Como le prometí a Maria tenía que seguir con mi vida, era empezar con ir a trabajar, siempre salía con Míriam, siempre me hacía correr a ella no le gustaba llegar tarde y a mi me sobraba con llegar con tiempo de un último café antes de la primera clase.
Así que me lo tomé con calma más que nada para para estar el mínimo tiempo en la sala de reuniones.
Me imaginaba que el profesorado ya sabría lo de la no boda, no sabía lo que Míriam había contado, como me pasaba con todos cero ganas de explicaciones.
Me puse el chandal y mis deportivas, la mayoría de clases eran hoy de educación física las de historia también las impartía con esta ropa me gustaba estar cómoda y también me hacían sexy o eso me decían con sus miradas.
Me hice una coleta mis gafas de sol y mi casco, mi moto me esperaba ya desde hacía unos días para quemar esfalto igual después de clase podría hacerlo, correr sin rumbo y luego a casa mi madre ahí si me esperaba la quinta inquisición preguntas y más preguntas.
Faltaban cinco minutos para que sonará el timbre corri por los pasillos llenos de alumnos, entre como siempre en la sala de reuniones una sala que gsstabamos para todo.
Todos los profesores al verme entrar posaron sus ojos en mi, me sentí avergonzada aunque todos me dedicaron una sonrisa pero ninguna palabra, pero con los ojos a los que mire fueron los de Míriam, bajo la mirada y siguió en sus libros que tenía delante, dejé el casco donde siempre y fui directa a la máquina de café, mientras introducía las monedas y la máquina iba sacando mi café esta vez solo el mio, escuche como cerraba los libros más fuerte de lo normal y arrastraba la silla más fuerte de lo normal, no pude evitar mirarla mientras sacaba mi vaso de café.
-Vas a llegar tarde, tus alumnos no pueden estar esperándote.
Me lo dijo como reprimenda, como directora del centro, como aquí mando yo y estoy sigo y estaré enfadada contigo lo que quede de vida.
No me salieron palabras como otras veces a modo de burla a Míriam le gustaba regañarme y a mi pícarla.
Salió por la puerta y yo quieta con aun el café sin probarlo, los demás profesores salieron sin decir nada, si habían notado algo no digeron nada, solo quedó Natalia, toco mi espalda.
-Si que la tienes enfadada.
-Buffffffffff... Creo que pediré el cambio de instituto.
Lo solté sin pensarlo tampoco era mala idea alejarme sería la solución.
-Ni se te ocurra.
Me bebí el café y lo tire a la papelera.
-Me voy Natalia.
La dejé con la palabra en la boca y fui directa al patio allí ya me esperaban mis alumnos de tercero de eso los más peligrosos por la edad, ya no eran unos críos y se pensaban que lo sabían todos.
-A correr todos detrás de mi!!!!
Empezaron las protestas tampoco era una cosa anormal correr no les gustaba nada y hoy yo necesitaba desahogarme les hice correr veinte minutos terminaron tirados en el césped maldiciéndome a mi y a mi familia como compensación les deje al final de la clase jugar al futbol y al baloncesto.
Quemaron energía a primera hora de la mañana y ya los tenía tranquilos el resto de la mañana.
La segunda clase fue más tranquila los de primero aun eran pequeños y me hacían caso, la clase les fue más tranquila, tuve una de historia de la que poco pude concentrarme y los de segundo no lo hacían demasiado fácil.
Tocaba patio y a mi vigilarlos que no se metieran en problemas peleas y sobre todo que no fumaran pero hoy me parecía más a Míriam y no a la tia enrollada que era habitual.
Por una de las ventanas podía ver el despacho de Míriam, ella siempre tenía la puerta abierta hasta que alzó los ojos y me vio mirándola, no dijo nada solo se levantó y cerró la puerta.
La última clase con los de cuarto alborotados les puse un examen sorpresa, los gritos de fastidio se escucharon por todo el instituto.
Poco me importaba que copiarán los conocía de sobra y sabía quien aprobaría y quien no sólo necesitaba un rato para lo que tenía en mente pedir el traslado.
Encendi el portàtil para mi suerte habían bastantes bacantes en Madrid y fuera de ellas llene las solicitudes solo tocaba esperar que alguien les gustará.
Apenas me espere después de la última clase aún de la insistencia de Natalia para quedar y hacerme olvidar.
-Un café solo no tiene por que ir a más.
-No me apetece Natalia.
-Mi marido no está puedes quedarte a dormir.
-Lo siento ceno en casa mis padres.
Volví a subir a mi moto como dije por la mañana a quemar asfalto cuando subía a ella podía olvidarme del mundo solo existíamos mi moto y yo aunque mis mejores paseos eran con Míriam cogida de mi cintura con sus pechos pegados a mi espalda agarrándose fuerte a mi cuerpo del miedo que pasaba.
Eran las ocho de la tarde cuando tomé la dirección a casa mis padres ya de lejos divise el coche de Míriam, como pude ser tan tonta de no acardarme que ella estaría ahí en casa de sus padres.
Aparque la moto en la misma puerta a toda prisa para evitar encontrarla pero a veces la mala suerte te acompaña y escuche su risa que al verme cesó.
No pude evitar mirarla de lado no iba sola iba ella y otra chica que no conocía, pasaron por mi lado sin mirarme a la cara eso sí con un segundo me asesino con los ojos, no pude dejar de mirarla hasta que desapareció por la puerta de su casa y la de mi madre se abrió con cara de preucupacion.
-Malú....
-Mamá...
Fue entrar y derrumbarme en sus brazos hecharme a llorar como cuando era pequeña.
-No llores mi niña todo se arreglará....
No hicieron falta palabras, ni preguntas, Maria la había puesto al día y mis padres me lo pusieron fácil.
Intentaron hablar de cualquier cosa para hacerme olvidar a mi vecina cosa difícil pero tenía que intentarlo.
-Voy a pedir el traslado.
Lo solté así sin anestesia.
-Estás segura hija.
Dijo mi madre y luego mi padre.
-Huyendo no se solucionan los problemas.
-Y que hago papa no quiere hablar conmigo, verla todos los días se me va hacer insoportable, su indiferència, su odio.
-No te odia hija.
-Si lo hace mama
-Pero a ti te gusta ese instituto.
-Todos son iguales papá.
-Hagas lo que hagas estaremos apoyándote.
-Lo se mamá.
Decidi quedarme a dormir esa noche en mi antigua habitación, no se si fue una buena decisión, a los pocos minutos de entrar me arrepentí, vinieron tantos recuerdos, tantas charlas hasta la madrugada, mire por la ventana, desde ella podía ver la suya estaba a oscuras pero de repente se encendió la luz viendo su silueta, yo podía verla pero a ella a mi no mi luz estaba apagada, la vi como miraba por la ventana dirección a la mía como tantas veces hacíamos pero esta vez era diferente cerro las cortinas al mismo tiempo que resbalaba un par de lágrimas
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Casi hermanas
FanfictionMalú y Míriam se conocen desde la infancia, entre ellas surge desde un principio una unión como si fueran hermanas las dos profesoras de instituto una enamorada de la otra en silencio, la otra hetero y con novio