Capítulo 26

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I see red - Everybody Loves An Outlaw. One hour.

Horas antes

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Horas antes.

Abro la puerta y lo primero que observo es a tres sujetos. Robustos y con armas a la vista.

—Buenos días, soy el agente Tyler Mejía y...

—Y me importa una mierda. —camino entre ellos. —Pueden decirle a Oleg que he desistido de los servicios de OFR.

Mientras camino a mi auto busco su número, desde que estaba en Colombia no hablo con él y aunque lo último que le dije no fue lo más sensato, sé que entendió mi punto.

—¿Qué quieres? —responde.

—Cortarte la verga, pero como en estos momentos no puedo solo comunicarte que si tu plan de seguridad es el que se presentó en mi puerta, desde ya te digo que me niego.

Lo escucho suspirar mientras pide a no sé quién que guarde silencio.

¿Tienes una mejor idea? —inquiere fastidiado.

—Dijiste que no harías las cosas por mí, sino que me darías las herramientas. Bueno pues para empezar los quiero mínimo con trajes y no con los uniformes de la organización y...

Las cosas cambiaron Alessia, te puedo dar las herramientas que necesitas, pero si se me antoja me meteré porque no voy a permitir que por imprudente pongas en riesgo la misión.

Aún me cuesta aceptar que estoy involucrada en esa mierda.

—¿Vas a violar mi privacidad? —inquiero.

Admito que aún no estoy lista para hablar y menos con él.

No Sumasshedshiy. —expresa molesto. —No entraré en donde no me lo permites, pero tienes que entender que si las cosas cambiaron es porque tú te lo buscaste.

Sigue hablando y me doy cuenta de que me está dando la oportunidad de que las personas que me cuiden sean de OFR, o contratar alguna empresa.

Solo por dejar esa decisión en mis manos acepto a OFR, por como habla sé que los tiene muy quietitos.

Los agentes sabrán que me cuidaran por el caso EBÓSIL, no porque somos amantes, por lo tanto, también seguirán mis órdenes.

Interesante.

Señor, arrogante, ¿Viene? —me tenso al escuchar la dulce voz y por la respuesta de la bestia, sé que se dirige a él.

—¿Quién es la que habla? —inquiero curiosa.

Que te importan. —me tenso.

A mí no me habla así, ¿Qué se cree?

—No quiero a OFR, ¡No lo quiero! ¿Me escuchaste, maldita bestia? —corto antes de mandarlo al diablo.

Ambición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora