18. ᴅᴇᴠɪʟ

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Adriel

- ¿Qué demonios te pasa Adriel? –Santiago me reclamaba mientras entrabamos a lo profundo del bosque

- ¿De qué hablas?

-Es la segunda vez que nos ve, sabe cosas y acaba de amenazar a Abril, ¿Por qué la estas protegiendo?

-Tengo mis razones y esas no son de tu incumbencia –respondí con poca importancia, sabía que Ann iría esa noche, yo mismo mandé a Eris para que intentara asustar a Ann, pero por lo que vi, definitivamente eso no sería fácil

-Nos puede exponer Adriel

-No lo hará

- ¿Cómo puedes estar tan seguro? –intervino Abril

Pare en seco y me gire para ver al grupo de personas atrás mío

-Yo lo sé todo, yo lo veo todo, yo –sonreí –soy todo

Llegamos al fondo del bosque en donde había unas dos personas más ahí, una presa y uno de mis hambrientos compañeros

Esta vez nuestro deporte cotidiano no iba a ser en el mismo lugar de siempre, no quería que, si Ann aparecía nos viera de nuevo, no quería volver a ver el terror en esos ojos azules

-Bien, ¿Quién es esta vez? –pregunto Marcus mientras frotaba sus manos una contra otra

-Una simple anciana –sonreí –nadie con mucha importancia en este lugar

En realidad la mujer no era tan mayor, tenía unos 60 años aproximadamente

La mujer estaba atada en una silla puesta una cinta sobre la boca que intentaba ahogar sus gritos

Oh, bellos y placenteros gritos que ante los oídos de una persona sin la capacidad de apreciar la maravilla del sonido agudo que causa el terror y el dolor en una persona antes de ser brutalmente asesinada, exacto, algo que simples personas nunca podrán apreciar la belleza de esta manera

La mujer gritaba e intentaba desatar los nudos de sus manos y de sus piernas

Con pasos lentos me acerque a la mujer, ella empieza a gritar y a llorar, lagrimas saladas recorren sus mejillas tenuemente arrugadas, le retire la cinta de la boca y la tome de la cara absorbiendo su temor para llenarme aún más de energía

-Serás la cena de mis niños esta noche querida Angela –digo mientras sonreía

-Por favor no, déjame ir, hare lo que quieras, pero por lo que más quieras, déjame ir- las lágrimas acompañaban sus sonoras suplicas

-Me gusta escuchar las suplicas de las ancianas, continúa suplicando pasita –el grupo de personas que se encontraban atrás mío empezó a reír

-La policía llegara ponto bola de mocosos, se irán a la cárcel si corren con suerte

- ¿Eso fue una amenaza abuelita? –la señora vio mis ojos y se paralizo por un momento

-Tú –dijo entre un grito ahogado –tú eres el demonio –empezó a gritar mientras volvía a intentar escapar de sus ataduras

-Y tú eres la deliciosa cena de mis niños Angela –la anciana escupió haciendo que su saliva chocara con mi cara

-No te tengo miedo mocoso

-Nos vemos en el infierno mi dulce Angela –tome el cuchillo que tenía en mi bolsillo y corte su cuerpo, como si estuviera haciendo una incisión de una autopsia o como si de partir a un puerco se tratara

La mujer empezó a gritar y a retorcerse de dolor haciendo que toda la sangre salpicara y ya que yo estaba demasiado cerca de ella, mancho mi camisa blanca y mi cara media cubierta, lamí la sangre que había salpicado sobre mi labio y me aparte para que los demás hicieran su parte

Los cuchillos empezaban a cortar, las pinzas a romper y sus bocas a masticar

Ellos eran mis niños, mis niños hambrientos

Y los hambrientos nunca sacian

Este espectáculo era bastante desagradable para mi así que estaba listo para retirarme, saliendo del bosque sin rumbo

Metí mi mano al bolsillo de mi chaqueta y ahí estaba algo que no lograba descifrar

Unas llaves

Sabía exactamente lo que tenía que hacer, en este punto de la noche ir hacia allá era mejor que vagar sin rumbo hasta que amaneciera.

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¿Ustedes saben cómo se cortan a los cadaveres para una autopsia?🧍🏻‍♀️ JAHDKAHDKAHXJSJXKS pregunta random perdón

Espero que les esté gustando la historia, si tienen alguna sugerencia déjenla aquí

Nos vemos pronto

Att: una escritora anónima <3

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