Eclipse [ Sasunaru ]

7. ¿Cómo se siente amar?

Durante todo el camino de vuelta a Konoha, Naruto no había sacado la sonrisa de bobo de su cara. No entendía el porqué, pero jamás se había sentido tan completo como ese día. 

Lo único malo era que se había terminado. Pero le reconfortaba saber que mañana lo volvería a ver, y quizás pasado mañana también, y el día que le sigue a pasado mañana, quién sabe hasta cuándo. 

El asunto era que en su cabeza solo rondaba Sasuke disfrutando el tomate relleno que él mismo había preparado. Cada tanto notaba que el pelinegro sonreía, y jamás le había agradado tanto el apodo ''usuratonkachi''. 

Fue consciente de que ese día, ese sentimiento que venía repimiendo hace tantos años, por fin floreció. No estaba seguro de qué era, la única seguridad que tenía era que lo hacía muy feliz.

Tan feliz que había olvidado por completo que su mejor amiga le estaba hablando.

- ¿Naruto? - Sakura pasó su mano frente a la cara del nombrado. - ¿Otra vez perdido en tus pensamientos? ¿estás bien?

- ¿Eh? - parpadeó un par de veces. - Sí, perdón, estoy bien-ttebayo. ¿Qué me decías?

- Nada, no importa. - le regaló una gran sonrisa. - Me alegro que estés mejor.

Sakura se había dado cuenta del brillo que había regresado a los ojos del rubio, y eso era lo único que importaba en ese momento, y lo que más feliz la hacía.

- ¿Sakura-chan? - la llamó Naruto. - Gracias por aguantar mis berrinches todos estos años.

- Idiota. - rió. - No hay berrinche que un golpe no solucione, ¿no? 

- Entonces, supongo que debería agradecerte por ¿golpearme? - dedujo el ojiazul bastante extrañado. 

- Algo así.

Ambos rieron durante un buen rato y se dirigieron a un parque, para sentarse en las hamacas.

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Sasuke miraba a la nada, recreando en su mente los momentos que acababa de vivir. Alguna que otra sonrisa se le escapaba, pero él se maldecía por esto.

¿En qué momento volvió a dejarse llevar por él?

Se sentía un imbécil por haber vuelto a permitírselo. Naruto siempre había sido su debilidad, y lo supo desde aquel momento en el que recibió las dagas de Haku por él. Podría haber muerto, y era muy consciente de eso, pero la desesperación, el miedo y la angustia que le había producido imaginarse a un Naruto fallecido entre sus brazos, había obligado a su cuerpo a moverse, en contra de la voluntad de su cerebro.

Y justamente porque era su debilidad es que debía cortar sus lazos con él. No podía permitirse que la persona más especial que tenía le impida llevar a cabo el único objetivo por el que vivía. Entonces decidió alejarse, por más que lo lastimaba abandonarlo, por más que sentía que la otra mitad de su cuerpo había sido arrancada, y por más que sabía que sus días se teñirían de una agobiante oscuridad sin aquella sonrisa que solía iluminarlo. Tenía la esperanza de que aquella sensación de desolación, y ese sentimiento de amor que había desarrollado por su querido ojiazul, se desvanecerían con el tiempo. 

Y así fue. O eso es lo que creía, antes de encontrarlo nuevamente luego de tres largos años. Se había convencido de que su corazón se había enfriado por completo, y de que aquel lazo de amor había desaparecido. Pero la rabia que sintió cuando ese nuevo chico de piel pálida habló mal de Naruto en frente suyo, o la necesidad que tuvo de correr hacia él apenas lo vio, le explicaron lo contrario. 

Así que una vez más luchó por despojarlo de su mente y de su corazón. Ya no quería sufrir por aquel rubio que clavaba sus zafiros en él de una forma que lo derretía. Se esforzó como nunca antes, y una vez más creyó haberlo conseguido.

Pero todo se fue por la borda hace solo un par de días; cuando Sasuke se convenció de que la atracción que había sentido apenas lo vió había sido simplemente sexual. Es cierto que se moría por tocarlo, acariciar cada parte de su piel, hacerlo sentir como nunca antes, pero había algo más. 

Pero él seguía negándolo. 

''Tengo que dejar de verlo.'' pensó ''No puedo confundir un pasatiempo con algo más, y mucho menos que eso se interponga con mi propósito.''

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La noche no era cálida pero tampoco fría, la temperatura era perfecta. En el cielo, algunas nubes en el horizonte amenazaban con irrumpir el buen clima. Sin embargo, sobre los dos amigos las estrellas se veían muy claramente.

Ninguno de los dos hablaba, pero el ambiente era cómodo. De hecho, ambos estaban acostumbrados a esto; cada tanto pasaban el tiempo juntos, sin emitir ni una sola palabra, simplemente prestándose su compañía, y era lo que los hacía felices, no necesitaban nada más.

- Sakura-chan. - Naruto rompió el silencio.

- ¿Si?

- Me gustaría preguntarte algo. - Sakura lo observó mientras asentía con la cabeza, en señal de que continúe. - Dijiste que estabas enamorada, ¿no?

Sakura se tensó por un momento.

- Así es.

- ¿Cómo supiste que estabas enamorada? - el rubio bajó su vista hacia el suelo y dejó de hamacarse. - Quiero decir, ¿qué se siente amar a alguien?

Las mejillas de la pelirrosa se tiñeron de un perfecto carmesí, pero lo pudo ocultar gracias a la oscuridad. 

- Bueno... ¿cómo lo puedo explicar en palabras? - pensó durante un momento y luego siguió. - ¿Viste cuando probás un nuevo tipo de ramen de Ichiraku y no querés que nunca se termine? 

- Sí...

- Bueno, así es como uno se siente cuando está enamorado.

- ¿Cuando estás enamorado querés comer ramen?

- ¡Idiota! - Sakura se paró de la hamaca y le dió un golpe suave en la nuca. - Me refiero a que cuando estás con esa persona deseas que ese momento sea eterno. 

Naruto comenzó a recordar lo mucho que deseaba que el día no termine cuando estaba con Sasuke. 

- Cuando uno está enamorado - continuó la Haruno. - siente que su alma se pinta de muchos colores al mirar a sus ojos. - sonrió, clavando su vista en aquellos ojos color cielo. - El amor es querer abrazar cada virtud, pero también cada defecto de esa persona.

- Sakura. - dijo el rubio algo avergonzado. - Tengo que confesarte algo.

- Yo también, Naruto.

- ¿Lo decimos al mismo tiempo?

La pelirrosa sonrió.

- Claro.

Ambos tomaron aire y contaron hasta tres.

- Estoy enamorada de... - ''vos'', dijo Sakura para sus adentros, pero no pudo articular esa última palabra, no después de oír a Naruto.

- Estoy enamorado de Sasuke.