BENBIR: En Tu Secreto (Gwabir y Benshorts)

Capitulo 6. "El Jardin de las Burbujas"

BENSHORTS

Gwabir se había comprometido y por alguna extraña razón me daba un poco de enojo que lo estuviera, de cualquier forma Gwabir platico con Raúl acerca del viaje  a suiza que teníamos planeado hacer Gwabir y yo y su ahora prometido de mala gana lo dejo ir, bueno apenas se habían comprometido y ya iban a dejarse de ver unos días, no era para tanto, era una nueva experiencia para Gwabir sobre todo.

Aunque si el decidía quedarse para estar con su prometido yo lo entendía, tenía que decírselo antes de que partiéramos ahí suiza, así que una mañana tuve que hablar con él.

Lo encontré cocinando unos muffins, si algo me gustaba de Gwabir era que sabía cocinar, para mí era algo muy hermoso el que una chica sepa cocinar, aunque Gwabir no era una chica tenía que admitir que se veía encantador.

-Gwabir, necesito hablar contigo- Gwabir me miro con su sonrisa que lo caracteriza, bueno aparte de su peinado, era muy encantador, me presto un poco de atención sin dejar de hacer sus muffins.

-sabes, yo entenderé si prefieres no ir a suiza conmigo- Gwabir s se puso un poco serio y dejo por un momento de cocinar para verme a los ojos transmitiéndome su seguridad de siempre -Héctor, yo quiero ir contigo, además será una semana, no es como que afecte en algo, quiero conocer Europa y quiero estar contigo-

Esas palabras "quiero estar contigo" hicieron que me sintiera acompañado, apoyado, Gwabir me hacía sentir como si ya no estuviera solo en esa inmensa soledad que sentía generalmente y se lo agradecía.

-Gwabir me da mucho gusto que seas mi amigo- empecé a sentir como las mejillas coloradas al decir esto, nunca le había dicho esto a un amigo y más si es chico, era muy embarazoso y se empezaba a hacer habitual, mejor me día media vuelta y me aleje de ese momento embarazoso.

Pero como también era habitual él se dirigió a mí y me volvió a tomar de la mano, cosa que sentí que me congelaba el cuerpo y me gire frente de él, en varios momentos siempre quedaba frente de él, seguía siendo como una historia repetida.

Me miró fijamente -Héctor ya te lo dije, no te avergüences de lo que sientes, siempre estaré contigo-

Gwabir no había soltado mi mano, pero en esta ocasión no me solté, hasta que escuchamos ese sonido, esa voz, viniendo de otro extremo de la cocina -que buenos amigos....-

Se trataba de Raúl, en ese momento Gwabir me soltó y ambos miramos a los alrededores hasta que Gwabir termino yendo con Raúl y dándole un beso, yo lo mire de reojo y Raúl me seguía viendo, como un poco molesto, pero que cosas.

GWABIR

 Me dirigí hacia el baño, camine hacia el espejo y me mire, cerré los ojos por unos segundos y al abrirlos pude ver a Raúl, los volví a cerrar y fue como vivir los mejores momentos de nuestra vida.

Yo lo conocí en la universidad, aquí en Yucatán, como olvidarlo, yo me sentaba atrás de él, su sonrisa y sus ojos dormilones, también su cabello corto, nos habíamos bulto grandes amigos.

Raúl me enseño lo que era el amor, ese 14 de febrero fue uno de los mejores días de mi vida, estábamos en un jardín que recuerdo perfectamente, era el jardín de las rosas rojas, un jardín que tenía Raúl en la casa de su familia en Boston, me había llevado a conocer esa ciudad.

Ese día de en el jardín era una mañana con mucho aire, los pétalos de rosas volaban por todos lados, yo a esas alturas estaba enamorado de Raúl solo que habíamos sido amigos, amigos durante ya 4 años, y esa mañana él estaba esperándome frente a uno de los arbustos con las rosas más hermosas, todavía bañadas por el roció matinal.