Poco a poco

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Las horas pasaron cuales se convirtieron en una infinidad de pensamientos dentro de Tokoyami tratando de averiguar la verdad detrás de aquellas heridas, pero por más que lo intentaba no llegaba a nada, sus ojos clavados sobre su acompañante analizando cada centímetro de su rostro además de sentir su respirar lento chocar con él suyo. Sin duda hay muchas cosas que podrían sonrojarlo al instante entre ellas que estaban en la misma camilla de la enfermería. Pero que podía hacer mientras trataba de recuperarse, aunque algo lo inquietaba y era el sentimiento de vació que muy pocas veces se reflejaba como si algo lo perturbara.

Entre los mundos de los sueños los niños siempre se levantan contentos o asustados nunca definen correctamente sus sentimientos ya que todo es aleatorio en ese mundo Azael quien permanecía intacto dentro de sus pensamientos siempre lloraba recordando aquellos momentos donde el agua subía y inundaba todo su cuerpo plagando del olor a la sangre impregnando cada centímetro de su cabello teniéndolo de un rojo carmesí que solo se encontraba en la sangre.

La habitación oscura con la luz tenue de la luna entrando por los ventanales y reflejándose con intensidad sobre la cama y el suelo de madera, caminaba un niño de aproximadamente unos 6 años sus ojos representaban terror, pero también un sentimiento de vacío carcomido por la escena donde a las alturas de la habitación una mano sobresalía del marco de la puerta.

Sus pasos se escuchaban tenues al acercarse al lugar una vez llego se encontró con el cuerpo inerte de su madre aquella mujer de cabellera platinada con todos sus cabellos esparcidos sobre el suelo, a los pocos metros a lado de la cama su padre estaba colgado con un cable telefónico alrededor de su cuello. Aquel chico de solo unos 7 años su mirada era vacía, ningún sentimiento mostrado por lo que solo salió del lugar para llegar a su habitación donde lloro en silencio mientras se quedaba dormido.

Nuevamente en la camilla Tokoyami se fijó que Azael sollozaba por lo que con cuidado llevo su mano a su mejilla para poder secar sus lágrimas con su pulgar, aquel roce que sintió Azael solo sonrió levemente para volver a quedarse dormido.

Tokoyami: Pareces un niño–pensó con una sonrisa–Azael ya despierta–comente con cuidado, pero noto como solo se volvió a quedar dormido por lo que solo suspiro para poder levantarse con cuidado y no hacer ruido alguno

Salió de la habitación con cuidado para caminar por los largos pasillos donde buscaba un lugar calmado donde podría respirar, mientras sus pasos se escuchaban una idea se vino a su cabeza al recordar la rosa por lo que sonrió, pero de pronto una punzada en su cabeza se presentó.

–Ahg–se quejo ante aquel dolor, pero sus ojos se abrieron de golpe por aquel recuerdo que llego con rapidez a su cabeza como si fueran imágenes de una película

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Flashback

Tokoyami: Oye no te permití besarme–menciono sonriendo para posar sus brazos alrededor de su cuello

X: Oh ¿entonces no te gusto? –comento riendo para acercarlo más a su cuerpo sin perder su sonrisa que ambos los caracterizaban–sin duda me alegro de tenerte a mi lado

Tokoyami: Yo igual

Ambos juntaron sus labios sintiendo como sus lenguas recorrían las bocas ajenas, cuando se separaron solo caminaron para buscar otro lugar para pasear.

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Tokoyami: Vamos eres lento

Una rosa negra entre las sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora