Capítulo 7

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Love is gone - Slander FT. Dylan Mattehew. One hour.

Después de mi pregunta pasó un momento incómodo en un silencio asfixiante

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Después de mi pregunta pasó un momento incómodo en un silencio asfixiante.

Me dijo que no le pusiera etiqueta, pero hay que llamar las cosas como son, amantes y no me siento mal por querer serlo.

Ahora me encuentro en el hospital, ya que me toca revisar a todos mis pacientes que aún están en reposo o que están a espera de una próxima atención.

Necesito centrar mi mente en algo productivo para olvidar lo que el ruso me provoca.

—Es un lindo día, no lo cree doctora. —arrugo las cejas ante las palabras de Rubén.

Lo repaso con la mirada consciente que hacemos lo mismo, su presencia me repugna a niveles escalofriantes.

El único motivo por el que lo soporto, es porque él no va a impedir que yo siga triunfando.

—Nada en lo que tú estés es lindo. —reprocho. Paso por su lado, pero me detengo al sentir su agarre—. Suéltame. —digo entre dientes.

Su agarre se vuelve más fuerte haciendo que fragmentos que consideraba olvidados regresen como un detonador a mi paciencia.

—¿Qué pasa contigo Alessia? —indaga con ese tono de sarcasmo que tanto aborrezco.

—Suéltame, porque a diferencia de ti, yo sí tengo cosas que hacer. —señalo.

Vuelvo a soltarme, pero su mano vuelve a sujetarme.

Calma, Alessia. No debo darle el poder de controlarme.

—¿Estás consciente que no dejaré que apliques? —se burla.

Me suelto tocando donde estuvo su agarre, respiro hondo porque no quiero que sus provocaciones me afecten.

—No puedes evitarlo. Esas son cosas del consejo, no tuyas. —recalco lo evidente.

—En eso te equivocas.

¡Lo sabía!

—Tienes miedo a que te gane sin tener toda la experiencia que alardeas. —contraataco con la verdad que tanto le duele.

Esboza una sonrisa cargada de rabia al percatarse que lo descubrí.

—Claro que no, gatita. —sonrío controlando la rabia que corre por mis venas.

Calma, Alessia.

Observo a mi alrededor consciente de que unos cuantos se nos quedan viendo sin disimular su sorpresa, para nadie es un secreto que fui su novia hace unos años cuando era una interna.

Las cosas no terminaron bien, ni empezaron, el leve recuerdo me asquea.

—Déjame en paz. —espeto con repulsión.

Ambición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora