Capítulo 2: El almacén

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Capítulo 2: "El almacén"
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Berk - 26 de febrero de 2020 - 10:34 PM

Dentro de ese lugar, por increíble que pareciera, reinaba el silencio. Lejos había quedado el sonido de la ciudad hundiéndose en el caos, el sonido de las sirenas, de las explosiones, de los gritos de ayuda. Seguían ahí, eso era innegable, pero estaban amortiguados al punto de que podías ignorarlos más fácilmente y llegar a olvidarte que esos ruidos seguían allí. Siguieron al robusto hombre mientras que detrás de ellos iba el otro, el del rifle, completamente a la defensiva y aún muy desconfiado. No lo disimulaba, quería que se notara y que ellos lo supieran. Recorrieron ese amplio lugar lleno de cajas, de enormes estanterías, de tarimas y cajas apiladas una sobre otra. Había una especie de pasillo en medio donde se podía pasar, así fue como llegaron al fondo del almacén, afortunadamente todo el lugar estaba debidamente iluminado. Allí vieron a otras personas, habían improvisado una especie de mesa con cajas, acomodadas para formar un rectángulo grande. Estaban sentados en unas tarimas apiladas, lo justo para quedar a una altura prudente, se levantaron rápidamente al verlos llegar.

— ¿Qué pasó? ¿No los vieron? — preguntó una mujer.

— Oímos disparos — dijo un hombre de cabello negro, alborotado.

— Por desgracia no era un helicóptero de rescate, era militar — comenzó Ivar — y según este tipo — señaló a Hiccup— los disparos se debieron a que masacraron a esos bastardos que vagan por la calle.

— Entonces... No quieren salvarnos — habló una muchacha, de un largo cabello castaño, casi tirando a rubio — están matando a todos.

— Es lo mismo que él dice — volvió a referirse a Hiccup — ¿Por qué no les cuentas?

El aludido miró dudoso a su alrededor, tuvo que esforzarse por hacer salir sus palabras de la boca.

— Bueno, creo que fueron enviados a eliminar a cualquiera que se les pusiera enfrente, a estas alturas no creo que puedan diferenciar las personas normales de las que no lo son — fue lo único que dijo.

— ¿Normales? ¿A estas alturas, cuál es la definición exacta de esa palabra? — habló el de cabello negro, con una mezcla entre sarcasmo, burla y miedo.

El castaño sólo lo miró de manera incómoda.

— Como sea, necesitaban ayuda — habló Ivar de nuevo — allá afuera, si el helicóptero los veía, hubieran quedado hechos trizas en el suelo — luego se volteó a mirarlos — me llamo Ivar, por cierto.

Ivar era un hombre bastante robusto, con una gran barba que ya mostraba bastantes canas, formando una gran mancha blanquecina. Se veía maduro, sí, pero aun así se notaba que todavía tenía bastante fuerza. Con su piel morena, sus jeans y su camisa de rayas, daba el aspecto de ser el tipo que necesitas en una situación así.

— Él es Robert — señaló al sujeto del rifle — disculpen su actitud, de por sí antes de todo esto no confiaba mucho en las personas, ahora menos — señaló.

Robert era considerablemente más delgado. Con una vestimenta sencilla y unos jeans rasgados, también tenía una gorra color gris con un estampado de un equipo de béisbol enfrente, un equipo al que ya nadie estaba interesado en identificar ni recordar, al menos no en esos momentos. El tipo tenía un rifle y eso era lo importante, aparentemente esa era la única arma con la que contaban.

— Yo soy Lucy — dijo la muchacha poniéndose de pie.

Además de su cabello largo y castaño, era muy delgada. Tenía la piel bastante blanca y unos bellos ojos verde claro, al menos esa impresión daba bajo esa luz artificial. Se veía muy joven, no debía tener más de 18 años.

Infección - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora