Último Capítulo 1/2

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Tu alma me está persiguiendo y diciéndome que todo está bien, pero deseo estar muerto

Mikey había tardado más de lo esperado en llegar junto a Takemichi, ya que tenía asuntos que resolver antes de volver. Cuando lo hizo, Sanzu se encontraba en su departamento junto al de ojos azules, quién lo veía como un gatito que había estado abandonado durante mucho tiempo. 

El de pelo blanco evitó el contacto visual con su "perro guardián", ya que había tomado una drástica decisión que luego caería en cuenta el más alto, y vio de reojo como su brazo se encontraba vendado. No le importaba.

Se adentró a paso calmado, tomando la mano del más bajo para poder entrelazar sus dedos con cuidado, llevándolo hasta el balcón donde había escogido el sitio perfecto para conversar. Por otro lado, el chico pelinegro se limitaba a observar atento todo lo que hacía el de ojos oscuros, parecía extraño y aunque sus manos se encontraran unidas, parecía como si un muro invisible los dividiera. 

— ¿Estás bien...? —Se dispuso a preguntar, observando su rostro para analizar su expresión, aunque como era frecuente, realmente no sabía lo que ocurría en su interior, todavía no podía leerlo.— ¿Por qué tu ropa tiene rastros de sangre? —En parte, se había dado el atrevimiento de preguntar sobre lo que había realizado en su día a día, porque estaba seguro de que no le haría mucho más daño que golpearlo si no le parecía, y honestamente, un golpe más o un golpe menos, le daba lo mismo.— Estás más pálido que de costumbre...

— Takemicchi~ —Llamó el interrogado con seriedad.— Eso no importa ahora.

— Me preocupas. 

La mirada sin brillo del peliblanco se encontró con la radiante del ajeno, en silencio, el más débil se acercó a su persona para rodear su cuerpo con ambos brazos mientras apoyaba su cabeza de lado sobre la extensión de su pecho, llevando sus pulmones de oxígeno para soltar un suspiro profundo, ya no quedaba espacio entre ambos. Se removió al no sentir los brazos del mayor correspondiendo el gesto, apoyando su frente ahora, invadiendo sus fosas nasales de su aroma tan varonil.

— No lo hagas. Quiero que sepas una cosa... —Comentó deslizando una de sus manos sobre la espalda del chico, abrazándolo con suavidad, casi con un ligero tacto.— Siempre estuve enamorado de ti.

Las mejillas de Takemichi se tiñeron de un carmín intenso, quedándose en el lugar por la enorme vergüenza que sentía en ese preciso instante.

— ¿Q-Qué...?

— Por eso di todo por ti, más de lo que podía dar y aún así... Jamás me elegiste. Te amé como a nadie, ¿sabes? Nunca me sentí de esa manera por otra persona. —Continuó diciendo, clavando su mirada en algún punto lejano de las vistas que se presentaban.— Pensaba día y noche en las posibilidades que tenía de estar contigo, hasta que me alejé porque no deseaba herirte. ¿Crees que hice bien?

El de ojos azules no sabía cómo responder a eso, en realidad nunca tuvo siquiera una sospecha, pero sí se había sentido atraído hacia él.

— Eso creo...

— ¿Crees que estuvo bien dejarte vivir tu vida con normalidad? Luego de todo lo que pasó.

— S-Supongo que sí...

— ¿¡Crees que estuvo bien volverme loco por ti, Takemicchi!? —Vociferó, mirando al chico directamente mientras alejaba el brazo de su cuerpo, empujándolo con lentitud hacia atrás.— Yo realmente quería que fueras feliz, sin mí... Porque yo ya no valgo la pena.

— ¡No digas eso! Ahora podemos resolver las cosas entre nosotros y yo-

— ¡No! ¡Basta! ¿¡Por qué no lo ves!? —Exaltado agarró al más débil del cuello, sin hacer mucha presión.— Soy malo, soy malo para ti. No debías quedarte.

B A D • Mikey x Takemichi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora