1. ¿Vacaciones?

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- Lo siento, Sasuke. - dijo el chico de los cabellos largos, mientras posaba sus dedos en la frente de su hermano. - Ya no habrá próxima vez. 

Le dedicó una última sonrisa.

Y cayó. 

Cayó para siempre.

Su mirada, ya sin vida, se posaba en el cielo, allí donde por fin descansaría en paz.

Se suponía que Sasuke podría por fin sentirse aliviado, luego de aquellos crueles ocho años en los que solo soñaba con este momento, cuando por fin podría vengar a su clan y su familia entera. 

Sin embargo, algo no se lo permitía. Un dolor inmenso atacó su pecho sin explicación alguna, y cayó al piso, allí donde también yacía el cuerpo muerto de Itachi. 

Solo podía pensar en eso cuando Tobi le contó la verdadera historia de su hermano. 

Se sentía miserable, un imbécil, un ciego que por fin podía verlo todo con claridad. ¿En qué momento decidió ceder ante lo que le habían hecho creer sobre Itachi? Él mismo, que lo conocía más que nadie -o eso creía- se había convencido de que su hermano era un monstruo. 

Esa punzada en el corazón. Esa maldita punzada en el corazón otra vez.

Dirigió ambas manos a su pecho y se dejó caer al suelo, sabiendo de memoria lo que vendría.

Su garganta se cerró y comenzó a respirar con dificultad. Su vista se nubló y lo único que pudo hacer fue gritar. Su cuerpo no dejó de temblar en ningún momento y podía sentir cada uno de sus acelerados latidos, también podría jurar que su sangre estaba bajando de temperatura. 

Era el quinto ataque de pánico que lo arremetía en esta semana. 

Lo había perdido todo.

Ya no quedaba nada para él.

Levantó con furia su vista hacia el horizonte. 

Decidió que cada una de las personas que habían sido alegres a costa del sufrimiento de su preciado hermano mayor, sufrirían. 

Todos estaban ahí, como si nada, viviendo su hipócrita felicidad, ignorando que Uchiha Itachi fue quien concedió esas sonrisas en sus malditos rostros, e incluso alegrándose por la muerte del nombrado. 

Pero todavía no es el momento. Aún no.

[...]

- ¿Vacaciones? - preguntó incrédulo Tobi. 

- Vacaciones. - repitió el pelinegro. - No estoy en condiciones de pelear por el momento, no sin antes enfriar mi cabeza.

- No creo que lo más prudente sea alejarte de nosotros. 

- No me importa lo que sea prudente o no. - contestó el otro Uchiha. - Quiero aclarar mi mente. Y no lo voy a lograr al lado de un equipo de inoperantes y un psicópata enmascarado que no hace más que recordarme a mi hermano. 

- ¿Entonces tus intenciones son fingir que no pasó nada y dejar de lado tu venganza?

- Justamente porque me quiero vengar es que quiero tomarme un tiempo. - Suspiró unos segundos y continuó. - Sabés muy bien que estoy pasando por un momento de debilidad, soy incapaz de lograr algo en este estado. Además, - prosiguió - luego del ataque de Pain, Konoha está más a la defensiva que nunca. Teniendo a los shinobis más fuertes y poderosos del país del fuego, será inútil e insensato atacar ahora, sin siquiera un plan formado. 

- Tenés tu punto. - contestó Tobi. - Pero, ¿y si en medio de tu viaje cambias de opinión en cuanto a tu venganza?

Sasuke rió irónicamente.

- ¿Por quién me tomas? - y no tuvo que decir nada más para que Tobi captara el mensaje.

- Espero que no se te ocurra traicionarme, Sasuke. - habló nuevamente el enmascarado. - Acordate que todavía no manejas a la perfección el Mangekyo Eterno, y que soy el único que puede entrenarte, así que...

- Ya lo sé. - lo interrumpió Sasuke. - No sería inteligente de mi parte actuar contra vos. Al menos no por ahora. - susurró esto último mientras se daba vuelta para emprender su camino. - Otra cosa. - giró su cabeza por sobre su hombro para volver a mirarlo. - Ni se te ocurra seguirme.

Tobi sonrió bajo su máscara. 

[...]

El aire cálido de la primavera que amenazaba con su pronta llegada despeinaba los cabellos del moreno, enredándolos a su paso. 

Vagaba sin rumbo alguno, entre aldeas desconocidas, sin cuidado de ser reconocido, con una exagerada pesadez y un rostro que derrochaba aburrimiento.

Porque así es como se sentía: aburrido, no hay palabra que pudiera definir mejor su estado. 

Hasta que divisó un bar abierto, con unas pocas personas dentro. El alcohol jamás había llamado su atención, pero ¿qué más da? ¿por qué no intentar relajarse por primera vez en años?

 Sin más vacile, entró al lugar.

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Este mes se cumplirían cinco años de la vez que su mejor amigo se marchó de su lado, dejando un enorme vacío no sólo en el Equipo 7, sino también en su corazón.

Claro que quería llorar de la impotencia, patalear, gritar a los cuatro vientos su nombre. Pero no podía.

No en esta situación.

No mientras abrazaba a su mejor amiga, quien estaba en el mismo estado -o incluso peor- que él. 

- Sakura... - la apegó a su cuerpo y posó su pera en la cabeza de la chica. - lo siento tanto.

- ¿Por qué te disculpás? - preguntó su amiga aún con la voz entrecortada. 

- No cumplí lo que te prometí. - suspiró Naruto. - ¿Qué clase de amigo soy?

La pelirrosa limpió sus lágrimas con el dorso de su mano y se separó del rubio, para mirarlo a los ojos. 

- ¿Seguís culpándote?

- Si aquel día lo hubiera alcanzado a tiempo, si hubiera tenido la fuerza suficiente para vencerlo... - insistió Naruto, pero se vio interrumpido por una tercera voz.

- Nada, nada hubiera cambiado, Naruto. Él ya estaba perdido en la oscuridad hacía tiempo, ¿no entendés? si no era en aquel entonces, sería ahora, pero no cambiaría el hecho de que en su corazón ya no había lugar para nadie ni nada más, además de la venganza

- Kakashi-sensei tiene razón, Naruto. - agregó Sakura, sin evitar que las lágrimas vuelvan a brotar de sus ojos. - No hay nada que nosotros pudiéramos haber hecho por él. 

El rubio se quedó callado durante unos minutos, con la mirada completamente perdida, pensando en quién sabe qué.

- Pero ahora que su hermano... - murmuró.

- No. - negó firmemente Kakashi. - Ya no es el Sasuke que conocemos, ese Sasuke se esfumó. El Sasuke que ahora queda no es más que un ninja renegado.

Sakura se quedó inmóvil.

Naruto apretó sus puños y su mandíbula con rabia, aún no se acostumbraba a que desprecien de esa forma a su amigo. Antes de que pudiera perder el control, se retiró en un santiamén, dirigiéndose a algún lugar, muy lejos de toda esa gente que sólo murmuraba sobre Sasuke como si de basura se tratara.

Eclipse [ Sasunaru ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora