16: El Rey y Reina Arruinada

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Las Islas

Narrador

Volviendo con Gwen Arruinada y su otra yo junto al recluta; estos estaban peleando pero a pesar de ser un dos contra uno no tenían la ventaja en lo más mínimo.

Gwen: ¡Recluta!

Recluta: Aagggjjjj... - La otra Gwen lo tenía agarrado del cuello y sin que tocará el piso.

Gwen arruinada: ¿Eso es todo lo que ofrecen? - Avienta al recluta a lado de la otra Gwen, como si fuera un saco de basura.

Gwen: Recluta ¿Estás bien?

Recluta: En perfecto estado. - Alzaba su dedo gordo en señal de estar bien pero Gwen estaba preocupada, no podían ganarle.

Gwen arruinada: Esperaba más de ti, que decepción.

Gwen: Solo puedo... - Sabiendo que estaba entre la espalda y la pared, uso sus agujas con hilo para crear un escudo para ella y el Recluta.

Gwen arruinada: Y me sigues decepcionando más. - Ante está situación Gwen pensó en defensa y la arruinada solo se empezó alejar, decepcionada de esta pelea. - No vales mi tiempo. - Se fue alejando hasta que los dejo solos.

Gwen: Perdí... - Dijo de forma derrotada y triste por lo que pasó en esta batalla. - Recluta vamos, debemos irnos. - Aun con aquel campo protegiéndolos A duras penas pudieron salir caminando.

En el palacio

Senna Al escuchar la historia de la reina arruinada comprendía todo lo que le había pasado y porque hacía esto, le sorprendió saber que todos aquellos que ella conocía en su mundo, habían perecido a manos de ella en el suyo.

Isolde: Parece que aún te niegas, parece que necesitas un poco más de motivación. - Chasqueo sus dedos y un portal se abrió justo detrás de ellas y de este salieron los Centinelas, todos derrotados a manos de los demás arruinados.

Senna: ¡Lucian! - Su líder intento moverse pero fue inmovilizada rápidamente por la reina.

Isolde: Escucha Senna, yo perdí mucho tiempo contigo vas a abrirme ese portal a donde está mi amado y si no lo haces Bueno... Ya sabes lo qué sucederá a continuación. - Al ver que todo estaba perdido, Senna no tenía las opción, puso su cañón en dirección a dónde estaba la ubicación del rey arruinado y disparo abriéndolo.

Riven: Debo hacer algo, debo...

Gwen arruinada: No, no, no. - La princesa le puso una de sus agujas en el cuello a Riven para que está no hiciera nada. - Quieta fiera.

Los centinelas perdieron y el portal se abrió, Isolde entro en este y lo vio, no era su Viego pero sabía que era él.

Isolde: ¿Amor? - Se acercaba de a poco y con nervios, era la primera vez en mucho tiempo que lo veía.

Viego: ¿Quién... - El rey al ver de quién era, se quedó completamente sin palabras, no podía creer lo que sus ojos veían. - ¿Isolde?

Isolde: Así es amor... Soy yo. - Lo líbero de aquella prisión de luz bendita Y cuando por fin no tenía enfrente le dio aquel beso que anheló desde hace mucho pero mucho tiempo.

Viego: Yo pensé que...

Isolde: Tranquilo, ahora podemos estar juntos de nuevo Y eso es lo único que importa ¿Verdad? - Viego sonrió de forma calidad y volvió a besar a su reina, por primera vez en mucho tiempo estaba feliz había recuperado a la persona que tanto amaba en todo el mundo.

Viego: Lo sé. - El rey miro que los Centinelas estaban de rodillas y sometidos, todo parecía indicar que fue obra de su reina. - ¿Y esto?

Isolde: Un regalo de bienvenida. - Viego sonrió y saco su espada dirigiéndose a Senna.

Viego: Que hermoso regalo mi reina. - Antes de que pudieran seguir, alguien los interrumpió.

Vex: Viego... - La pequeña Yordle entro y todos la miraron.

Viego: Vex, jamás imagine que siguieras por estos rumbos.

Vex: Parece que ya están felices ustedes dos, ahora ¿Qué sigue? - El rey y Reina se miraron y comenzaron a reír. - ¿Qué es lo gracioso? - Lo decía mientras tenía que ya mirada de desprecio y molestia

Isolde: ¿Tú qué crees?

Viego: La dominación de todo Runnaterra. - Al escuchar esto, Los Centinelas no tenían otra opción más que resignarse.

Vex: Oh, así que mi otra yo tenía razón. - Hubo un silencio de muerte en ese entonces.

Isolde: ¿Tú otra... yo?

Vex: Parece que al final de cuentas solamente puedo confiar en mi sombra y en otra versión alternativa de mi más colorida. - Desde el cielo cayó cayó otra Vex pero está era diferente en varios aspectos, no era como Isolde la recordaba.

Isolde: Tú... - Decía mientras la ira se apoderaba de ella.

Vex Portadora: Hola... Mi reina. - Con la presencia de la otra Vex en este lugar, las cosas estaban a punto de dar un giro de 360 grados y con ello, el final se acercaba.

 - Con la presencia de la otra Vex en este lugar, las cosas estaban a punto de dar un giro de 360 grados y con ello, el final se acercaba

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Próximo capítulo: Todo era parte del plan.

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