Gravity loud capítulo 17

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Capítulo 17

Tengo hambre. –Murmuró mientras miraba la larga fila de almuerzos frente a él. Había terminado en la cafetería después de dar vueltas por todos lados, y eso hubiera estado bien, de no ser porque seguía atrapado en la distorsión. Al menos no era el mismo fragmento de tiempo que el de arriba. –Tendría que haber traído algo de comer, ¿Cómo iba a saber que iba a quedar atrapado en algo sobrenatural? –Había pensado que ni siquiera se atrevería a meterse en la escuela, pero terminó haciendo una mala imitación de James Bonne.

-¡Pelea de comida! –Un chico en la mesa de los nerds se paró sobre el banco con una gran cantidad de puré de papas y la arrojó a una chica en la mesa de los populares. –¡WU!

Nadie le hizo caso y siguieron comiendo. El chico se quedó con los brazos al aire mientras miraba alrededor en busca de algo de apoyo, incluso miró a sus compañeros mientras les hacía gestos con la cara y señales con las manos. Tragó saliva con las gotas de sudor corriendo por su frente mientras volvió a mirar hacia la chica a la que había ensuciado con puré de papas. A Lincoln le pareció la misma rubia de antes, la que parecía repleta de billetes para comprar a quién sea.

La rubia se limpió el puré de papas del cabello y chasqueó los dedos al aire.

Dos chicos con uniformes de futbol se pusieron de pie y se acercaron a la mesa de los temblorosos nerds. Lincoln lo ignoró mientras miraba alrededor de toda la cafetería. Las cosas no eran tan estereotipadas como lo había creído al principio. Había distintas mesas, pero no todas eran compartidas por una misma etnia, había muchas combinaciones y distintos chicos que iban y venían de un lado a otro, por lo que Gravity Falls parecía un lugar tolerante, incluso entre los jóvenes.

-Tendré que comprar toda la cafetería y restringir el paso a cierto tipo de chusma. –La chica rubia dijo en voz alta y clara mientras terminaba de limpiarse el puré de papas del cabello.

Bueno, casi todos los jóvenes. Sí salía de esta esperaba no terminar en la misma clase que ella. ¿Y qué una chica que tiene dinero para presumir no debería estar en una escuela privada para personas vanidosas y pomposas como ella? Lincoln prefirió ignorarla mientras seguía revisando el diario número 1. Tenía que haber algo en las memorias del autor o sus descripciones sobre los puntos de altas graves que le permitieron salir de este entero.

Encontró algunas cosas sobre conjuros y magia, pero nada muy profundo. Lo ignoró. Podía creer en las rasgaduras porque al final tenían una explicación lógica, pero si comenzaba a relacionar la magia ahora, su cabeza explotaría. Movió las fórmulas mágicas y referencias a Dioses a la misma esquina de su mente que tenía toda la basura sobrenatural y misteriosa.

Descubrió formas de alterar la gravedad y usarla a su provecho, pero carecía de los materiales para lograrlo. El autor detalló una herramienta personal de su propia creación hecha para analizar, detectar y, en el casi de ser necesario, alterar aquellas distorsiones. A Lincoln le vendría bien ese tipo de herramienta, pero parece que el autor estaba asustado cada vez que la utilizaba y terminaba por volver más inestable las distorsiones. Escribió diez hojas de posibilidades en que su máquina podría crear un agujero negro que podría expandirse hasta ser lo bastante grande para tragarse todo Gravity Falls y finalmente el mundo entero.

-¿Por qué las fallas en la realidad que nos rodea tienen que ser tan peligrosas y difíciles de entender? –Él no era una Lisa para comenzar a estudiar cada nota y número que aparece y desaparece en las viejas páginas amarillentas de aquel diario. Todo lo que podía hacer era aprender lo que pudiera, planear, actuar y esperar a que todo saliera bien.

Y generalmente nada salía bien.

-Veamos, según esto estaré dando vueltas hasta el amanecer o quizás esté repitiendo las mismas cosas una y otra vez por la eternidad. Gran final para mi primera aventura en mi nuevo hogar. –Hubiera deseado que su primera aventura hubiera sido algo más común, como su primer turista borracho. Stan dijo que era una experiencia revitalizante. E incluso le mostró una fila de fotografías que lo mostraban dándoles de patadas en el trasero a turistas borrachos.

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