarme a saltar y evitar lastimarme..

Mis movimientos se volvieron torpes a medida que ella me penetraba rápida y profundamente. Me aferré a su cuello y comencé a gemir en su oído. Cerré los ojos con fuerza mientras me dejaba guiar por la abundante ola de placer que se acumulaba en la parte baja de mí abdomen.

- ¡Ahhh! - grité de placer mientras sentía como mis jugos caían por los dedos de mí tee-tee. Ví de reojo que se llevó sus dedos a su boca y los saboreó, sonreí como tonta ante esa imágen.

- Te amo, Toni... Eres lo mejor que me a pasado en toda mí vida - dije con toda la sinceridad del mundo. Mis ojos se volvieron llorosos, quería llorar de felicidad por tenerla a mí lado y saber que estamos juntas pase lo que pase.

- También te amo, pelirroja... No sabes cuanto, mi amor - me sujetó de las mejillas y me atrajo hacia ella para un beso lleno de pasión y amor. Nuestra llama sigue después de tantos años y seguirá estando por muchos más.

El beso se volvió candente y lleno de necesidad. Con un poco de esfuerzo quité su blusa dejando sus hermosos y perfectos pechos.

- Mis pequeños - sonreí juguetonamente mientras apretaba sus senos con mis manos.
Éste día sería muy largo.

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