2. Ojos azules.

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Sasuke, con una pésima cara, alzó una ceja y se dirigió a la mujer que lo había estado ojeando desde que llegó.

- ¿Te debo algo? 

La chica, sin solicitar permiso, se dirigió a su lado y luego de sentarse comenzó a acariciar la pierna del pelinegro muy descaradamente. 

A decir verdad, era una chica muy atractiva a los ojos de cualquiera. Un cabello rojo y rizado que caía por sus hombros desnudos, un escote que dejaba ver más de la cuenta permitía que se aprecie su gran delantera sin problema alguno. Pero lo que llamó la atención de Sasuke, y lo único en lo que podía fijarse, eran esos grandes ojos color azul que le recordaban a una persona en particular.

- ¿Sos un ninja? - preguntó la desconocida, indicando la enorme espada que el chico llevaba en su espalda.

- ¿Y a vos qué te parece? 

- Mi nombre es Fumiko Uzumaki, mucho gusto. - dijo la pelirroja, a lo que Sasuke respondió abriendo los ojos más de la cuenta.

- ¿Uzumaki?

- Apellido raro, ¿eh? mi clan está casi extinto, es una larga historia... 

- No me importa. - el Uchiha volvió en sí. - Ahorrate las palabras. 

- ¿Y tu nombre es... ?

- No te importa. - gruñó Sasuke. - Dejá de hablar.

- Así que querés pasar directo a la acción, ¿no? - Fumiko sonrió pícara y Sasuke frunció el ceño al notar que ésta lo había tomado de la mano para marcharse juntos de aquel bar.

- ¿Qué te pensás que estás haciendo? - preguntó Sasuke soltando su agarre. 

- No te hagas. - respondió la otra. - Vi cómo me mirabas. Mi casa está cerca y vivo sola. 

- ¿Eh? - estuvo unos segundos procesando la frase de la chica hasta que por fin entendió a lo que se refería. Luego de quedarse recapacitando un rato tomó una decisión y comenzó a seguir a Fumiko. - Está bien. 

La realidad es que jamás había estado sexualmente con alguien. Había tenido miles de oportunidades, cada mujer que se le cruzara intentaba algo con él, pero todas y cada una de ellas eran rechazadas; jamás había sentido atracción, ni física ni sentimental, hacia ninguna mujer, lo que era algo extraño ya que estaba en esa edad. Sasuke solamente se autocomplacía, pero nunca pensando en una mujer. Incluso Karin solía pasearse casi en ropa interior en frente suyo cada vez que se le presentaba la oportunidad, pero este sólo se mostraba asqueado y le lanzaba algo de ropa. 

Nunca se había puesto a reflexionar sobre esto, al menos no hasta ahora. Llegó a la conclusión de que tal vez esta falta de interés sexual era la convicción de que las mujeres sólo eran una pérdida de tiempo y un obstáculo para su objetivo. 

Pero ahora que necesitaba aclarar su mente cedió, con la idea de que quizás el sexo lo ayudaría a relajarse.

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Naruto se había pasado toda la tarde y la noche entrenando para desquitarse. Corría, golpeaba árboles al azar, maldecía al aire, lloraba de la rabia.

Y no supo cómo ni en qué momento, pero cayó dormido.

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Habían pasado unos largos quince minutos en los que Sasuke se sentía agobiado por los besos que Fumiko le estaba plantando en el cuello, en el pecho y en el abdomen.

- No voy a besarte en la boca.

- ¿Por qué? - preguntó Sasuke, provocando una sonrisa en la cara de la chica.

- Porque los besos en la boca son una muestra de cariño, y yo a vos no te quiero

Es lo que Fumiko le había dicho antes de comenzar. Y a decir verdad, Sasuke se sentía aliviado por no tener que besar a una extraña que lo había estado acosando en un bar durante una hora. 

- Nada. - indicó la pelirroja haciendo referencia al miembro del Uchiha, que todavía no había dado ni un indicio de excitación. - Ni aunque lo toque.

- Sacate la ropa. - fue lo único que se le ocurrió a Sasuke, quien de cierta forma se había comenzado a preocupar por su propio cuerpo y a sacar teorías, ¿Orochimaru le había hecho algo? imposible, jamás había bajado la guardia ante él.

La pelirroja accedió y comenzó a despojarse de sus prendas una por una. Sasuke la miraba con detenimiento esperando a que le provocara algo. 

Nada. No había caso. 

Hasta que se le ocurrió hacer contacto visual. Inconscientemente, comenzó a transformar a la chica en otra persona mientras se tocaba a sí mismo por debajo de la ropa.

Sonrió internamente al notar que había dado en el clavo. Su erección se había hecho presente. 

Fumiko no perdió más tiempo y se arrodilló ante él para liberarlo de sus pantalones y su bóxer. Sin previo aviso, comenzó a pasear su lengua desde abajo hacia arriba, por todo el torso del miembro del pelinegro. 

Pero cometió el error de bajar la cabeza, impidiéndole al Uchiha el contacto visual. Entonces la incomodidad volvió a hacerse presente en él.

Y volvieron al principio. Su pene de un segundo a otro decidió dormirse. 

- ¿Qué te pasa? - Fumiko se levantó y le reclamó algo frustrada. - ¿Cuál es tu problema conmigo? ¿o es que sos gay? Me lo hubieras dicho desde el principio.

''Es el colmo'' pensó Sasuke. Y entonces la empujó y se dispuso a acomodar su ropa.

- Y todavía te das el gusto de reclamarme e insultarme. - se dirigió a la puerta. - Tch, ¿qué clase de mujer sos, si no podés siquiera calentar a un hombre? - y salió del lugar, dejando a una pelirroja indignada y con la boca formando una perfecta ''o''.

Sasuke sabía de sobra que en realidad la culpa no era de aquella chica.

Pero no podía comprender qué era lo que lo impedía disfrutar de su anatomía con una mujer, y era lo que lo frustraba. ¿Qué estaba mal en él?

Pensando en esto, descartando teorías, maldiciéndose internamente. No supo en qué momento pasó, pero sus piernas habían comenzado a fallarle. Ya se había hecho de mañana y Sasuke se había adentrado en un bosque desconocido. 

Había estado corriendo sin cesar desde hacía dos días, y no tuvo ni un momento para descansar, además de aquel rato en el bar. Así que se dejó caer al pasto y cerró los ojos con la intención de dormir, pero algo se lo impidió.

O mas bien alguien. 

Aún acostado, giró su cabeza en dirección a la izquierda, y entonces lo vio.

Vio esos ojos azules que lo miraban expectantes.

Eclipse [ Sasunaru ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora