20. ɪɴᴛʀᴜsᴏ

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- ¿Qué demonios haces aquí Adriel? –cerré la puerta detrás de mí y caminé hacia la sala

-No podía ir así por la calle –señala su ropa manchada de sangre

-Puedes irte a tu casa

-La tuya me queda más cerca –toma un sorbo del vino que se encontraba en la copa de cristal y continuo –Tu padre tiene un muy buen gusto Annie

-Vete de aquí, podría llegar en cualquier momento –me acerco a él con los brazos cruzados sobre mi pecho

-Creo que primero tomare una ducha 

-¡Estás loco!

-Eso cariño mío –deja la copa sobre la mesa de la sala y se levanta caminando hacia mí –ya lo sabias

Adriel empieza a acercarse más y más hacia mí, obligándome a dar pasos hacia atrás, cuando choqué contra la puerta sentí un escalofrió recorriendo por mi cuerpo, él pone sus manos sobre la puerta acorralándome

- ¿Me enseñas donde está la ducha cariño? –susurra en mi oído, haciendo que una sensación de desmayo invada mis piernas por unos segundos

-No te llevare a ningún lado –mi respiración empezaba a volverse pesada

-Bien, entonces iré yo mismo
Adriel se da la vuelta y empieza a subir las escaleras por si solo –como si ya conociera la casa- me tomo un momento para poder darme cuenta que un asesino estaba rondando por mi casa

-Espera –empecé a seguirlo

-Me llevaras a la ducha ¿o tengo que buscarla yo solo?

-Está ahí, no manches mis toallas –él entra al cuarto de baño y yo espero afuera

Después de unos minutos la regadera empieza a sonar, el sonido de las gotas de agua contra el suelo de la ducha se escucha claramente

¿Qué hacía aquí?

Sabía perfectamente porque su ropa esta manchada de sangre y por alguna razón eso no me importaba, sé que debería estar aterrada por tener a un psicópata en mi cuarto de baño en este preciso momento, pero simplemente no lo estoy

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de la puerta de mi casa abriéndose

Sabía que con Adriel ahí no iba a pasarme nada ¿verdad?

Una corriente de terror recorre mi cuerpo alocadamente haciéndome sentir escalofríos y sudar en frio, ¿Quién era esta vez? Una voz hizo que de un pequeño brinco

-Ann –dijo en un llamado –¿Estas arriba? -era papá

Maldije en lo bajo, no lo esperaba hasta dentro de tres días, ahora como sacaría a Adriel de ahí con papá en casa

El sonido de las gotas cayendo cesaron mientras las escaleras indicaban que alguien se acercaba, la manivela de la puerta atrás mío empezaba a abrirse
Sin pensar bien lo que estaba a punto de hacer, abrí la puerta detrás mío y entre, una vez ahí empecé a quitarme el suéter y mis pantalones para así quedar solo en ropa interior, tomé una toalla que se encontraba ahí y cubrí mi cuerpo

-Ann, hija ¿estás aquí? –la voz de papá se escuchaba del otro lado mientras tocaba la puerta delante mío

-Oh papá estas en casa ya –abrí la puerta dejando ver únicamente mi cabeza y parte de mi cuerpo cubierto con la tolla de baño

-¿Tomaste una ducha? Estas seca

-Si es que no me lave el cabello esta vez –los nervios hacían que las mentiras salieran de mis labios con mucha facilidad

-Bien, arréglate y luego bajas, tenemos visita y quiero hablar contigo –giro sobre sus tacones y fue escaleras abajo

Un gran suspiro salió de mis labios haciendo que todo mi cuerpo bajara la guardia y se relajara, cerré la puerta y puse mi frente en la puerta mientras cerraba mis ojos

- ¿Cómo harás salir al asesino de tu casa con tu padre abajo? –las palabras de Adriel fueron expulsadas cerca de mi oreja haciéndome sentir su respiración, giré apresuradamente y lo vi

Carajo, sí que es sexy con el cabello mojado

-Te quedaras aquí hasta que mi padre se duerma

-Me dará un resfriado

-No es mi problema ahora Adriel –él se acerca a mi poniendo su mano contra la puerta mientras con la otra sostenía la toalla para que no se le cayera

-Te ves bien cuando estas nerviosa, pero te vez aún mejor desvistiéndote aceleradamente –una sonrisa arrogante se reflejó en su rostro

-Sera mejor que no estés pensando en nada y que te quedes aquí –abrí la puerta y salí apresuradamente

Fui hacia mi habitación para ponerme ropa y arreglarme, escuché bien que había alguien ahí abajo y por las risas al parecer era una mujer

Después de arreglarme baje por las escaleras yendo directo hacia la sala que era de donde se escuchaban las voces, cuando llegue a la sala me paralice, sentía un ardor en mi garganta, sentía como la ira pasaba por mi cuerpo en forma de fuego en mis venas, no podía creer que esta persona estaba junto ahí, en la sala de mi casa con una enorme sonrisa en su rostro después de todo el daño que causó

-Ann, hola linda.

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Terminar el capítulo con un saludo de una persona random es mi pasión 😼

Espero que les esté gustando la historia, nos vemos después

Att: una escritora anónima <3

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