Infección - Volumen 1

Capítulo 8: Decisiones

Capítulo 8: "Decisiones"
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Lo que más miedo daba en aquella exploración urbana era el silencio. Ver esas calles desérticas, sin aparente señal de vida, nada más que basura movida por el viento. Algunas hojas de árboles, alguna botella rodando. Autos abandonados, algunos con golpes y abolladuras. Ventanas rotas, de los negocios, de las casas. Algunas viviendas tenían la puerta principal abierta. En una incluso había algunas maletas tiradas, sin dueño, sin nadie que las reclamara.

Aún con todos esos detalles, lo que no había era señal de alguna vida humana. Nada que los alertara o les representara peligro, a pesar de que ya el panorama que estaban contemplando era lo suficientemente siniestro. Sin embargo, resultaba más siniestro no ver rastros de las criaturas que tanto miedo les seguían causando, eso era lo que más aterraba, que no las veías, que no las escuchabas, pero de repente te podías ver acechado y rodeado. En un abrir y cerrar de ojos podías acabar siendo asesinado de forma inmensamente cruel. Aterrador.

A pesar de la aparente calma no perdían la organización, la alineación que habían mantenido para explorar y poder responder rápido ante el peligro. Por cada calle que cruzaban Eret prestaba mucha atención, observaba lo más que podía en busca de obstáculos. Quería hacerse una especie de mapa mental de la zona para saber los sitios por los que podrían huir con rapidez en caso de que así lo necesitaran. Esperaba que no fuera el caso, pero siempre debía estar preparado.

Sentían miedo, pero el que más ansioso estaba era Hiccup, no tanto por los monstruos, sino porque él conocía bien el camino a casa de sus padres. Quería saber si estaban bien, quería ir a revisar su casa y ver si había señales de que huyeron. Si huyeron significaba que era probable que estuvieran vivos, en algún sitio. Prefería eso a verlos muertos. Quería ir, pero no sabía cómo decírselo a los demás, por algún motivo no se atrevía, quizás era la culpa haciendo de las suyas. Pensó en ir solo, en simplemente escabullirse sin decir nada. Desechó la idea de inmediato, pues si hacía eso podría poner en peligro a sus compañeros cuando notaran su ausencia y fueran a buscarlo. No lo haría, debía controlar sus impulsos, no quería que nada malo le pasara a nadie por tomar una mala decisión.

Salió de sus pensamientos cuando notó que el grupo había detenido la caminata. Eret les había hecho una señal justo después de asomarse por una esquina.

— Hay una tienda un poco más allá por esta calle, se ve grande — les dijo en voz baja.

— Es la tienda del señor Smithers — dijo Hiccup de repente, decidió que para calmarse debería tomar un poco el liderazgo, él conocía mejor el lugar y podía guiarlos — sí es grande, siempre podías encontrar mucha variedad allí.

— Podríamos ver si encontramos algo útil allí, comida principalmente — habló Eret.

Hiccup se fue sigilosamente a la equina para asomarse.

— Somos muchos para ir todos juntos — dijo Ivar — algunos deberían quedarse aquí y vigilar.

— Yo me quedo — dijo Robert.

— No lo sé — habló Hiccup cuando se acercó de nuevo — las puertas fueron derribadas, probablemente el lugar ya fue saqueado y no encontremos nada.

— Vale la pena intentarlo, tal vez no pudieron llevarse todo. Algo útil podríamos encontrar — insistió el oficial.

— Bien, vayamos tú y yo — dijo el castaño — y alguien más.

Nadie parecía realmente convencido, no querían ir. Sin embargo, después de algunos segundos de silencio incómodo, Snotlout fue el voluntario.

— Bien, yo voy con ustedes — les dijo — como si no hubiera arriesgado mi vida lo suficiente.