La dependencia es un estado físico y mental al que Alessia se niega ser una adicta.
Ella es un mujer que ha pasado por tanto, que considera de que ya es suficiente de ser una víctima, no está dispuesta a ser la víctima de su propia historia.
Es un...
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La puerta del jet se abre y nos indican que podemos salir y cada uno lo hace. Al llegar a la pista me quito los lentes observando mejor los colores sobrios del lugar, todo es perfecto y...
—Ya me dolía el trasero, los asientos son cómodos, pero 32 horas es demasiado. —se quejó Hugo.
—Tenemos algunas horas de diferencia así que son tipo 8:00 de la mañana. —comenta Lucas, viéndome con una sonrisa.
Creo que a ese chico le gusto porque no es normal que me vea con algo más que no sea admiración.
—¿Alguien más tiene hambre? —pregunta Sara metiéndose en su camino.
Los ignoro como si no vinieran conmigo porque ya parecen unos mocosos en excursión. No serán de mucha ayuda, sin embargo, es una experiencia inolvidable que se han ganado.
—Se pueden callar, ya parece que nunca salen. —gruño.
—No salimos. —dicen al unísono como si fuera lo más obvio.
Así pasan discutiendo en lo que trato de no prestarles atención mientras nos acercamos a las camionetas negras que nos indican.
Observo como se baja una persona de cada una, el porte de ambos es alta con las facciones rusas que los caracterizan.
—Buenos días, soy Yuri Bogdánov. —se presenta uno de los hombres con un perfecto ruso, le calculo unos 24 años.
Es guapo he de admitirlo y sus ojos azul oscuro son muy llamativos.
—Buenos días. —respondo en su mismo idioma. —Soy la Doctora Alessia Carvajal.
Presento a mi equipo de trabajo y no pasó por alto las miradas entre Sara y Yuri. En una camioneta llevan a Lucas y Hugo y en la otra Sara y yo.
El trayecto es interesante, es la primera vez que vengo al país y estoy impresionada por la belleza que lo acompaña.
—Cuénteme doctora Carvajal, es tan buena como dicen. —sonrío y me la devuelve por el espejo retrovisor.
—Mis méritos hablan solos, señor Bogdánov. —asiente satisfecho—. Esperamos que con su madre sea igual.
—Le voy a pedir que no me diga señor, ese título déjelo para mi tío y mi padre, para mí, Yuri está bien, y Raisa no es mi madre, es mi abuela.
—No lo sabía. —me sincero he ignoro lo primero.
No se me da bien tutear a las personas, eso les haría pensar que pueden hacer lo mismo conmigo.
Muchas personas han comentado que los humos se me elevaron y estoy bien con eso, no me interesa lo que digan los fracasados.
A las pocas horas llegamos a una casa que más bien parece una fortaleza, desde afuera se ve muy grande, tiene muro a su alrededor que no permite visualizarla a fondo.