Pequeña Intrusa

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Pov: nadie

– Señora Blossom, una niña apareció de la nada al lado este de la casa – uno de los guardias caminó con pasos firmes hacía la pelirroja. El guardia tenía su arma lista para dispararle a la niña si la mayor lo deseaba. – ¡¿Cómo carajos dejaron que una puta niña entrara?! – el hombre uniformado tembló. Todos le tenían miedo a Cheryl Blossom, ¿quién no le tendría miedo a la mafiosa más buscada de todo el mundo?

– Williams tenía que vigilar el área – la más pálida tomó su arma de 45 ACP y salió de la mansión con pasos apresurados.
Toda el FBI la estaba buscando y si su gente fue tan despistada de dejar entrar a una mocosa, no dudaba en que pronto llegaría un ejército. – ¡Trae a Williams! – la mayor soltó enojada notando que Jones la seguía.
Sus pasos resonaban gracias a sus tacones altos, el polvo del suelo saliendo cada vez que ella daba un sólo paso. Cheryl llegó hasta donde estaban 3 hombres apuntandole a lo que suponía que era la niña.

– Maldita perra – la pelirroja gruñó al acercarse más hacía ella. Notó que era una adolescente perdida y lágrimas bajaban constantemente por sus mejillas.
– ¡Aquí está! – Cheryl se giró de inmediato, alzó su brazo en el que descansaba su arma y sonrió cínicamente. – Nos vemos en el infierno, Williams – sin más, la pelirroja le disparó en todo su pecho, le disparó tres veces en ese lugar hasta que decidió que ya era suficiente.
Jones le dijo a Cheryl que había perdido el pulso y ésta asintió satisfecha, se giró de nuevo y notó que la morena estaba tirada en el piso abrazando sus piernas con fuerza.

Los tres hombres notaron la mirada de la pelirroja y la dejaron sola con la niña, eso era lo que dijo Cheryl con tan sólo una mirada.

– ¡¿Para quién trabajas?! – Cheryl abofeteó con dureza la mejilla de la morena, la menor lloró aún más y balbuceaba cosas incoherentes. – ¡Mierda! ¿Cómo llegaste? – la mayor tomó del cuello a la contraria, hizo que se pusiera de pie y comenzó a hacerle presión, no sin antes mirar de reojo el cuerpo de la morena.

– M-mi abu-abuelo quiso t-tocarme y... Y m-me escapé, ¡ahh! – la menor gritó cuando sintió otro golpe en su mejilla. – ¡Dime la puta verdad, mierda! –  la menor sollozó y dijo una y otra vez que esa era la verdad.
La pelirroja se cansó de escuchar el llanto de la adolescente, la tomó de los brazos y caminó con ella hasta llegar a su habitación, no sin antes decirle a todos que estuvieran pendientes del área.

– Su-sueltame – la mayor vio cómo los labios de la chica se formaban en un puchero y sólo la tiró a la cama con rudeza. – Desnudate – Cheryl esperó por unos segundos pero la menor no le hizo caso y sólo tembló. – ¡Qué te desnudes, maldita sea! – gritó mientras la apuntaba con el arma.
Cheryl sólo quería asegurarse de que ella estuviera diciendo la verdad y no era una maldita infiltrada.

La morena comenzó a sacar temblorosamente su camisa y luego bajó sus pantalones de mezclilla con dificultad, sus manos temblorosas eran un lío.
Quedó en ropa interior y mordió su labio con fuerza mientras quitaba su brasier. La pelirroja no dejaba de mirar su cuerpo sin vergüenza, no le importaba mirarla con obscenidad. Segundos después, las bragas de la adolescente estaban en el suelo.

– Jones, ven a mi cuarto. Cuando entres quiero que te cubras los ojos y no los abras pase lo que pase – Cheryl habló por uno de sus teléfonos desechables. Siempre cuando necesitaba hablar con su gente, esos teléfonos eran la solución.
Segundos después, Jones entró rápidamente a la habitación. La morena intentó taparse ante la presencia de aquel hombre.
Cheryl recogió la ropa de la morena y se la entregó a Jones, él mantenía sus ojos bien cerrados, como dijo Cheryl.

– Llévate esa ropa lo más lejos que puedas, si es necesario, tómate todo el día – la pelirroja murmuró cerca del hombre uniformado. Éste sólo asintió y tomó torpemente la ropa, iba a abrir los ojos pero Cheryl lo notó. – Si abres los ojos, considerate muerto – amenazó. El hombre tembló ligeramente y Cheryl lo llevó afuera de su habitación, cerró con llave y volvió su vista a la linda chica que estaba en su cama.

Cheryl se sintió asqueada de inmediato al pensar en lo que hizo. Si fuera otra mujer definitivamente la humillaria y dejaría que sus hombres le hicieran lo que fuera pero, con esta chica no iba a permitirlo.

– Deja de llorar, maldita sea. Si me dijiste la verdad, nada malo te pasará, idiota – la mayor se acercó a ella con voz fría y su mandíbula tensa. Llevó sus manos al cabello de la contraria y lo sacudió por mucho tiempo, tratando de encontrar algún rastreador o lo que sea.
Después de unos minutos, Cheryl buscó por las orejas de la chica, incluso en su boca, pero no encontró nada.

– Te violaré justo ahora si no me dices la verdad – la mayor estaba segura de qué la adolescente decía la verdad pero necesitaba confirmarlo. – T-te dije la v-verdad, po-por favor créeme – La menor se derrumbó contra el torso de la mayor y ésta simplemente la alejó con fuerza. – Toma una ducha y después decidiré que hacer contigo –

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– Debería matarte... Si te dejo ir, le dirás a todos sobre mí y no quiero eso – la pelirroja miró con desaprobación a la morena, las mejillas y nariz estaban rojas por haber llorado demasiado.
La menor traía un short de pijama y un abrigo muy grande, Cheryl le dio esa ropa después de que se duchara. – ¡No! No le diré a nadie, au-aunque no tengo a dónde ir – la morena se avergonzó al decir eso. Si iba a su casa, su abuelo la golpeará y le hará peores cosas.

– Puedes ser mi esclava sexual – la mayor bromeó pero no mostró ninguna sonrisa, estaba seria, no sonreía ni siquiera con sus propias bromas. – ¿Q-qué? – la menor se asustó levemente pero luego, Cheryl la calmó. – Estoy bromeando, no sé que hacer contigo – la pelirroja habló con sinceridad. Si la dejaba ir, lo más probable era que la encuentren y si se la quedaba tendría que educarla a su modo.

– ¿Quieres quedarte? – la mayor preguntó. Ella nunca hubiera pensado en quedarse con una completa desconocida pero, al ver los ojos de la chica, notó que éstos eran puros. Cheryl supo de inmediato que aquella chica era ingenua e inocente. – S-sí –  Cheryl sonrió para sus adentros. La chica era ingenua, la pelirroja lo sabía.

– Traerán otra cama, necesito que duermas cerca de mí y estar segura de que no hagas una locura – la mayor habló con frialdad. Todo este tiempo estuvo bastante seria y la menor creyó que era por su presencia. – Y-yo hmm... Me llamo Antoniette pero prefiero Toni – dijo de la nada. Cheryl alzó una ceja confundida. – ¿me importa? – la mayor estaba perpleja. No había preguntado su nombre cómo para que ella dijera eso.
La pelirroja sacó su teléfono y mandó a traer una cama y algo de ropa para Toni.

– ¿Cuántos años tienes? – Cheryl preguntó. La mayor estaba segura de qué no era mayor de edad y qué aún no empieza su vida sexual. – cumpliré 17 en cuatro meses – sin embargo, Toni parecía una tierna niña.
Cheryl asintió y no dijo nada más. La morena se dedicó a ver a la mayor por mucho tiempo, estaba asombrada de la mujer tan bonita que tenía en frente.

La mayor no pudo evitar la penetrante mirada de Toni y dijo lo primero que se le vino a la mente. – Si intentas escapar, te mutilaré –

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Quieren un one shot en especial? 👬 Tipo, si uds quieren q toni sea pasiva y sea enfermera y tenga de paciente a cheryl o algo así, es un ejemplo 🚶‍♂️

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora