Capítulo 9: Recuerdos

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Capítulo 9: "Recuerdos"

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Semanas atrás

Observaba tranquilamente el soleado día a través de las grandes ventanas de aquel edificio de oficinas, regularmente alto. La vista no era la mejor, se veían simplemente otros edificios, de distintos tamaños y formas, a lo lejos unas cuantas calles y carreteras, algunas con más automóviles circulando que otras. No era la mejor vista que se podía conseguir, no era bella, ni daba tranquilidad, pero era un buen día. Despejado, soleado sin llegar a ser insoportablemente caluroso. Era un buen día y eso era lo importante, incluso había tenido un poco menos de trabajo de lo habitual. Allí estaba la perfección en los pequeños detalles, cosa que las personas suelen ignorar la mayor parte del tiempo.

Suele ser cuando ocurre algo importante, algo que te hace recapacitar sobre la vida, cuando finalmente prestas atención a dichos pequeños detalles. Eso era lo que ocurría con ella ahora. Esa repentina preocupación que comenzó a sentir ante el futuro, ante un destino incierto. Comenzó a cuestionarse acerca de lo que pasaría con ella si la situación se agravaba, si podía contar con alguien, si alguien la apoyaría. Estaba muy lejos de casa, y en la ciudad aún no tenía muchos amigos, ni conocidos, no tenía muchas personas a quienes acudir.

Fue entonces cuando lo escuchó venir, sin verlo supo de quién se trataba. Él era posiblemente el único verdadero amigo que tenía en ese lugar, y era suficiente, tampoco necesitaba muchos. Estaba bien enfocada en lo que quería, en llegar lejos y en lo independiente que era ahora. Se sentía bien hacer las cosas por ella misma, hacer lo que quisiera y no depender ni tener que rendirle cuentas a nadie. Él lo entendía, y por eso le agradaba, a pesar de que al principio se mostraba algo reacia con él pues no confiaba mucho en los hombres.

— ¿Hay algo de la vista que te llame la atención? — le preguntó poniéndose junto a ella.

— No. ¿Y a ti?

— Esta vista es horrible — dijo con sinceridad, riendo.

Ella correspondió la risa, pero no dejó de mirar al frente con una expresión soñadora.

— Es raro que estés aquí y no trabajando como siempre lo estás. Por lo que asumo que algo te ocurre.

— Asumes bien — confirmó ella.

— ¿Quieres hablar sobre ello?

— No sé si quiero — comentó.

— Bueno, yo estoy aquí para ti, por si te decides. Y si no pues no pasa nada, de igual modo te invito a cenar cuando salgamos de aquí, ¿qué te parece? — ofreció con amabilidad.

— No estaría mal, me hace falta algo de distracción.

Suspiró y continuó con su mirada perdida en la nada misma. El castaño la miró y luego también enfocó su mirada a los edificios y calles de la ciudad, era cierto que consideraba esa una vista muy fea. Se quedó allí en silencio, sólo haciéndole compañía. Sabía que eso era importante y aunque fuera pequeño, era un buen detalle. Ahí estaba de nuevo, la atención a los pequeños detalles.

— Te conté que salí de casa en cuanto pude para venir aquí a estudiar, ¿verdad? — le habló después de un rato.

— Sí.

— Y te conté las cosas que hice para pagar todo, para poder prepararme y conseguir un buen trabajo.

— Sí, y sigo diciendo lo mismo que dije aquella ocasión — le respondió — no te juzgo y tampoco importa, no mataste a nadie, ni robaste, ni cometiste un crimen, así que no hay nada de qué avergonzarse.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2022 ⏰

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