ɢʜᴏꜱᴛ 《Loki》

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Las semanas transcurrieron entre llantos y lamentos que no fueron la solución esperada. Aún con eso, el estado de  __________ no mostraba mejorías. Sus padres habían tomado el primer vuelo a Oslo tras ser informados, ocupándose de su hija. 

Loki no quería estár lejos de ella y por ende, infiltrarse en la sala en donde la pelirroja se encontraba hospitalizada, acabó por volverse algo de rutina. Sumido en la culpa y en su inutilidad.

Sus pensamientos lo torturaban noche y día.

No debió dejarla ir aquel día, si tan solo hubiese hecho algo para impedirlo, ella no estaría tendida sobre esa camilla, inconciente y en  condiciones críticas.

Suspiró, el agotamiento era algo reciente en su vida. No se trataba de  un cansancio físico, sino de uno mental. En donde las preocupaciones y la aterradora idea de perderla lo atormentaban constantemente.

Sin ánimos, le echó un vistazo a la hora que el reloj de pared marcaba. No pasaría mucho para que el doctor iniciara su rutina y se apareciera por allí, así que decidió marcharse antes de que alguien lo descubriera y los problemas pasaran a un grado mayor.

Dejó de habitar el apartamento  de ___________ en cuanto los padres de esta lo ocuparon. Por lo pronto su única estancia era Asgard, aunque no fuese el mejor lugar para organizar sus ideas.

Las deidades nórdicas se hallaban  conmocionadas, semanas en completa calma no era habitual por allí y todavía se les hacía complicado acostumbrarse.

Quien iba a imaginar que una humana causaría  tantos estragos en la vida del dios de las mentiras.

El peliverde se recostó en su cama, su mente era un océano en medio de la tormenta, donde cada segundo solo era un paso mas cerca para acabar en manos de la locura.

Todo por el miedo que acechaba su corazón.

Alguien tocó a la puerta, pero simplemente se negó a permitir el acceso. No quería ver a nadie, no ahora.

Al parecer a él dios o diosa que aguardaba fuera poco le importaba la privacidad de los demás y como si fuera poco, se adentró en los aposentos de Loki. Revelando su identidad.

—Nadie te dió el permiso de entrar— cuando se lo proponía, el nórdico solía llegar a ser alguien muy gélido.

Aunque rara vez sucedía, lográndose contar con los dedos de una mano.

Frigg se compadeció, si ella perdiera a Odín seguramente acabaría de la misma manera, sucumbida en la tristeza y en la impotencia de no haber hecho algo para salvarlo. El destino muchas veces disfrutaba de reunir a personas que por un motivo u otro, no podían estár juntas.

—Loki.. — Su voz arrulladora ingresó a los oídos del contrario.

La reina de los dioses nórdicos posó una de sus manos sobre el hombro de Loki, quien se apartó bruscamente ante el contacto —Todo saldrá bi..— Sus intentos de animarlo  se vieron interrumpidos por el fuerte golpe que Loki ejerció en la pared.

La rubia guardó silencio, procurando mantener distancia.

—Ni bien, ni una mierda ¡Guarda  tus falsos pesares para alguien más,   nunca los utilizaste conmigo después de todo!— Su tono era de temer 

Muy pocas personas se toparon con  la mala suerte de presenciar a Loki molesto y estas no acabaron con un final muy agradable de contar.

El puño que persistía sobre la grieta generada por  su increíble fuerza, fue suavizandose y retirandose lentamente. Los mechones de cabello ocultaban el rostro abatido de Loki, una vez más esa presión en el pecho y el fuerte nudo en la garganta lo impulsaban a derramar las lágrimas que estuvo conteniendo desde hacía  semanas.