Sábado, 9 de Mayo de 2020.
El estruendo del sonido de la alarma, me despierta. Y hoy sí que me molesta.
Al final pude descansar pero estoy tan agotada que abrir los ojos es una pesadilla. Como puedo me levanto y me dirijo al baño para bañarme y arreglarme un poco.
Mi atuendo de hoy consiste en una camiseta blanca con el símbolo de Monsta X en la parte delantera de color negra, y en la parte de atrás el nombre de Kihyun con el número 93, ya que nació en ese año, y un pantalón negro con unas zapatillas negras. Dejo mi cabello suelto, me aplico un poco de bálsamo labial y sonrío contenta por el resultado.
Una vez lista, cojo mi pequeña mochila, donde tengo la entrada, mi móvil y dinero por si acaso puedo comprarme algo dentro.
Ya todo en orden salgo de mi habitación para ir en busca de mi padre y de Belinda. Lo bueno de que tengan las puertas a los lados de la mía, me permite tocar las dos puertas casi al mismo tiempo y esperar que los dos salieran. Lo que ocurrió cinco minutos después. Miro el reloj del móvil, marcan las nueve y media. Tenemos media hora para llegar y hacer fila y empezar a hacer turnos para comer.
***
Mis manos tiemblan, no lo puedo creer, sólo faltan quince minutos para que comience.
Os resumo lo que ha pasado:
Después de llegar justo a las diez, habían pocas personas. Por lo que Belinda y yo corrimos y nos pusimos en la cola. Mi padre iba a traernos el desayuno mientras estábamos esperando.
Yo estaba muy nerviosa, cada vez iban llegando más personas, y mi padre se metió en más de un lío con las señoras mayores que acompañaban a sus hijas, sobrinas, o nietas, porque según ellas, mi padre se estaba colando.
Belinda y yo teníamos en todo momentos nuestras manos juntas. Estaba tan nerviosa que ella era mi apoyo, y yo el suyo. Apenas pudimos comer, porque encima no dejaban de pasar limusinas y coches de Monsta X a nuestro lado.
Por fin después de seis horas esperando a que abrieran las puertas, pudimos entrar. Nos despedimos de mi padre, ya que él no tenía entrada. Belinda y yo corrimos a la primera fila, pues habíamos conseguido sitio. Le entregamos a la persona de seguridad nuestras tarjetas donde ponía que este era nuestro sitio, y nos dejó pasar.
A pocos minutos del concierto, me sudan las manos. Es increíble el poder que tiene estar en un concierto. El poder de ver a tus ídolos y escuchar sus voces de cerca.
Las luces se apagaron y un ruido estruendoso resonó en todo el lugar. Son ellos, saltaron en el escenario, aprovechando que las luces estaban apagadas. Yo grité por inercia.
Al igual que agarré la mano de Belinda mientras respiro hondo. Aquí viene.
Empieza a sonar "Alligator" y yo creo que me estoy muriendo internamente. Ellos están empezando a moverse y me puedo fijar en la ropa que llevan. Es la misma que llevan en el vídeo musical de Shoot out. Creo que mi respiración se ha cortado.
Miro hacia Belinda, y la encuentro siguiendo los pasos que está haciendo Wonho mientras baila el solo. Su mano está en su pecho y la otra en su boca, pero no respira. Está con la mirada fija en él. Vuelvo mi atención a ellos. Su compenetración a la hora de bailar, siempre me dejará con la boca abierta. Sigo con la boca abierta hasta que le toca a Kihyun, en un momento dado mira hacía la primera fila y sus ojos vagamente se posan en mí, pero lo hacen. Sí antes tenía la boca abierta, ahora podría entrar un micrófono.
La canción siguió su curso, y había veces que no podía dejar de mirarlos a ellos. No podía. Mis ojos, simplemente los seguían.
Una vez que acabó, ellos se posicionan frente a nosotras mientras nos saludan con su saludo de siempre.
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La sonrisa que cautivó mi corazón
FanfictionMuchas personas que son fanáticas de los grupos musicales sueñan con ir a sus conciertos y disfrutarlos como nunca, pues es una sensación única. Eso mismo quería sentir algún día Nayeli. Ella es fanática de varios grupos musicales del K-pop, pero s...