Capítulo 5: La muerte

50 3 48
                                    

Capítulo 5: "La muerte"
.
.

Berk – 26 de febrero de 2020 – 8:17 AM

Se encontraba agachado con medio cuerpo sobre el escritorio, con la cabeza completamente rodeada por sus brazos. Luchaba por mantenerse despierto y la sensación desagradable de sueño era el motivo por el que estaba en esa posición. Irónicamente parecía estar durmiendo.

No había dormido nada la noche anterior, estuvo patrullando, de un lugar a otro apenas deteniéndose unos cuantos minutos a respirar. Algunos compañeros suyos habían dejado sus puestos, se habían comunicado a sus casas, hablado con sus familias, pero nadie sabía dónde estaban. Habían desaparecido de manera tan repentina, nadie sabía nada, los buscaron, pero no había rastro de ellos.

Debido a esto fue que lo llamaron para hacer unas cuantas horas extras, no fue el único que tuvo que trabajar fuera de su horario, llamaron a varios con el objetivo de cubrir los espacios faltantes.

Estaba agotado, tanto física como mentalmente. El departamento de policía no paraba de recibir llamadas, luego mandaban a un par de oficiales en su patrulla a echar un vistazo. Ya se sentía algo cansado y hasta fastidiado del mismo cuento que siempre les daban cuando llegaban a la casa de quien hubiera llamado. Les decían que habían visto gente extraña andando en la calle, gente que caminaba muy despacio y de manera rara, moviéndose de un lado a otro, cojeando, como si les costara caminar. Algunos incluso llegaron a decir que los escucharon gruñir, lanzar sonidos carentes de sentido o emoción alguna. Escucharon varias versiones muy similares de esa historia, más veces de las que le gustaría admitir. Llegó a ser muy repetitivo y la noche cada vez se tornaba más pesada. Comieron algo que compraron en una tienda de 24 horas, alrededor de las 2 de la mañana, y luego siguieron con lo suyo. Ahora estaba tratando de descansar lo más que podía, sobre ese escritorio. Sabía que no podría estar allí tanto tiempo como le hubiera gustado, en unos minutos tendría que salir a patrullar de nuevo. Estaba esperando al jefe, por eso estaba allí dentro de su oficina, al no ver a nadie tomó asiento en su escritorio. Se llevaba bien con el jefe de la policía, no estaba cometiendo una falta de respeto, tenían ese nivel de confianza. Cuando había problemas, los suficientes como para movilizar de esa manera al cuerpo policial, el jefe no salía de su oficina, por eso se le hacía raro no verlo allí. Preguntó a un par de personas antes de entrar, sólo le dijeron que había salido a revisar algo, ya no lo habían visto desde entonces. Estar allí, solo, sin nada que hacer por ahora, esperando, lo hizo regresar a pensar en algo que había estado dando vueltas en su cabeza desde poco antes del amanecer. Estaba harto de escuchar la misma historia de la gente a la que iba a visitar, pero después de unas horas, reflexionó sobre algo. ¿Cómo era posible que tanta gente dijera lo mismo? ¿Se habían puesto de acuerdo?

Habían ido a casas de vecindarios muy separados. Le parecía algo demasiado loco que aun así todas esas personas pudieran coincidir en contar lo mismo. ¿Cuáles eran las probabilidades?

Quizás las coincidencias existían, pero de igual modo, llegar a ese nivel era demasiado. Al principio habían creído que se trataba de ebrios que se perdían en las calles, incluso podría ser un grupo de jovencitos que encontraron un rincón oscuro en la ciudad para meterse todo tipo de cosas a su organismo.

Eso explicaría que recorrieran las calles en semejante estado. Pero entonces, ¿de verdad tantos jóvenes se pusieron así al mismo tiempo? ¿Todos salieron a las calles caminando de esa manera?

Podía ser algún tipo de protesta, en estos tiempos ya no se sabía lo que se le podía ocurrir a la gente para hacerse notar.

Pero ellos no habían visto a nadie, ningún oficial había reportado hasta ahora haber visto a individuos extraños. Tampoco gente drogada o borracha haciendo el loco por allí. Sí los había, pero lo normal, los que siempre había. Casi nadie había llamado antes a la policía por eso, ¿por qué hacerlo ahora? Debía ser otra cosa.

Infección - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora