¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⭑⭒⭑⭒ The Order ⭑⭒⭑⭒
Charlie suspira mientras toma otro sorbo de café y coloca la taza vacía sobre la mesa, Bill se sienta frente a él con una mano llena de cartas de su juego muggle que habían aprendido de niños.
Charlie solo ha regresado un día hasta ahora, regresó a casa por la Orden y ahora se queda en la Sede hasta que regrese a Rumania.
—Sabes —dice Bill pensativamente mientras coloca un as en la pila—. Conocí a una chica muy interesante en la última prueba del torneo de los Tres Magos
Charlie tararea sin pensarlo mucho mientras toma una carta de la baraja —Newt Scamander, la nueva profesora, una chica muy bonita, también divertida
Los ojos del hermano menor se fijan en Bill y este último sonríe triunfalmente —Oh, sí, eso es, ella es por quien me enviaste una lechuza
—¿Qué hiciste?
—Nada, tienes suerte de que mamá no supiera de ella, era agradable, debería haberla conservado
Charlie se burla —Ella no es un objeto, Bill, además, no habría funcionado si volviera a Rumania, especialmente porque a ella le encanta su trabajo, no podía esperar que hiciera las maletas, y fueron solo unas pocas citas, ni siquiera creo que fuera en realidad una cita —se pone rosado cuando mira hacia arriba para ver la mirada divertida de su hermano—. Dudo que vuelva a verla de todos modos
—Oh, creo que la verás muy pronto
—¿Qué-?
Charlie es interrumpido cuando la puerta principal se abre de golpe, seguida de voces fuertes y el aullido del retrato —¡Kreacher! —Sirius grita mientras pisa fuerte en la cocina de mal humor—. Ordena ese maldito retrato antes de que lo arranque de la pared con los dientes
—Vuelve aquí —llama otra voz seguida de pasos apresurados—. ¡Todavía no he terminado contigo!
—Fue sólo un paseo, cálmate
—¿Cálmate? ¡Cálmate! Y si te vieran? ¿Y si se dieran cuenta de que eras tú? No puedes, Siri, si te pierdo de nuevo.
Sirius deja de girar en la puerta bloqueando su vista de la persona detrás de él —No lo harás, Pumpkin, no me reconocerán como un perro, no estoy registrado
—¡Te reconocí!
—Me conoces desde hace años, no es culpa mía —al ver la expresión de dolor en su rostro, suspira y la abraza—. ¿Lo siento?
—Solo, al menos dímelo o déjame ir contigo, de esa manera puedo decir que eres uno de los míos, y Rocco puede unirse también
—Servirá
Él tira hacia atrás despeinando el cabello de Newt y los ojos de Charlie se agrandan cuando la ve, volviéndose hacia su hermano que está sonriendo para sí mismo, le envía una mirada y agacha la cabeza, Bill sonríe para sí mismo levantándose y saludando a Newt antes de salir de la cocina.
Newt suspira tirando su chaqueta sobre una silla y deteniéndose en seco cuando sus ojos se encuentran con un par de familiares color avellana, —¿Charlie?
—Hey
—¿Qué estás haciendo en mi casa?
Sus cejas se disparan y se levanta de su asiento —¿Tu casa?
—Sí —dice asintiendo lentamente con la cabeza—. No lo sabías
—¿No? —dice en un tono interrogativo—. Yo, uh, me uní a la Orden. Escucha, Newt, yo...
Ella extiende una mano cortándolo —No quiero escucharlo, Charlie —dice con firmeza—. Al principio lo solté, pensé que debías haber estado ocupado con los dragones, así que simplemente se te olvidó, luego habían pasado unos días, unas semanas, unos meses...
—Tú tampoco enviaste una lechuza.
—No me fui sin despedirme —ella muerde.
La pareja se queda en silencio por un momento, Newt mirando a Charlie y él mirándolo de vuelta, ninguna de sus tercas personalidades quiere ceder.
Ambos saben que están equivocados, Charlie sabe que no debería haberse ido sin decir adiós, y Newt sabe que ella también podría haberle enviado una lechuza fácilmente.
—Oh, Newt, querida —dice Molly feliz mientras camina hacia la cocina sin darse cuenta de la discusión que interrumpió—. No te escuché llegar a casa, veo que has conocido a Charlie
—Sí —dice con amargura—. Nos conocemos
Charlie abre la boca solo para cerrarla de nuevo mientras Newt le sonríe a Molly antes de irse —¿Qué hiciste? —Ordena Molly
Charlie suspira dejándose caer de nuevo en su silla con un puchero —Eché a perder la única relación que he tenido en casi cinco años —murmura.
