Gravity loud 22

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Capítulo 22

Los nomos eran traviesos. Traviesos montones de ratas que se metían dentro de los basureros de las casas cercanas al bosque por la noche para robar basura. Lo que no podrian comer se lo guardaran dentro de sus sombreros de pica como un tesoro. Eran una verdadera plaga para cualquier que se levantara por las mañanas y viera los pañales sucios tirados frente a su puerta.

Para los nomos los humanos solo eran un montón de derrochadores que arrojaban las mejores cosas a la basura, ellos solo sabían aprovecharlas mejor que ellos, tampoco se preocupaban mucho por lo que dejaban atrás. No podríamos enseñarle a un nomo lo que era la decencia y consideración humana, vivían en mundos demasiado diferentes. Era más sencillo considerarlos una subespecie del mapache.

Es por eso que la imagen de un viejo de casi setenta años gritándole a un nomo mientras lo estrangulaba contra un pino era casi hilarante. Stan no había tardado en encontrar a Smuji, era el nomo que más había frecuentado su basura este último mes. Atrapar a un nomo no es tan difícil si se sabe dónde buscar y como sujetarlo.

Por supuesto, sujetarlo del cuello hasta que su rostro se pusiera azul no era el modo correcto, pero era menos complicado que sujetarlo de la barba.

Stan esperó otros diez segundos y soltó a Smuji, el pequeño cuerpo del nomo cayó de espaldas contra las raíces del pino. Se sujetó el cuello rojo esforzándose por respirar, miró a Stan con una mezcla de furia y miedo. Si intentaba pedirle que se alejara de su basura, solo tenía que arrojarle una bota como era más habitual.

-¿Y bien? –Stan se cruzó de brazos. Todavía tenía la fuerza suficiente en sus brazos para volver a levantarlo, y esta vez no serían solo treinta segundos.

-Y… bien… ¿qué? –Smuji se apoyó en el pino, la falta de aire había hecho que la tierra temblara bajo sus pies. Cada pequeña respiración era dolorosa al momento de llegar a su laringe.

-¿Dónde está? –Stan estrechó sus ojos. No estaba allí para jugar. Odiaba el bosque de Gravity Falls más de lo que odiaba la protuberancia peluda que comenzaba a crecer en su espalda, y no quería seguir en el bosque más tiempo del necesario. Si dependiera de él hubiera hecho talar cada maldito pino –. Mira Smuji, por mi puedes seguir comiendo mierda de los contenedores detrás del hospital. Pero sabes lo que pienso de los ladrones.

Smuji solo le gruñó en respuesta. Un nomo en solitario no podía hacer otra cosa más que gruñir y correr, y Smuji odiaba compartir comida. Muy poco inteligente de su parte, y si no comenzaba a hablar ahora Stan se aseguraría de que fuera la última mala decisión que tomaría en su vida.

-¡Quiero que me regreses mi diario! –le gritó directamente.

-¡¿Tu qué?! –respondió a su vez Smuji-. ¿Casi me matas por un estúpido libro? De haber sabido que eras un viejo loco me hubiera quedado con la basura de los pelirrojos, a veces tiran verduras muy raras.

-Un estúpido libro de mi propiedad, y que espero por tu bien todavía tengas –extendió una mano hacia el nomo–. ¡Dámelo!

-No lo tengo –Smuji se encogió de hombros.

Stan lo miró con los ojos en blanco detrás de sus gafas, entonces le dio una patada que lo dejó nuevamente en el suelo. Los nomos eran realmente una de las peores plagas, pequeños mentirosos ladrones inútiles. Stan no quería escuchar una historia fantástica, volver a participar en una incursión al final del arcoíris, o solo escuchar leyendas absurdas inventadas en el momento. Quería recuperar el pedazo de basura más grande que hubiera estado adentro de esa cabaña del demonio y regresar para tomar sus putas píldoras azules y amarillas.

Sujétalos de la barba, no demasiado fuerte pero si lo suficiente para mantenerlos de punta de pie en el piso.

Ford había escrito todo un seguido de cómo tratar a los nomos, pero lo cierto es que a Stan le daba igual. A diferencia de su hermano no vio a los nomos más que como otro tipo de animal extraño. Tomó la barba de Smuji y lo levantó sobre el nivel del suelo. El pequeño cuerpo se olvidó velozmente del dolor de su vientre para sujetarse de su propia barba mientras pateaba con esas pequeñas piernas.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2022 ⏰

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