Una rosa negra entre las sombra

Sueños

Cuando le agregas demasiada agua se ahoga, tratarla con cariño y amor porque un simple descuido puede acabar con toda la belleza del mundo.

Aquel sol se posaba dentro de su limite sobre toda la ciudad de Japón atrayendo a la noche en una mezcla de tonalidades claras dentro de aquella habitación todo parecía ser muy monótono ese color blanco y aquella paleta de grises hacían que se aburriera con facilidad. Pero aquel aburrimiento duro poco ya que rápidamente las puertas de su cuarto fueron abiertas dejando entrar a dos adultos preocupados por su pequeño hijo y a su espalda iba Azael quien sonreía ante la pequeña escena que se había formado.

Como no iban a estar preocupados si apenas recibieron la noticia por teléfono tomaron el primer vuelo que encontraron para llegar a verlo. Sus brazos pasaron por completo a rodear a su pequeño quien parecía estar aturdido, pero correspondió con gratitud y calma a sus gestos mientras era llenado por varios besos en su plumaje con tal de demostrar su alivio de verlo a salvo.

Aquella mujer de plumaje cobrizo volteo a ver al pequeño que estaba en la puerta mientras la daba una seña de que se acercara a donde estaba tomando sus manos con gratitud-Muchas gracias por cuidar de nuestro hijo-hablo mirando con una sonrisa

-Mi esposa tiene razón muchas gracias-comento el mayor mientras lo abrazaba con gratitud por ayudar a su hijo

Azael quedo aturdido puesto que hacia siglos que nadie lo abrazaba de esa manera, se sentía muy maternal tanto que había olvidado como se sentía ese sentimiento-No hay de que-murmuro alejándose un poco-Su hijo es especial para mí y lo ayudaría siempre-hablo con una tonalidad de vergüenza en sus mejillas dejando en claro su pequeño sentimiento

La mujer solo rio bajo mientras que el mayor lo miraba con curiosidad dejando en claro que no se lo dejaría fácil.

-Vaya hijo si que tienes un buen chico a tu lado-menciono captando la atención de Tokoyami quien sonrió

Tokoyami: A que si

Madre e hijo sonrieron con diversión mientras que el padre miraba de pies a cabeza a Azael quien sintió un pequeño sentimiento de inquietud sin duda conocer a los padres de tu futura pareja era agobiante más si el padre no paraba de verte con ojos amenazadores por siquiera tocar el plumaje de su hijo.

-Acompañaba niño-sentencio el padre esperando que salieran de la habitación dejando a los dos confundidos, pero atentos a que sucediera algo avisaran con solo tocar la puerta.

Una vez fuera el padre de Tokoyami se apoyo contra la pared con los brazos cruzados-Escucha agradezco que salvaras la vida de mi hijo-menciono mientras se tomaba su tiempo-Además quería felicitarte por golpear a ese mocoso que daño a mi hijo por lo que si de verdad amas a mi hijo tendrás que demostrarlo porque no aceptare ningún otro maltrato de nadie hacia él

Azael solo sonrió desafiante-Yo me encargare de hacerlo feliz se lo demostrare-hablo con aire de superioridad dejando en claro que aceptaba su reto

Mientras ambos parecían retarse con las palabras dentro de la habitación Tokoyami junto con su madre hablaba de cosas que había olvidado cosas vagas, pero que para ambos era importante de mantener por lo que se pusieron al corriente con toda su conversación.

Comenzó a florecer poco a poco dejaste que crezca, su primer pétalo abrió sus ojos. Ahora solo quedaba esperar, esperar por volver a enamorarte.

Las horas pasaron volando, dejando que se tenían que retirar por lo que Azael quedo en manos de cuidar a Tokoyami quien se había quedado dormido después de una larga conversación con sus padres.