•[aclaración: esta historia tiene un tiempo de publicación irregular]•
Era un día tranquilo en el Campamento mestizo, un lugar lleno de semidioses, pero esa calma desapareció cuando la profecía anunció que 2 de los hijos de "Los 3 grandes" fueron el...
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Después de ese día, los efectos secundarios de ese brebaje se prolongaron por unos días más, aunque en menor intensidad.. No me molestaba el hecho de ayudar a Percy a controlar todo lo que conllevaba, pero para él realmente era incómodo sentirse con fiebre casi todos los días y que las medicinas no fueran realmente la solución.
También comenzó a seguirme a todas partes, detestaba la idea de quedarse solo y lo entendía, no era un gran problema. Pero lo que si me preocupaba eran esas pocas ocasiones en las que salía solo por un par de minutos y cuando regresaba, me encontraba a un Percy acurrucado, llorando desconsoladamente.
En cada una de las ocasiones, lo abrazaba y consolaba. Quería saber que pasaba, pero cada vez que indagaba un poco, él cambiaba de tema o respondía con otra pregunta.. Tal vez aún no está listo para contarme que pasó exactamente ese día. Tengo unas ideas en mente, pero siento que pasó algo más y me lo estoy perdiendo.
Percy: Jason.. Me estás escuchando?
Jason: Oh, lo siento, qué decías..? - Estaba tan ensimismado que no me percate de lo que me estaba hablando.
Percy: Te estaba preguntando si iremos a desayunar al pabellón o nos quedaremos aquí?
Jason: Comamos en el pabellón, tu aroma es casi imperceptible. - Su rostro se ruborizó y asintió velozmente.
Nos alistamos y, como se había vuelto rutina, lo ayude a cambiar algunos vendajes y entre ellos dejaba uno que otro beso sobre su piel bronceada. Terminamos de vestirnos con las camisetas del campamento y nos dirigimos al pabellón. Podía sentir algunas miradas intensas sobre mí y realmente no sabía que estaba pasando.
Nos sentamos en la mesa destinada a la cabaña 3 y, casi de inmediato, se nos acercaron Nico, Will, Annabeth y Leo. Nico y Will se sentaron frente a nosotros; Annabeth, al lado derecho de Percy y Leo, a mi lado izquierdo. Entre ellos se miraban, como si no supieran cómo comenzar.
Will: Em, Percy, cómo van tus síntomas? - Se notaba algo nervioso y soltó un pequeño chillido cuando Nico lo miró de mala gana.
Percy: Estoy mejor, las marcas están desapareciendo.
Nico: Jason, si vinimos aquí con prisa es porque se están difundiendo rumores extraños sobre ti.. - Dijo cautelosamente.
Mi mandíbula se tensó, eso explicaba las miradas y murmullos que escuchaba alrededor.
Percy: Qué se está diciendo de él? - Su ceño se frunció ligeramente.
Annabeth: Uno de ellos dice que sufriste un ataque psicótico ya que se rumorea que algunos campistas te vieron perder el control mientras te repetias algunas cosas en latín. Según ellos, parecias una bestia a punto de atacar.
Sujetó mi mano debajo de la mesa y la apretó ligeramente. La tomé de vuelta y enredé mis dedos con los suyos.
Leo: Pero, tranquilo, sabemos que eso no es cierto. Sí actuabas un poco raro, pero tampoco es que fueras a morder a cualquiera.