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Para Loki recibir un castigo era una rutina del día a día, después de todo sabía las consecuencias de sus propias bromas y bien podía cesarlas, más el era el dios del engaño y las travesuras. Pedirse a si mismo que detuviera lo que lo representaba como un dios era algo careciente de sentido.
Suspiró con desgana al mismo tiempo que observaba desde su balcón el atardecer de Asgard, preguntándose como estaría su humana. Había partido de su estadía hace una semana y asegurandole que volvería, aunque __________ ya se había acostumbrado a que él se ausentara por grandes períodos de tiempo.
Debía confesar que la ausencia de la chica lo hacía extrañarla desde que aquella simple amistad tomó un rumbo diferente, transformándose en algo más. Loki rió para sus adentros al percibir lo débil que se había vuelto ante ella, lo normal era que él se burlase de las parejas que echaban de menos la presencia del otro; y ahora no imaginaba que el hubiese acabado de la misma forma.
Los últimos rayos del día doraron su piel al impactar con esta, la iluminación ocasionó que su cabellera verde resaltara aún más y la suave brisa que se había manifestado acarició su rostro con delicadeza.
Una hermosa sensación para algunos, sin embargo Loki estaba muy absorto en sus pensamientos como para prestarle atención a ese espectáculo que jamás logró captar su atención.
Apoyó sus codos sobre el barandal con poco interés en lo que sucedía a su alrededor. Desde lo alto logró presenciar como Forseti, dios de la justicia y la verdad estaba casi a la mitad de un ataque debido a la presencia de Thor en los jardines. El peliverde cambió la dirección de sus ojos hacia otro sitio, dando con los cuervos de Odín posados sobre las ramas de un árbol y a aquella pequeña niña con la que se encontró hace un tiempo atrás, sentada en el césped.
—¿Odín no te castigó con servicios comunitarios?— Una voz femenina irrumpió el silencio en el que Loki se hallaba.
Este se encogió de hombros sin voltear hacia la presencia, sabiendo de quien se trataba.
—Me escapé, trabajar no es mi fuerte mucho menos en presencia de Idun— Respondió con simpleza, Frigg suspiró ante el comportamiento de su hijo adoptivo.
La relación que Loki mantenía con la reina de los Æsir no era la mejor de todas, no obstante si tenía que elegir entre ella u Odín, sin duda escogería a Frigg aunque no fuese su madre biológica de él o de Thor, aunque este último la consideraba como una.
—Si que te gusta meterte en problemas hijo mío— La deidad mayor se colocó junto al menor, haciendo notoria la diferencia de altura por parte de ambos. La rubia era más alta que Loki, pero este compensaba eso flotando —¿Extrañas a esa joven?— La pregunta de la Ásynjur lo tomó desprevenido, ocasionando que observase de reojos a la mujer.
—¿Por qué de repente tienes ganas de charlar?, que yo recuerde nunca me has preguntado este tipo de cosas— Loki era experto en engañar y sabía cuando alguien más usaba esos mismos trucos. Levitando ligeramente se cruzó de brazos con una ceja arqueada esperando rspuestas de la mayor.
