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CAP. 002 ❪ perdida en el bosque ❫ ˊˎ-
EL PARTIDO DE QUIDDITCH ENTRE BULGARIA E IRLANDA fue un duelo infernal. Aunque el buscador búlgaro, Viktor Krum, atrapó la snitch dorada, Irlanda consiguió ganar. Esto supuso una victoria para Camille, ya que acababa de conseguir quince galeones. Ella y Cedric habían apostado sobre quién ganaría el partido; ella apostó por Irlanda y él por Bulgaria. Además, fue un partido divertido de ver desde las gradas.
Camille no pudo conciliar el sueño aquella noche, pues aún sentía la adrenalina correr por sus venas. Se sentó en la litera de abajo releyendo una novela muggle llamada Matar a un ruiseñor. Desde que leyó Alicia en el País de las Maravillas cuando tenía unos siete años, desarrolló una fascinación por los libros muggles.
El sonido de un fuerte estruendo y de gritos sobresaltó a Camille. Bajó su libro al ver que su padre entraba apresuradamente en la tienda, con una expresión de pánico en el rostro.
—Papá, ¿qué pasa? —preguntó ella, cada vez más preocupada.
—No hay tiempo para explicaciones —respondió Amos—. Ve a despertar a Bradley, yo iré a despertar a Ced.
Camille obedeció y sacudió violentamente a su dormido amigo.
—Vamos, despierta, creo que ha pasado algo malo —eso llamó la atención del somnoliento chico y se puso rápidamente de pie, agarrando su varita. Camille se apresuró a coger una mochila para guardar su libro.
Al ver las tiendas en llamas y el caos, Camille agarró las manos de Cedric y Bradley. Cedric apretó la mano de su hermana de forma tranquilizadora al sentirla temblar.
—¡Id al bosque, y no os separéis! —gritó Amos al escuchar el ruido.
—¡Tenemos que salir ya de aquí! —dijo Cedric con voz temblorosa.
Los tres corrieron de la mano entre la caótica multitud. Camille no sintió más que miedo. Sólo veía figuras encapuchadas con máscaras cubriendo sus rostros; supuso que eran mortífagos. De repente, perdió el agarre de ambas manos. Su respiración se entrecortó por el miedo mientras era arrastrada por la multitud.
Por encima de las cabezas de la gente, pudo ver la abundancia de árboles cercanos. Corrió tan rápido como pudo, sin importarle si había chocado con alguien. Todo lo que quería era encontrar a Cedric y estar a salvo.
Se adentró en el bosque; estaba más silencioso que el campamento. Camille caminó para encontrar varias caras conocidas, y allí estaban, el Trío de Oro. Ni en un millón de años habría pensado que Harry Potter la haría sentir un poquito segura.
—¡Hermione! —susurró-gritó Camille, lo suficientemente alto para que la oyeran los tres.
La muchacha de pelo frondoso se dio la vuelta para encontrar a su angustiada amiga de Hufflepuff.
—Camille, ¿d-donde está Cedric o Bradley? —preguntó Hermione, preocupada—. ¿Por qué estás aquí tú sola?
—Me separaron de ellos —respondió Camille con sinceridad. Sintió que sus labios empezaban a temblar, sintiendo las lágrimas pinchar en las esquinas de sus ojos.
—Está bien, no pasa nada, puedes quedarte con nosotros —aseguró Hermione, tomando la mano de la chica rubia entre la suya, notando que empezaba a entrar en pánico.
Caminaron por el bosque durante unos minutos antes de decidir quedarse en el mismo sitio. Antes de que pudieran sentarse en el suelo, una voz estruendosa gritó:
—¡MORSMORDRE!
Sonó como un conjuro, sin embargo, Camille no pudo reconocerlo, ni tampoco había escuchado a Cedric hablar de uno que sonara parecido a ese.
Entonces, una figura grande, verde y brillante parecida a una nube apareció en el oscuro cielo estrellado. Camille entrecerró los ojos, confundida, pensando qué era.
—¿Qué...? —exclamó Ron, mientras los cuatro se ponían en pie de un salto, mirando hacia arriba a lo que había aparecido.
Era una calavera de tamaño colosal, compuesta de lo que parecían estrellas de color esmeralda y con una lengua en forma de serpiente que le salía de la boca. Mientras miraban, la imagen se alzaba más y más, resplandeciendo en una bruma de humo verdoso, estampada en el cielo negro como si se tratara de una nueva constelación.
De pronto, unos gritos surgieron del bosque, antes silencioso. Camille sintió que el corazón se le bajaba al estómago al reconocer lo que era.
—T-tenemos que irnos —exhaló, con el corazón latiendo aceleradamente contra su pecho.
—¿Quién está ahí? —preguntó Harry gritando en lugar de escuchar.
—¡Harry, vamos, muévete! —oyó decir la rubia a Hermione, angustiada.
Harry, confundido por lo que estaba pasando, preguntó:
—¿Qué pasa?
—Es la Marca Tenebrosa —informó Camille, su cara se había vuelto pálida y aterrorizada ya que sólo quería salir cagando leches de allí—. El signo de Quien-tú-sabes.
—¿El de Voldemort?
Camille se estremeció cuando escuchó a Harry pronunciar su nombre.
—¡Al suelo! —gritó Harry de repente. Camille sintió que alguien la tiraba al suelo, justo antes de esquivar por poquito un hechizo aturdidor.
—¡Alto! —gritó una voz familiar—. ¡ALTO! ¡Es mi hijo!
Era el señor Weasley.
—Apártate, Arthur —dijo una voz fría y cortante. Era el señor Barty Crouch, un trabajador del Ministerio—. ¿Quién de vosotros lo ha hecho? ¿Quién de vosotros ha invocado la Marca Tenebrosa? —les espetó bruscamente a los adolescentes, apuntándolos con su varita mientras los fulminaba con la mirada.
Camille miró al hombre con los ojos muy abiertos, confundida. «¿De verdad cree que unos críos sabrían cómo conjurar la Marca Tenebrosa?», pensó para sí misma.
—¡Nosotros no hemos invocado eso! —exclamó Harry, señalando la marca en el cielo.
—¡No mienta, señor Potter! —gritó el señor Crouch, apuntando con la varita al azabache. Los ojos casi se le salían de las órbitas: parecía enloquecido—. ¡Lo hemos descubierto en el lugar del crimen!
—¡Barty, son críos! —exclamó la voz familiar de Amos Diggory.
—¡Papá! —Camille estaba a punto de correr hacia su padre antes de que el señor Crouch la detuviera apuntándola con su varita. Se quedó al lado de Ron, mirando la varita con nerviosismo.
—Seguidme —dijo el señor Crouch, dándose la vuelta.
—Había un hombre antes. ¡Allí! —comentó Harry de pronto, señalando el lugar del que había partido la voz—. Creo que fue él quien la conjuró —informó a las brujas y magos mayores. Los trabajadores del Ministerio se detuvieron en seco. Crouch miró al chico con ojos enloquecidos mientras desviaba la mirada hacia el lugar que señalaba Harry. Con eso, todos se fueron.
Cuando se fueron, Camille corrió hacia su padre y lo abrazó. No había sentido tanto miedo desde su segundo año, cuando su amiga nacida de muggles fue petrificada.
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𝐒𝐇𝐄, harry potter. . . 🇪🇸
Fanfiction↷ ⁞ ☁️ᵎ | eres muy idiota, pero te quiero ❞ 𝖊𝖓 𝖉𝖔𝖓𝖉𝖊 cierta hufflepuff capta la atención de Harry Potter [🧙♂️] 𝗵𝗮𝗿𝗿𝘆 𝗽𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 [🔥💀] 𝗰𝗮́𝗹𝗶𝘇 𝗱𝗲 𝗳𝘂𝗲𝗴𝗼 - 𝗿𝗲𝗹𝗶𝗾𝘂𝗶𝗮𝘀 𝗱�...