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Amelia POV

Desperté por el sonido de una llamada entrante, estaba abrazada a la cintura de Lena, con la cabeza en su pecho, cuando me moví un poco para mirarla, pude verla con el teléfono pegado al oído mientras hacía sonidos de aprobación y con su mano libre me acariciaba el cabello, me dejé llevar por la sensación de paz que me producía el contacto de sus dedos con mi cabeza y cerré los ojos nuevamente.
Cuando volví a despertar seguíamos en la misma posición
-buenos días bella durmiente- un bostezo escapó de mi boca
-¿cuánto tiempo dormí?-
-un par de horas ¿tienes hambre?-
-un poco-
-bien, voy a preparar algo- dijo intentando pararse pero yo no la solté -Amelia, no puedo ir a preparar comida si no me sueltas-
-no quiero que te vayas- dije escondiendo mi cara en su cuello
-bien, entonces ¿qué quieres comer?- preguntó mientras tomaba su teléfono
-comida China- dije sin siquiera pensarlo, mientras ordenaba, su mano subía y bajaba por mi espalda, luego hacía círculos y asi siguió cuando ya había terminado de pedir la comida, hasta que el timbre sonó y ambas nos levantamos de la cama.
Una vez Lena había recibido la comida nos acomodamos en la mesa para comer
-Lena-dije en voz baja, en parte deseaba que no me escuchara
-¿si?- su mirada a clavó en la mía
-mañana voy a volver a trabajar, entonces creo que lo mejor es que me vaya a mi casa-
-oh, está bien ¿quieres que te deje en tu casa cuando terminemos de comer? - asentí y terminamos de comer en silencio, Lena levantó los pasillos vacíos y los llevó a la cocina
-voy a buscar mis cosas- dije y subí dejándola en la cocina. 

Cuando volví al primer piso ella estaba esperándome sentada con las llaves en la mano, se levantó y fue directo a la puerta, no hablaba y yo no sabía que decir, cerró la puerta de las casas y abrió la del copiloto del auto para que yo subiera, la miré para decirle algo, pero no me miró, cerró la puerta y dio la vuelta para subir al asiento del copiloto. Durante el viaje a mi casa Lena se limitó a mirar al frente con ambas manos en el volante la mayor parte del tiempo y cuando llegamos paró el motor y seguía sin mirarme.
-¿no vas a decir nada? - pregunté al fin
- ¿Qué quieres que diga? -
- no lo sé, no hablas desde que te dije que debía volver a mi casa-

- Es solo que no me gusta la idea de dejarte sola- 

-Lena he vivido sola por mucho tiempo, no necesito una niñera- 

-sé que no necesitas una niñera Amelia, no es ese el motivo-

-¿entonces?- 

-no me gusta la idea de no estar si necesitas ayuda, o solo si quieres algo, no me gusta la idea de no estar para ti- 

-que no esté en tu casa no significa que no puedes estar para mi, podemos habla por teléfono y si necesito algo, siempre puedo llamarte-

-¿lo prometes?- 

-si, lo prometo- no sabía si se refería a llamarla o a que habláramos pero en mi mente prometí hacer ambas 

-¿cuando podré verte otra vez?- 

-cuando tu quieras, siempre que sea luego de mi horario de trabajo- sonreí para hacerle saber que no lo hacía solo por compromiso, realmente quería volver a verla, si fuera por mi le diría que mañana mismo estoy libre luego del trabajo, pero ya la había molestado mucho con mi presencia constante 

-está bien, creo que es hora de irme, yo también debería ponerme a trabajar -

-tienes razón, adiós Lena, nos vemos pronto, o eso espero- 

-nos vemos pronto- dijo y bajé del auto, caminando a la puerta de mi casa me di cuenta de que debí besarla, no debí solo bajar del auto, tenía muchas ganas de besarla, pero cuando iba a caminar de vuelta al auto ella encendió el motor, así que supuse que ya no era buen momento. 

Una vez dentro de la casa tomé una ducha rápida y  fui directo a la cama, mañana sería un día complejo. Addie no me dejaría en paz probablemente.

Cuando mi despertador sonó, me levanté de la cama más rápido que de costumbre, tenía ganas de volver a trabajar, debía poner mi vida en orden, otra vez, y de preferencia esta ve sería definitivo, el cambio lo hago yo, yo decido cuando comienza y comienza hoy.

Me duché, me vestí, desayune, lavé mis dientes y salí con rumbo al trabajo.

Una vez llegué me instalé en la consulta y atendí a dos pacientes, tenía que ponerme al día con mucho papeleo pero antes de eso quería una taza de café, más bien, la necesitaba.

En la cocina me topé con Addie, no estaba preparada para esto, pero debía afrontarlo.

-así que decidiste volver- 

-si- 

-ya era hora, no debiste dejar el trabajo tanto tiempo- 

-Addison ¿alguna vez tuviste una adicción?- ella negó con la cabeza- entonces no deberías tratarme como lo estás haciendo- 

-¿como?- 

-así, con desdén, como si fuera menos que tú, solo me menosprecias a mí y a todo el esfuerzo que hago por mantenerme sobria, cada pequeño inconveniente en mi vida me produce un deseo prácticamente incontrolable de drogarme, eso incluye el sentirme humillada por tus comentarios, no es necesario que me digas todo lo que he hecho mal, lo sé, eso me carcome todos los días, pero estoy haciendo un esfuerzo para que esos errores no me hundan, por favor no los estropees con tus comentarios, eres como mi hermana, deberías apoyarme- iba a decir algo pero la corté - estoy tratando de ordenar mi vida y estar aquí hoy es un primer paso, me encantaría tenerte a mi lado en los que siguen, por que te amo y te admiro demasiado, pero por favor no esperes que sea igual de perfecta que tú, porque eso no va a suceder jamás-

-tienes razón, no debería estar tratándote así, es solo que no se como ayudarte- 

-no necesito que me ayudes Addie, puedo sola, no necesito que arregles mi vida, solo necesito que me apoyes y que seas mi hermana, porque eso eres para mi, solo necesito que me apoyes y que me des tu confianza, que no creas que  la primera voy a tirar todo por la borda y que incluso si lo hago, estés ahí-


También nos volvemos 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑡𝑜𝑠 a las 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 ( Lena x Amelia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora