Eclipse [ Sasunaru ]

10. Traición

En un rápido movimiento, Sakura presionó sus labios contra los de Naruto, quien estaba shockeado. Fue tanta la sorpresa, que no se percató de que, de un momento al otro, su amiga se encontraba sentada a horcajadas sobre sus piernas. 

Luego de unos largos segundos de nula reacción, Naruto tomó a la pelirrosa de la cintura, provocando que ésta se apegue aún más a su cuerpo y labios, intensificando el beso.

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Sasuke observaba la situación a lo lejos, con la mandíbula casi en el suelo, al igual que su dignidad. Alguien más había profanado los labios de su amado; ya no era dueño de estos. No, de hecho, nunca lo fue. Y es lo que más llenaba de rabia a Sasuke.

Sentía un dolor inmenso que nacía desde su pecho, recorriendo todo su cuerpo. Comenzó a conectar cables y llegó a su propia conclusión: Naruto le había estado mintiendo todo este tiempo. Era tan obvio, ¿cómo no se percató antes? Naruto quería engatusarlo para evitar que destruyera a su preciada aldea, esa maldita aldea a la que le atribuía tanto sufrimiento. Pero lo que más lo irritaba era que había logrado su cometido. Había logrado que Sasuke dejara de lado todo su odio y venganza con tal de quedarse con él. 

Pero no dejaría que esto termine así; ahora que la verdad de ese condenado rubio había salido a la luz, no dejaría que su plan, por el que había estado trabajando tanto tiempo, se eche a perder por un simple capricho.

Así es, quería convencerse de que odiaba al Uzumaki, como el primer día que se marchó de Konoha. Pero ahora que había aceptado sus sentimientos para sí mismo, sabía muy bien que no era así, y que por más que lo intentara y lo deseara, jamás podría odiarlo. Y esto era lo que más lo desesperaba; se sentía tan desvastado y traicionado como aquella noche, cuando ocurrió la masacre de su clan. 

Quería asesinar a Sakura por estar tocando lo suyo, y secuestrar a Naruto para torturarlo, haciéndole entender que nadie jugaría nunca con Sasuke Uchiha, ¡y mierda que sí quería hacerlo! Pero aún no debía apresurarse, así que con tanta rabia en sus ojos como heridas en el corazón, se marchó del allí a esperar el momento y lugar justo para cumplir su deseo. 

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La intención de Naruto al tomar de la cintura a Sakura no fue corresponder su beso, sino, todo lo contrario. Por acto reflejo tomó su cintura para empujarla, pero al parecer su amiga no captó el mensaje, o quizás sí, pero poco le importó. 

Naruto no sabía que hacer, sólo reaccionó cuando Sakura, inconscientemente, comenzó a moverse sobre él, rozando su intimidad con la de Naruto por sobre las ropas. Entonces, sin delicadeza alguna, la empujó con rapidez, dejándola en el suelo; aturdida, con las mejillas rojas y con la respiración agitada.

- ¡¿Qué estás haciendo?! - le gritó el rubio, parándose del sillón e intentando procesar lo ocurrido.

- Naruto, perdón, fue un impulso. Yo... - comenzó la pelirrosa, pero algunas lágrimas brotaron de sus ojos y comenzó a sollozar.

- Andate. - dijo fríamente el Uzumaki sin siquiera mirarla, y con una notable decepción. 

La chica sólo asintió con la cabeza y salió corriendo del lugar, sin mirar atrás. 

Se sentía una estúpida, ¿en qué momento le había parecido que hacer eso estaría bien? Sabiendo que su amigo amaba a otra persona, ¿en verdad esperaba cambiar sus sentimientos con tan solo un beso?

Lo peor de todo era que sí lo había disfrutado, sí le hubiera gustado que dure más tiempo, y sí le hubiera gustado que Naruto se lo correspondiera, aunque no corresponda a su amor. Lo cierto era que aquel movimiento inconsciente que hizo sobre su amigo le había elevado el calor corporal, y que, de no haber sido por el empujón de Naruto, hubiera continuado con aquel vaivén de caderas, pero de forma consciente. ¡Y le daba tanta impotencia sentirse así!

Y él se sentía un traidor.

Sí, un traidor. Porque su primer beso -sin contar los accidentales de la niñez- no había sido con la persona con la que tanto quería. Soñaba aquel beso como uno especial, bajo la luz de la luna, o quizás en un restaurante, o haciendo el amor; aunque a decir verdad bien podría haber sido en un desagüe,  no importaba mientras sea con Sasuke. Pero no fue así, fue con Sakura, su mejor amiga, la persona en la que más confiaba. No sólo le dolía por Sasuke, también le dolía la idea de perder aquella amistad con su preciada pelirrosa. 

Con sus mangas, refregó con desaforo sus labios, en una inútil búsqueda de borrar ese beso no deseado. 

Cerró los ojos un tiempo y suspiró. Se dijo a sí mismo que borraría ese beso de su memoria, porque no lo había deseado y no lo había disfrutado. Estaba bien, ¿no? Él aún podía decidir con quién sería su primer mágico beso, ¿no es así?