También nos volvemos 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑡𝑜𝑠 a las 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 ( Lena x Amelia)

VI

Amelia POV

Desperté sola en el sillón, cubierta con una manta, estaba cómoda, pero escuchaba ruidos en la cocina, supuse que era Lena, no me quería mover así que me quedé ahí por un par de minutos antes de levantarme e ir al baño. Una vez fuera del baño me dirigí directamente a la cocina, para encontrar el desayuno servido en la isla de la cocina y en una de las puntas a Lena frente a su computador

-buenos días- dije y ella levantó la vista de lo que estaba haciendo

-buenos días -dijo sonriendo y nuevamente tenía esa sensación en la boca del estómago- el desayuno está listo, yo estoy por entrar a una reunión-

-no tenías que hacerme el desayuno Lena-

-pero lo hice, así que ahora deberías comer algo- yo asentí

-gracias, ¿estás nerviosa?-

-no- dijo desviando la mirada

-okey ¿puedo pedirte un favor?- ella asintió

-lo que sea- me acerqué a donde ella estaba sentada

-¿puedes ponerte de pie?- la pelinegra abandonó su asiento y de pronto estaba de pie frente a mí, tomé una de sus manos y la puse en su cintura flexionado su brazo y luego hice lo mismo con la otra, cuando Lena estaba lista yo adopté la misma posición

-¿qué estas haciendo?- dijo reprimiendo su risa y bajando la mirada

-no, no, cabeza alta, espalda recta- dije y ella obedeció -respira profundo- su pecho se infló mientras sus pulmones se llenaban de aire

-okey- dijo

-hay estudios que dicen que esta pose te ayuda a estar más confiado y mejora la efectividad del trabajo o actividad que tienes que realizar- dije mientras ambas nos manteníamos en la misma postura - y a mi también me ayuda con los nervios-

-pero te dije que no estoy nerviosa-

-claro, no lo estás, pero nunca está de más prevenir ¿no?- ella asintió y ambas abandonamos nuestra pose, ella para sentarse nuevamente frente al computador y yo para desayunar. Estuvimos en silencio un par de segundos antes de que Lena comenzara a hablar con alguien a través del computador, por lo que entendía eran varias personas, se saludaron y luego Lena estuvo en silencio un buen rato, supongo que alguien estaba hablando al otro lado de la línea, pero ella estaba con audífonos por lo que no escuchaba ambas partes de la conversación, mientras ella estaba pendiente de lo que la otra persona decía yo estaba pendiente de ella, de su rostro inexpresivo, como si solo estuviera mirando a la nada, de su rostro perfectamente maquillado, de su cabello lacio perfectamente recogido en una coleta alta, sus manos finas de dedos largos que se encontraban firmes sobre la isla de la cocina, sin moverse ni un poco de su posición en ningún momento, esta mujer podría perfectamente ser cirujana si eso quisiera, dios, incluso podría dedicarse a la neurocirugía si eso le gustara, sus manos era simplemente perfectas para el trabajo, levanté la vista para ver que Lena estaba hablando, pero yo estaba tan perdida en mis pensamientos que no lo había notado, estaba hablando de datos, porcentajes y números que no entendía, hasta que comenzó a decir cosas que me parecían familiares de nuestra conversación la noche anterior

-como es bien sabido, es la primera vez en la historia de Luthorcorp que la compañía es dirigida por una mujer, creo que esto podría ser un punto a favor en el futuro que estoy viendo para la empresa- hubo un silencio antes de que continuara hablando- a eso quería llegar, muchas gracias, pretendo cambiar la empresa, renovarla, en algún momento, al igual que ustedes, pensé en cerrarla, empezar desde cero, pero la compañía al igual que las personas, tiene historia y eso no quiere decir que no pueda cambiar su rumbo y enmendar lo que fue en un pasado, por lo que para empezar quisiera cambiar el enfoque de la compañía, partiendo por el nombre, pretendo cambiar el nombre de Luthorcorp a Lcorp, pretendía que fuera algo distinto, pero quiero que la gente relacione los nombres, que vea que queremos hacer un cambio, una mejora y quisiera seguir por cambiar la central, de Metrópolis a Nacional City, es un buen lugar para comenzar con Lcorp y me gustaría contar con su apoyo- silencio y más silencio, moría por saber con quién hablaba y que le decían, el rostro de Lena volvía a estar inexpresivo pero en sus ojos podía ver que algo le molestaba, que le preocupaba, solo había más silencio para mí, Lena no decía nada, no hacía nada, me parecía que incluso no respiraba. De pronto se movió, sonrió amablemente y se despidió de la misma manera, tecleo un par de cosas y cerró la computadora, intenté mantenerme en mi puesto, pero la intriga pudo conmigo y me levanté para estar a su lado, pero seguía sin decir nada, mirando al frente tal como estaba cuando la computadora estaba encendida.

-¿y?- pregunté - ¿qué pasó? ¿Como fue todo?-

-bien- dijo seria -todo fue bien-

-¿qué significa eso?-

-que tal vez puedo salvar mi empresa- una pequeña sonrisa se asomaba en su rostro

-eso es genial Lena- dije rodeandola con mis brazos, ella se tensó por un momento antes de aceptar mi abrazo y poco a poco devolverlo, no quería soltarla, el calor que desprendía su cuerpo era sumamente agradable y olía a café y productos de ducha, olía a lujos y cosas elegantes, pero extrañamente también olía a casa y era como sus brazos fueran hechos a la medida para envolver mi cuerpo, pero todo lo bueno termina, sobretodo si de mí se trata, así que lentamente la pelinegra se soltó de mi abrazo, quedando con nuestros rostros a centímetros de distancia y nuestros cuerpos aún tocándose, solo podía pensar en lo dulces y suaves que se ven sus labios, en lo bien que se sentiría besarla ¿es ella gay? ¿bi? ¿Le gustarán las mujeres? ¿siente lo mismo que yo ahora? ¿Está incómoda? Levanté la vista para encontrarme con unos ojos igual de verdes que un bosque.

-Amelia- la voz de Lena me sacó de mis pensamientos

-¿si?- pregunté y por un segundo estuve segura de que se inclinaría más, que me liberaría de la tortura que es tenerla cerca y lejos a la vez

-tu teléfono está sonando-