B A D • Mikey x Takemichi.

Capítulo Cinco.

No nos gusta quedarnos sentados, lo siento chico...

— ¿Cómo? ¿Todavía no responde las llamadas?

— ¡Eso es lo que acabo de decir! —Vociferó el chico de gafas, Yamagishi, sacudiendo sus manos hacia el aire rápidamente. Quizás los años habían pasado y por obligación habían tenido que madurar, pero nunca habían perdido el humor tan característico que los identificaba.

— Takemichi no deja de ser un irresponsable, no puede ser que se haya esfumado aún cuando de su boda se trataba. —Agregó el pelinegro, Makoto, llevando su diestra hasta su frente para apoyarla contra la misma en un gesto de cansancio y suspiró dramáticamente.— Como sea, ahora estamos preocupados por él.

— ¿Y ya hablaron con Hina? —Terminó por cuestionar Takuya mirándolos expectante, quien había llegado hace poco tiempo al encuentro con sus amigos de la secundaria.

— ¡Muchas veces!

— Deja de gritar, cuatro ojos.

— ¡En fin! Ella no sabe nada y está igual de preocupada que nosotros o peor. También me contacté con Chifuyu pero no tenía idea, creo que nadie le había dicho sobre la desaparición o tal vez creía que estaba con Kazu... El punto es, que me colgó la llamada enfadado, al parecer Takemichi no le hizo caso.

— Dejemos clara una cosa: ¡Él nunca hace caso! Es un duro de cabeza. —Habló el de cabello oscuro, señalando su cabeza por un costado, haciendo un pequeño golpecito con el dedo en su sien mientras recibía como respuesta ante su accionar una risa por parte de ambos chicos.

— Literalmente, ¿Recuerdas cuando lo golpeó Kiyomasa?

— ¿Cómo olvidarlo? Si parece como si hubiera sido ayer. —Los tres volvieron a reír al unísono, asintiendo con la cabeza aprobando aquel recuerdo tan significativo para todos los allí presentes.

Hanagaki llevaba casi dos días sin mostrar señales de vida. La boda con urgencia había sido aplazada hasta nuevo aviso porque ninguno de sus cercanos tenía rastros de donde poder encontrar al pelinegro y es que hace poco tiempo Kazutora había ido a recorrer el último lugar en donde dejó a Takemichi antes de perderlo pero no habían señales suyas. Naoto por otro lado, estaba investigando en un intento por descubrir el paradero -prefería prevenir antes que lamentar-, pero no tenía informantes, no tenía testigos y cada vez que se acercaba a alguien del mundo delincuente, lo que menos hacían era cooperar.

— Él no desaparece porque sí. —Dijo Akkun al fin, integrándose a su conversación luego de varios minutos en silencio, llevaba pensando todo el día en las eventuales probabilidades de que esto esté ocurriendo, era demasiado extraño.— ¿Qué es todo lo que sabemos?

— En síntesis... La última persona que estuvo a su lado fue Kazutora y nos dijo que había ido en busca de Mikey, además de señalarle antes de marcharse que si podía cambiar las cosas, lo haría. También mencionó tener una pequeña discusión con él, tal parece ser que ya estaba decidido a realizar su cometido a toda costa. —Respondió de inmediato Yamagishi, sabía por donde iban sus intenciones.

— Mikey...

— Llevaba años desaparecido, ¿no se había mudado a otro continente?

— ¿A ti te dijeron eso? A mí me dijeron que se había ido hacia el este de Japón. —Comentó el chico de cabello con gran longitud más claro que los demás, mirando al contrario con el ceño fruncido.

— ¿Qué dices? Mikey había abierto una tienda de motocicletas en otro país.

— ¿Qué sabes tú, Makoto? No sabes nada.