5. Algunas declaraciones

463 43 3
                                    

Una vez más ese sentimiento de culpabilidad invadiéndole el cuerpo.

Esta vez no era capaz siquiera de acercarse a Sakura, quien se esforzaba por llamar la atención de Naruto pero este se limitaba a ignorarla. Ella no acostumbraba a ser rechazada, normalmente era al revés. Pero la actitud del rubio venía preocupándolo desde hacía dos días. 

Uno normalmente pensaría que hay que darle su tiempo, sí. Normalmente, pero Naruto es todo menos normal, y Sakura era muy consciente de esto. Era muy raro verlo así: ojeras como señales de insomnio, no la veía a los ojos, evitaba el contacto con ella y con cualquier otra persona, sin contar que casi ni se lo veía vagando por la aldea, como acostumbraba.

Sakura y él se habían vuelto muy cercanos desde que Sasuke se marchó, así que ella lo conocía como nadie, ambos eran sus confidentes, el uno del otro, jamás se ocultaban nada. Así que la pelirrosa comenzó a preocuparse de sobremanera por la actitud de su amigo. 

Sin más preámbulos, se encontró a sí misma despidiéndose de sus padres en plena noche para dirigirse a paso firme hacia la casa de Naruto. 

Una vez en su lugar de destino, comenzó a golpear la puerta repetidas veces, con su característica impaciencia. 

- ¿S-sakura... chan? - dijo el rubio cuando por fin abrió la puerta, algo consternado por la repentina visita nocturna.

Sakura no esperó un segundo más y lo hizo a un lado sin delicadeza alguna, abriéndose paso a sí misma para adentrarse en aquel departamento. 

- Sí... pasá. - Naruto la miró extrañado y cerró la puerta detrás suyo. - ¿Pasó algo?

- ¡Eso te tendría que preguntar yo a vos!

- ¿Mhm? - el ojiazul ladeó la cabeza, algo confundido.

Naruto bostezaba y restregaba sus ojos mientras esperaba una explicación, mostrándose algo adormilado. Su cabello rubio estaba más alborotado de lo normal, y aún no podía terminar de abrir del todo sus ojos, que estaban un poco hinchados. Y ni hablar de esos abdominales perfectamente marcados en aquel torso sin camisa, resaltando su collar verde agua entre el color tostado de su cuerpo.

Esta vista hizo derretir a Sakura por dentro, quien moría por tomarlo de las mejillas, o al menos abrazarlo. Pero, sacudiendo la cabeza para quitarse esos pensamientos tan molestos, volvió en sí.

- Naruto, mentile a Kakashi, Shikamaru, o a quien quieras. - comenzó ella. - Pero a mí no. Te conozco muy bien, y sé perfectamente que me estás ocultando algo. ¿Por qué te lo guardas?

El rubio se quedó inmóvil, sin decir ni una sola palabra, bajando su vista hacia el suelo.

- No es algo fácil de explicar, Sakura-chan. - habló por fin. - Te pido que me entiendas y me des un tiempo, por favor. - suspiró y prosiguió. - Perdón por preocuparte así-ttebayo, pero me gustaría solucionarlo por mí mismo.

Sakura no dijo nada, simplemente se abalanzó hacia él en un abrazo, susurrándole lo idiota que era, pero que así y todo lo quería. Naruto seguía sin mover un pelo; se sentía reconfortado, pero a la vez un hipócrita. Mentirle en la cara de esta forma a su mejor amiga, quien no hacía más que preocuparse por él, lo destrozaba de a poco.

Decidió separar a Sakura y volver a hablar.

- Sakura-chan, ¿puedo hacerte una pregunta? - la nombrada asintió con la cabeza. - ¿Qué pensás de Sasuke?

La de los ojos verdes quedó algo desconcertada ante la pregunta, que la había tomado desprevenida. Pero luego de unos largos segundos, respondió. 

- Bueno... este... Sasuke-kun...

- ¿Te gusta? - Naruto corrigió su pregunta - ¿Seguís enamorada de él?

- Lo quiero. Lo quiero mucho. - contestó Sakura, haciendo que Naruto vuelva a bajar su mirada al suelo. - Pero no estoy enamorada de él. - Naruto volvió su vista hacia la chica y la miró, boquiabierto. - Y dudo mucho haberlo estado alguna vez.

- ¿Eh? ¿A qué te referís? 

- Mirá... - comenzó Sakura. - Jamás tuve ninguna razón para amarlo. Desde muy chiquita me encapriché con él por su físico, o por lo inteligente y habilidoso que era, o porque lo veía como alguien inalcanzable. Solía competir con Ino por su atención, y ahora que me doy cuenta, ambas lo veíamos como un objetivo. - suspiró algunos segundos y siguió. - Nunca lo quise aceptar en voz alta, pero yo no amaba a Sasuke-kun, sino a la imagen que me había hecho de él. Lo idealicé tanto que terminé lastimándome. 

Naruto se quedó sin habla durante un minuto. Se esperaba todo menos esa declaración. 

- Sakura-chan, si me estás diciendo esto para no preocuparme...

- Estoy diciéndote la verdad. - puso una mano en su corazón. - Además... yo ya estoy enamorada de otra persona.

¡Otra declaración inesperada!

- ¿Enserio? - sonrió Naruto más de lo normal. - ¿Quién? ¿quién?

  - Bueno... - Sakura miró hacia abajo y juntó sus manos, algo avergonzada. - es un secreto.

- ¡¿Huh?! ¡No seas así! - el rubio hizo un puchero. - Ya estás acá, contame.

Sakura rió ante la impaciencia del rubio. Había vuelto a la normalidad.

- Vos también tenés tu secreto, ¿no? ''Te pido que me entiendas y me des un tiempo, por favor''. - lo citó. - Ya te vas a enterar, tranquilo. 

- Mph, así sos. - Naruto cruzó sus brazos y miró hacia un costado, exagerando lo ofendido que se sentía. Sin embargo, al cabo de unos segundos, giró su cabeza hacia ella con una sonrisa cómplice. - De todas formas, creo que ya sé quién es esa persona. 

Sakura se ruborizó y abrió los ojos de golpe. 

- ¡¿Eh?!

- Sip, como escuchaste. - se acercó hacia ella y la tomó de ambas manos, causando que su sonrojo se intensifique. - Y te aseguro que él siente lo mismo por vos.

- ¡Imbécil! - soltó su agarre bruscamente y se dio la vuelta en dirección a la salida, para ocultar su rostro que imitaba el color de un tomate. 

"¡Muy bien, cejotas!" pensó "¡Por fin se te dió!".

- ¡Perdón, perdón! - Naruto rió mientras se llevaba ambas manos a la nuca. - Como sea, tengo que pedir amablemente que te vayas, mañana tengo que despertarme temprano. 

- ¿Temprano? ¿vos? - Sakura rió irónicamente. - ¿Qué tenés que hacer?

- Bueno... - el rubio se apresuró a buscar una excusa. - ¡Tengo que entrenar, dattebayo! 

Sakura le sonrió y, una vez abierta la puerta, frenó en el umbral de la misma.

- Este... ¿Naruto? - dijo con algo de nerviosismo la de los ojos verdes. - ¿Te gustaría hacer algo mañana por la noche?

- ¿Una cita?

- ¡Imbécil! - le dió un golpe en la cabeza, recibiendo un quejido como respuesta. - Me refiero a ir a comer ramen, o caminar por ahí, no sé... - se le volvieron a subir los colores al rostro. - Podés decirle cita si querés. 

- ¡Claro! ¡tengamos una cita mañana-ttebayo! - contestó el rubio con emoción, mientras su amiga cerraba la puerta. 

El ojiazul se apresuró a ir hacia la cocina a preparar todo para la mañana siguiente. 

Por fin pudo soltar el primer suspiro de alivio en dos días, luego de la carga de culpa que lo había estado consumiendo. Sakura ya no sentía nada por Sasuke; lo tranquilizó bastante el hecho de saber que sus acciones no lastimarían a su mejor amiga. Pensó incluso en la posibilidad de contarle todo en la cita que iban a tener mañana en la noche. Después de todo, era casi como su hermana, sabía muy bien que iba a entenderlo, y que sería la única que podría darle consejos.

Eclipse [ Sasunaru ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora