B A D • Mikey x Takemichi.

Último Capítulo 2/2

Recomendación antes de leer:

Reproduzcan "The Night We Met" de Lord Huron durante la lectura del capítulo. Adjunté el link y video el la parte superior también.

❝ No soy el único viajero
que no ha pagado su deuda.
He estado buscando un rastro que seguir de nuevo.
Llévame de vuelta a la noche en la que nos conocimos ❞

El mencionado no podía cesar su llanto ahogado.

— Ahora creo firmemente en que nuestras almas están destinadas a estar juntas, pero no en esta vida. —Mikey parecía un muñeco, su rostro no demostraba ninguna emoción.— ¿Me vas a decir algo...? ¡Háblame, Takemichi! Me tienes miedo, te aterro, ¿por qué no solo me dices que te alejarás de mí de una vez? Dímelo, dime la verdad y deja las mentiras.

— U-Uh, no... N-No puedo, y-yo...

— ¿¡No me puedes decir la verdad!?

— M-Mikey, por favor... Deja de gritar. —Musitó entre sollozos, evitando hacer contacto visual con él, estaba aterrado pero era difícil decirlo porque sabía que no estaba hablando con la persona que le gustaba.

— ¿Te asusto...? ¡Respóndeme! —Dio un paso hacia adelante, provocando de inmediato que el chico de cabello negro diera un par de pasos hacia atrás, conservando distancia entre ambos.

Hanagaki quedó contra el pequeño muro del balcón, siendo apuntado con un arma directo a su frente a un par de metros. Sus débiles manos sujetaban su propio cuerpo, abrazándose a sí mismo para crear un propio método de amparo y protección, siempre supo que sería peligroso estar con alguien como Mikey, pero creía dentro de su testarudez, que lo podía cambiar y que podía estar junto a él y los demás chicos.

❝ Y entonces me puedo decir a mí mismo,
¿qué demonios se supone que debo hacer?
Y entonces me puedo decir a mí mismo,
que no debo ir contigo a dar una vuelta ❞

— L-Lo siento... Lo siento tanto. —Su mirada borrosa debido a las lágrimas se encontraba fija en algún punto del suelo, percibiendo como el de cabello blanco se movía de su lugar para avanzar hacia él en pasos lentos, bajando el arma hasta que quedó hacia el suelo.— No quería...

— ¿Sabes qué es lo mejor de todo esto?

Aquella pregunta de inmediato se escuchó incrédula en los oídos del pelinegro, quién alzó su cabeza para poder observarlo ahí, a menos distancia que antes, con sus orbes oscuras fijas en él y sus labios partidos debido a la deshidratación que lo consumía. El menor no respondió, se daba por entendido que lo escucharía, por más asustado que estuviera.

— Hinata Tachibana está muerta.

— ¿...Huh?

— Naoto también. ¿Te haces una idea de quién los asesinó...? —Dejó unos segundos la pregunta en el aire antes de continuar.— Sanzu fue, ¿no te alegra que esté muerto?

Las lágrimas no dejaban de caer por sus pómulos y mejillas, no quería creerlo.

— B-Basta, Mik-

— ¿¡No te alegra que esté muerto!? Ahora no está Hinata, Naoto y tampoco Sanzu. —Chasqueó su lengua, regresando a la seriedad de inmediato.— Deja de llorar, es lo único que puedes hacer cada vez que no tienes solución a tus problemas... Yo era tu problema ahora, ¿no es cierto? No tengo solución y te lo dije, te lo repetí y ahora lo único que puedes hacer es llorar. —Negó con suavidad, acercando su mano hasta la barbilla del menor y la alzó, haciendo contacto visual en un silencio abismal.