Capitulo 24."Un casi adios"

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GWABIR

Llegue a casa, abrí la puerta muy silenciosamente, deberían ser las 6 a.m., encendí la luz de la sala y pude verlo.

Era Héctor, dormido en el sillón cubierto con una mantita y con el móvil en la mano, de seguro se habría desvelado esperándome y preocupado.

Eso me rompió el corazón, Benshorts no se merecía esto, me sería un desgraciado ¿Cómo podía hacerle esto?

Me acerque a él para contemplarlo y me quede sentado mirándolo un momento dormido, se veía tranquilo y en paz, era muy hermoso ... que suerte tenia de ser correspondido ... muchos simplemente se quedan en un amor no correspondido pero él me correspondió.

No quise despertarlo asique me dirigí hacia el baño para ducharme.

Me bañe con abundante agua, no podía evitar sentir los besos de Beto en tatuados en mi piel, no eran desagradables, de hecho en su momento se sintieron bien... pero prefería el amor...

Me sentía muy culpable, como si estuviera guardando un horrible secreto a Héctor, si, lo era, ¿Debía contárselo? pero... ¿Y si cortaba conmigo?

Esa pregunta me hizo sentarme en cuclillas bajo el agua cayendo en mi cabeza de la regadera, pensando... ¿Benshorts me dejaría? no, no podía soportar eso, me lleve las manos a la cabeza, estaba tan arrepentido ¿y si se enteraba?

BENSHORTS

Un delicioso aroma me despertó, me levante del sillón un poco adolorido por dormir mal, pero pude escuchar a alguien cocinar, era Gwabir, me daba gusto que estuviera por fin en casa.

Él se acercó a la mesa a servir un desayuno que se veía delicioso -Gwabir... se ve delicioso- se trataban de unos chilaquiles con queso.

-¿Te pasaste toda la noche de fiesta?- le pregunte mientras me sentaba a desayunar -Si, perdón por no llegar a dormir, me quede con Beto en su casa-

Gwabir se veía un poco extraño, no podía explicarlo, era como si algo hubiera cambiado un poquito.

-Qué bueno que te divertiste... es solo que... me sentí preocupado, eso es todo- el me sonrió y yo me apene un poco... -Oye Gwabir... estaba pensando-

Él me puso atención, era algo que comenzaba a considerar, puesto que ya teníamos muchos enamorados, algo estaba comenzando a brotar dentro de mí.

-Gwabir... ciento que... ya estoy listo-

Me sonroje avergonzado, él al parecer no lo entendió -¿listo para qué?- no quería explicarlo me daba pena.

-Ya sabes... pues... "eso"-

El arqueo la ceja -¿eso? no te entiendo- vaya por dios tenía que decírselo de una forma más literal.

-Veras... lo he estado pensando y me siento listo para...-

En ese momento unos golpes llamaron a la puerta, vaya forma tan mas molesta de interrumpir.

-Yo abro- dije mientras me dirigía a la puerta, ojala nunca la hubiese abierto.

-¿Papa?- El que estaba fuera de la puerta no era otro que mi padre -Héctor... así que aquí estabas todo este tiempo-

-¿Crees que después de darme una bofetada? supongo que vienes a pedir disculpas-

Él se sorprendió y se comenzó a reír burlonamente -Jajaja ¿disculpas? vine a comprobar algo... dime ¿Es cierto que aparte de lo mal hijo que saliste, también eres gay?-

Esas palabras me asombraron ¿cómo sabría? él me analizo ya que me quede sin saber que decir -¿No dices nada?- me pregunto.

La verdad era que no sabía que decir, tenía miedo, ¿yo, decirle a mi padre que era gay? no sentía que estuviera listo, casi podía escuchar su desprecio.

-¿Con quién vives?- me pregunto, pero igualmente no sabía que responder, no estaba seguro si hablarle de Gwabir, no sabía de qué era capaz de hacer.

-Déjame pasar Héctor- me dijo -Creo que es mejor que te vayas- le dije pero él comenzó a sospechar -¿Entonces es cierto? eres maricon-.

Esas palabras me llenaron de enojo en ese momento -! No lo soy ¡- le grite en la cara -¿Entonces porque no en dejas pasar? ¿A quién ocultas?- yo me interpuse para no dejarlo pasar.

-He dicho que te vayas- le volví a repetir, estaba muy enojado, no permitiría que me viniera a insultar.

El me miro directo a los ojos pero esta vez muy serio y frio.

-Escúchame bien Héctor, ningún hijo mío será maricon, si llego a comprobar que tienes a un hombre... créeme que lo lamentaras-

El me miro de pies a cabeza y se fue así como si nada, yo estaba muy dolido, no podía creer que mi propio padre viniera a insultarme y amenazarme, lo odiaba.

Golpe el marco de la puerta muy enojado... no era maricon... no lo era... yo...

-Héctor...-

Sentí la mano de Gwabir en mi hombro -¿Estas bien?- yo cerré la puerta y pase ignorando a Gwabir -Héctor...- yo camine hacia mi habitación -necesito un momento a solas- le dije, entre y me encerré.

Me senté frente a un escritorio ¿Maricon? lanza un manotazo en el escritorio tumbando libros y varias cosas más terminaron en el suelo,

¿Que se creía mi padre venir y amenazarme? esto no podía continuar, pero él ya sabía dónde vivía, lo conocía, no tendría sentido que me mudara de casa... las cosas se complicaban... me lleve las manos a la cabeza muy estresado.

¿Qué debería de hacer? recordé sus palabras "si llego a comprobar que tienes un hombre" entonces entendí todo.

Si mi padre llegaba a comprobar que estaba con Gwabir... podría tomar represarías contra él.

Era lo último que quisiera, que pudiera hacerle algo a Gwabir... si él llegara a hacer algo... no me lo perdonaría.

GWABIR

Las cosas iban de mal en peor... me encontraba sentado en el sofá... mirando sabrá que cosa, la verdad estaba preocupado y con miedo.

El padre de Benshorts había llegado, habían peleado y no pude escuchar que cosas le habría dicho a Héctor que él pobre se encerró.

Era lo único que me faltaba, como si lo que paso con Beto no hubiera sido suficiente ... desde que llegue a Monterrey ... todo empeoro.

Lo único que podía hacer era hacerme una pregunta ¿Era buena idea estar aquí en monterrey?

Las horas pasaron y Héctor no salía de su habitación, yo me decidí por quedarme en un balconcito que había en el departamento mirando al ciudad... por alguna extraña razón extrañe a Raúl, las cosas eran mucho más fáciles y estables con él.

Comencé a escuchar a Héctor caminar hacia mí, ya era hora, había estado encerrado muchas horas.

No tenía buena cara -Gwabir tengo que hablar contigo- de seguro había decidido contarme esa pelea con su padre -Te escucho Héctor- él se veía muy triste.

-Gwabir... debemos dejar de vivir juntos-

Yo me quedé sorprendido y confundido ante sus palabras -¿Qué quieres decir exactamente?- le pregunte, él se colocó el puño en el ceño y tomo aire para soltar lo siguiente.

-Gwabir... necesitamos separarnos por el momento-

BENBIR: En Tu Secreto (Gwabir y Benshorts)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora